La historia (por lo menos en mi caso) resulta familiar: nuestros padres han decidido salir de vacaciones. Se trata de un viaje que han planificado por más de un año, la fecha se acerca y casi todo está listo, sólo falta un elemento clave, la cámara de vídeo, porque un viaje tan importante necesita ser documentado, pero aquí nos enfrentamos a una situación, la madre es totalmente anti-tecnología, mientras que el padre es un entusiasta que muchas veces dice que ha entendido todo lo que se le ha explicado, cuando esto no es del todo cierto.
Esta es la historia de Joseph Griffin, un irlandés rural o mejor conocido en la región como "culchie", quien viajó en compañía de su esposa a Las Vegas. Evan, su hijo, decidió prestarles su GoPro y un selfie stick, para que grabaran todo lo que acontecía durante su primer viaje a la Ciudad del Pecado. Lamentablemente, Evan no hubo tiempo de explicarle a su padre el funcionamiento de la GoPro, sólo pudo explicar el clásico "oprimes aquí para empezar y parar", y el resultado ha sido maravilloso.
Un irlandés en Las Vegas
El señor Griffin, como todo turista, tomó la cámara, la montó en el selfie stick y se dispuso a grabar el glamour de la ciudad, sus luces, el recorrido por Vegas Strip y su mocorriel. Bueno, eso fue lo que el Joseph Griffin pensó que estuvo haciendo durante el viaje, porque al regresar a Irlanda y ver el vídeo en familia, se percataron que todo el tiempo la cámara estuvo apuntando hacia él, es decir, en lugar de un vídeo que mostrara la espectacularidad de Las Vegas, se encontraron ante un gran vídeo-selfie.
Así es, durante todo el vídeo veremos el rostro del señor Griffin en primer plano narrando lo que está viendo. Tal vez muchos pensarían que el vídeo de vacaciones está arruinado, pero la familia lo tomó con mucho humor, por ello Evan decidió hacer una edición del vídeo y subirlo a su canal de YouTube.
A una semana de haberlo subido, el vídeo ya supera las siete millones de vistas, más de 30 millones de compartidos en Facebook y la noticia ha sido recogida por cientos de sitios y medios de todo el mundo, donde la mayoría de la gente se ha enamorado del señor Griffin, al grado de haberse convertido en una celebridad en su provincia. Esto por supuesto ha tomado por sorpresa a la familia, quienes ahora no paran de recibir mensajes solicitando entrevistas.
Sin duda una anécdota curiosa, cuando la familia Griffin sólo quería compartir su cómico momento familiar y demostrar que nadie tiene porque sentirse mal por no saber usar la nueva tecnología.
"Lo que sucede en Las Vegas, se queda en Las Vegas".
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