Todos los países europeos afrontan un dilema en apariencia irresoluble: ¿desconfinar y asumir un repunte de los contagios o mantener las restricciones y ahogar un poquito más a la economía? Cada gobierno ha adoptado estrategias dispares para resolver el problema. Algunos países con menor incidencia de la epidemia, como Dinamarca o Austria, iniciaron sus planes de desconfinamiento a mediados de abril.
Y por tanto nos pueden ofrecer alguna lección.
El caso danés. La de Dinamarca es muy significativa, ahora que España afronta su primer paso hacia el desconfinamiento. El 16 de abril reabrió sus escuelas, en una de las primeras medidas de desescalada adoptadas por el gobierno. Lo hizo de forma gradual (los más pequeños primero; formación secundaria después) y con ciertas restricciones (requisitos higiénicos, un número máximo de niños por aula).
Dos semanas después, su ritmo de contagios había aumentado.
Reproducción. El número R0 es quizá la variable más importante para comprender el desarrollo de la epidemia. Habla sobre el "ritmo de reproducción" del virus, es decir, cuántas personas se están contagiando en un momento dado. Si está por encima de 1, malas noticias. Significa que una persona es capaz de infectar a más de una. Si está por debajo de 0, el número de casos es siempre decreciente.
Cuanto más bajo sea, mejor. La epidemia remite.
De 0,6 a 0,9. Pues bien, cuando Dinamarca reabrió sus escuelas su R0 era de 0,6. Dos semanas después, miles de niños socializando en sus aulas mediante, la cifra había aumentado hasta el 0,9. La noticia provocó que Alemania, cuya apertura de aulas estaba prevista para el 30 de abril, aplazara la decisión una semana.
¿Qué significa? Que la vida volvía a su cauce. Las autoridades se mostraron tranquilas. "No hay indicación de que haya una aceleración de la epidemia", declaró la agencia danesa dedicada a las enfermedades infecciosas. "Nuestra conclusión es que el número de admisiones a la UCI se ha estabilizado en torno a las 20 o 40 diarias, y que la tasa de reproducción no está decreciendo al mismo ritmo antes de Semana Santa".
Traducido: R0 seguía por debajo de 1. La desescalada podía seguir adelante. No era una aceleración de la pandemia, sino una desaceleración menos aguda. Previsible y asumible. Una realidad que España podría afrontar en cuanto inicie su reapertura.
Avances. Dinamarca entrará en su fase 2 de desconfinamiento a partir del lunes. El 8 de junio, el país quedará libre de todas restricciones. Es decir, el gobierno ha analizado la situación tras la reapertura de los colegios y ha determinado que... La desescalada sigue adelante. Asumiendo, como hace el gobierno, que el ritmo de contagios y de admisiones hospitalarias crecerá en cada nueva fase de la desescalada.
Lectura. Abrir la economía y la vida social provocará repuntes. Es inevitable. Lo importante es que R0 siempre se mantenga por debajo de 1. Así lo asume la agencia epidemiológica danesa: "Si las restricciones continúan, la carga hospitalaria será baja y la epidemia morirá poco a poco (...) También desaparecerá en el escenario de apertura, asumiendo que se mantienen las medidas de distancia social e higiene".
En su último informe, la agencia invita al gobierno a relajar restricciones. Si los daneses son cautos, el volumen de hospitalizaciones se mantendría por debajo de 500 en julio. Pero si no lo fueran, si las medidas de distancia social e higiene se redujeran entre un 50% y un 100%, el número de pacientes se triplicaría para las mismas fechas.
Imagen: Martin Sylvest/AP