La del galeón San José es una historia de película. Y no una de aventuras, sino de tensiones políticas entre varios países, comunidades indígenas y hasta con una compañía 'cazatesoros' entre medias. El motivo es que se hundió en el Atlántico hace 316 años con un enorme tesoro (siendo uno de los más de 1.500 barcos españoles por en el fondo de los océanos) y todos afirman ser dueños del mismo. El expresidente Juan Manuel Santos lo calificó como “uno de los mayores tesoros de Colombia”.
Ahora, Santos está siendo investigado por presunto saqueo arqueológico.
El barco del tesoro. El San José fue un barco impresionante. Nacido en los astilleros de Guipúzcoa, partió en 1706 con destino al Caribe. Era una nave de 40 metros de eslora, tres mástiles, capacidad para 64 cañones y una gran capacidad de carga, pues una de sus misiones era volver con tesoros a España. No acabó nada bien, ya que en 1708, corsarios británicos lo destrozaron en la Batalla de Barú.
El resultado fue que acabó hundiéndose frente a la costa de Cartagena. Se estima que tenía una tripulación de 600 personas, de las que sobrevivieron 10. Y la bodega estaba hasta arriba con oro, gemas y joyas procedentes de las minas de Perú, Bolivia y México. ¿Cuánto? Pues… 20.000 millones de dólares según algunas fuentes. 17.000 millones según otras. Lo que está claro es que iba bien cargado y su valor histórico es monumental.
Un culebrón. Damos un salto en el tiempo hasta 1981, año en el que la empresa Sea Search Armada -una empresa estadounidense cazatesoros- afirma que localizó al galeón y entregó las coordenadas al gobierno colombiano. Su precio fue de la mitad del tesoro, pero no fue hasta 2015 cuando Juan Manuel Santos afirmó que habían encontrado los restos del galeón.
Sea Search Armada exigió conocer esas coordenadas para comprobar que no eran las que aportaron años atrás y resulta que estaban a una o dos millas de las que les dieron en los 80. Colombia decía que lo habían encontrado ellos y Sea Search Armada demandó al Gobierno por 40 billones de pesos. Esto provocó una contrademanda de Colombia, país que anunció en 2017 que iban a bajar a recuperar 200 toneladas de oro del fondo del mar.
Y llegó España. Ese mismo 2015, España apeló a su soberanía sobre el galeón y ahora fueron ellos los que pidieron una información precisa sobre la ubicación y el estado del barco. España defendía que el San José era parte de su patrimonio subacuático y exigió puso como ejemplo casos previos como el de la fragata Mercedes contra la empresa Odissey.
Pero claro, ¿de quiénes eran los tesoros que el barco español transportaba cuando se hundió en Colombia? Ahí entran en juego comunidades indígenas bolivianas como la de Qhara Qhara, afirmando que el tesoro está en aguas internacionales, por lo que no pertenece a Colombia y, además, pidieron la legitimidad de los recursos que fueron extraídos en su nación durante las invasiones españolas.
Investigación por saqueo. Puestos en precedentes, volvemos al presente con un pecio que sigue en disputa y un informe arqueológico que apunta a una presunta intrusión y saqueo del "contexto arqueológico de los restos del naufragio del galeón San José. Esa es la denuncia del historiador Francisco Hernando Muñoz, argumentando que un arqueólogo especialista en contextos de profundidad de la Universidad de Southampton demostró en un foro con la Universidad del Norte de Barranquilla de manera técnico-científica la evidente intrusión".
Esto significaría que el gobierno de Santos realizó una exploración de los restos sin permiso cuando todo el asunto ya estaba siendo investigado incluso por organismos internacionales. De hecho, como leemos en EFE, la Comisión de Investigación y Acusación de la Cámara de Representantes de Colombia abrirá una investigación contra el expresidente Santos por "intrusión y saqueo" del galeón español.
No es un caso tan raro. Puede parecer que es algo extraordinario, pero realmente no es tan extraño. Ya hemos comentado que España y la empresa Odissey estuvieron peleando por la potestad de la fragata Mercedes, pero estas peleas entre gobiernos y empresas cazatesoros, o incluso entre varios gobiernos, se ha visto en otras ocasiones.
Otro ejemplo es el Tesoro de Alacranes, rescatado de un barco español, o el caso que Francia ganó a la compañía GME por la propiedad del buque La Trinité hundido en el siglo XVI en las costas de Cabo Cañaberal. Lo que está claro es que el culebrón del San José tendrá una nueva temporada cuando se aclaren esas acusaciones de "saqueo" contra Santos.
Imágenes | Wikipedia y Presidencia de la República-Colombia
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