No en términos cuantitativos, pero sí cualitativos.
Los ciudadanos de Mali, Sierra Leona o Chad ingieren alimentos más beneficiosos para su cuerpo que los de Rusia, Estados Unidos o Argentina. En consecuencia, su dieta es más saludable, atendiendo en exclusividad a los ingredientes y platos que consumen a diario. De modo que los países del África subsahariana disfrutan de algunas de las dietas más sanas del planeta. Es la conclusión a la que ha llegado un estudio reciente publicado por la revista The Lancet. La pregunta que sigue a continuación es evidente: ¿por qué?
Conviene aclararlo: el estudio se centra solamente en qué come cada país, dejando a un lado otros factores que también son determinantes a la hora de medir la buena o mala salud de una sociedad concreta, como explica Fumiaki Imamura, uno de los autores, en este artículo de Quartz. Para ellos, el interés residía en analizar la composición de las dietas de cada país del planeta, y comprobar si los patrones de consumo saludable habían mejorado o empeorado entre 1990 y 2010.
En general, tendemos a consumir más alimentos saludables, pero también más alimentos muy poco saludables. Neutralizamos el efecto, sobre todo en los países desarrollados
¿Conclusión? En términos globales, la humanidad cada vez consume más alimentos saludables (¡bien!), pero al mismo tiempo ingiere aún más productos no saludables (¡mal!). El cuadro general es muy variado, no obstante. Mientras en los países desarrollados se consumen muchos, muchos alimentos procesados, repletos de azúcares y grasas saturadas, en otros, como gran parte de los africanos, las verduras y las legumbres predominan en la dieta diaria. Y es más sana, por tanto.
En este mapa podemos observar los patrones alimenticios de cada país estudiado (187 en total, más del 80% de la población mundial) en función de su consumo de diez productos o ingredientes saludables seleccionados por el estudio: frutas, verduras, judías y legumbres, frutos secos, cereales sin procesar, leche, ácidos grasos poliinsaturados, omega 3 vegetal y fibra.
En este, observamos lo contrario, patrones alimenticios basados en el consumo de siete productos o ingredientes poco saludables: carnes rojas sin procesar, carnes procesadas, bebidas azucaradas, grasas saturadas, grasas trans, colesterol y sodio, presente en numerosos alimentos procesados. Los países que se acercan al color rojo, comen más productos de este grupo de los que deberían.
Y por último, una medición ponderada de su dieta, en términos generales. Cuanto más verde esté un país, mejor: su balance sano-nocivo será positivo.
La gran diferencia entre países como Costa de Marfil y Austria no reside tanto en la diferencia de productos saludables que ingieren, sino en el volumen de comida procesada, insalubre, presente en la dieta de cada uno de ellos. El último mapa es significativo: la mayor parte de países occidentales y desarrollados tienden a alimentarse de forma poco saludable, con notorias excepciones como las de Grecia y Turquía. España se ubica en un término medio. Estados Unidos y las naciones de Centroeuropa y Europa del Este, se cuentan entre las peores.
¿Qué comen para comer tan sano?
Hay casos singulares, como el de Rusia (su dieta está compuesta a partes iguales por productos muy saludables y poco saludables) o el de Kazajistán (bordea el color rojo en ambos mapas). Pero sin duda, ningún resultado llama tanto la atención como el de Mali o Chad, cuyos niveles de calidad de vida y de desarrollo humano están a la cola de cualquier ránking global. ¿Qué comen?
A lo largo y ancho del África occidental y subsahariana, la alimentación depende en gran medida del consumo de cereales. En Mali, por ejemplo, el mijo es consumido con frecuencia, y forma parte de gran variedad de platos. Suelen ser servidos en forma de purés, machacados y mezclados con otras salsas o verduras. El fufu, uno de los platos típicos de Ghana y exportados a todo el mundo por su riqueza y simplicidad, es una masa compuesta de ñame y yuca molidas.
El arroz también juega un papel importante. De especial celebridad es la variante jollof, que incluye verduras de todo tipo y que puede ser acompañada lateralmente por pescados o carnes. La carne guisada también forma parte de la dieta típica de la región (el maafe es uno de sus platos más característicos, un guiso preparado con cordero o pollo, salsa de tomate y frutos secos). En cualquier caso, hay diversos platos y variantes en función del país y de las regiones de cada estado. Sea como fuere, todos ellos parecen contarse entre los más saludables del planeta.
Imagen | Xiaojun Deng