Vaya por delante que la respuesta es sí, de verdad, hay gente que se está quemando la piel al sol para lucir un dibujo. Una nueva moda compartida en las redes bajo el hashtag #sunburnart que bien podría formar parte del arte auto-destructivo de Gustav Metzger, si no fuera por la escasez de raciocinio de quienes la practican.
Los tatuajes y marcas de sol (intencionados o no), no son una cosa reciente, pero si antes el dibujo se quedaba en una de esas locuras que hacía alguien en el grupo de amigos, ahora las posibilidades de exhibir la “obra” en Instagram, Twitter y Pinterest, pueden animar a más de uno a exponerse a los rayos UVA mucho más de la cuenta.
Riesgos que conocemos de sobra
Todos los años nos explican los peligros de tomar el sol sin la protección adecuada, y aun así, todos los años siempre hay gente que se salta las recomendaciones o comete incluso barbaridades como untarse aceite de oliva para broncearse más rápido.
Si a estas temeridades le sumamos un tiempo de exposición todavía mayor para conseguir resaltar mejor nuestro tatuaje solar, los riesgos se multiplican. No estamos hablando de un bronceado ligero y progresivo, se trata de conseguir quemaduras en la piel y sobre esto La Fundación del Cáncer de Piel, ha emitido un comunicado recomendando evitarlas en todos los casos.
Como bien explican, quemarse no solo es doloroso, molesto y provoca envejecimiento prematuro de la piel, sino que puede producir cáncer. Es más, haber tenido más de cinco quemaduras solares duplica el riesgo de melanoma.
Si queremos ser creadores de arte lo mejor es que hagamos uso de otros materiales y lienzos ajenos a nuestro cuerpo. En el fondo no es tan difícil, hasta un mono lo consigue con algo de práctica.
Tatuajes de sol con truco
Por suerte, todavía hay esperanza de que impere el sentido común, ya que algunas de esas elaboradas marcas de sol en realidad se han realizado sin necesidad de dañar la dermis y la epidermis, utilizando bronceadores con spray o aerosol.
En Pinterest también podemos encontrar algunos ejemplos, con la principal diferencia de que las pieles suelen lucir un tono parecido al chocolate, en lugar del rojo gamba que abunda en las muestras de #sunburnart, las cuales, por cierto, tampoco son tan abundantes como podría parecer leyendo la mayoría de los medios.
Estos productos son totalmente inocuos para la piel, aunque es recomendable ponerse mascarilla durante su aplicación, para evitar inhalar químicos como el DHA, que podrían ser perjudiciales para nuestros pulmones.
También existe el riesgo de acabar pareciendo un concursante de Geordie Shore, pero con un poco de paciencia, el efecto desaparece a las tres semanas.
Así que ya sabéis, si estáis pensando en haceros un tatuaje de sol, lo mejor es optar por la alternativa artificial de los autobronceadores. Técnicamente no podréis consideraros parte del "arte de las quemaduras solares", pero la salud es lo primero, y además, aunque sea algo secundario, estéticamente los resultados también son mucho mejores.
