En 2015 la noticia sobre una madre antivacunas que abandonó el movimiento después de que sus siete hijos enfermaran de tos ferina se movió por la red. Cuatro de ellos estaban sin vacunar. El movimiento antivacuna se nutre del miedo que despiertan los efectos secundarios de las vacunas, pero en muchos casos miedos infundados.
El post en Facebook de una madre estadounidense se ha vuelto viral por explicar lo peligroso que puede ser para otros niños que los padres decidan no vacunar a sus hijos. Su hija tuvo que ser atendida en el hospital tras haber sido expuesta a la varicela; con dos años recibió un trasplante de riñón y no pudo recibir una inmunización, por lo que estaba expuesta.
La autora del mensaje, Camille Echols, acompaña su alegato con imágenes de su hija aterrorizada en una camilla, pero lo cierto es que su argumento es contundente: tu decisión de no vacunar a tu hijo puede costar la vida a un niño que haya recibido un trasplante de órganos o que no haya podido ser vacunado por algún otro motivo. El texto se ha compartido 113.358 veces y ha tenido 87.247 reacciones.
¿Por qué? A los niños que reciben trasplantes de órganos no se les permite obtener vacunas vivas como el sarampión, las paperas, la rubeola y la vacuna contra la varicela, haciéndolos más vulnerables a contraer esas enfermedades y sufrir complicaciones si lo hacen. Este el mensaje de Echols:
Me he mantenido relativamente al margen en redes sociales acerca del movimiento antivacuna. He visto memes tronchantes diciendo "¿por qué mi hijo sin vacunar va a ser una amenaza para tus hijos vacunados si estás tan seguro de que funciona?".
Aquí el por qué. Hay personas que no pueden recibir vacunas vivas, como mi hija, que tuvo un trasplante de riñón cuando tenía dos años. Recibió una primera vacuna pero no la segunda porque estaba inmunodeprimida y en vez de desarrollar inmunidad, podría haber contraído el virus.
Fue expuesta a un niño con varicela este fin de semana y ahora estamos en urgencias. Le están haciendo pruebas de laboratorio, inyecciones de inmunoglobulina y después tendremos que esperar a ver qué dice el doctor de enfermedades contagiosas. El periodo de incubación de la varicela es de 7 a 21 días. Así que incluso con todo lo que estamos haciendo, aún podría enfermar en las próximas tres semanas. Y eso supondría una ingreso automático en el hospital con medicinas antivirales. Podría ponerse muy muy enferma por esto.
Por favor, si eres alguien que cree que tu hijo puede tener autismo por vacunarle, infórmate. No hay ni un solo estudio contrastado que llegue a esa conclusión. Y las personas que eligen saltarse las vacunas ponen a niños como mi hija en peligro. Ella ya ha pasado por muchas cosas. Y esto podría haberse evitado.
Echols afirma que no sabe si el niño que tenía varicela estaba vacunado o no, pero añade que no es lo importante: "El resurgimiento de la varicela, la tos ferina, el sarampión y otras enfermedades que fueron casi erradicadas hace años son el resultado directo de un gran porcentaje de la población que ha decidido no vacunar a sus hijos sin una investigación que apoye esa decisión".
La vacuna contra los antivacunas
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la inmunización previene enfermedades, discapacidades y defunciones por enfermedades prevenibles mediante vacunación, tales como el cáncer cervical, la difteria, la hepatitis B, el sarampión, la paroditis, la tos ferina, la neumonía, la poliomielitis, las enfermedades diarreicas por rotavirus, la rubéola y el tétanos.
Indica además que la inmunización previene unos 2 a 3 millones de muertes anuales, pero si se mejorara la cobertura vacunal mundial se podrían evitar otros 1,5 millones. Se estima además que 19,4 millones de lactantes de todo el mundo aún no reciben las vacunas básicas.
El plan de la OMS para erradicar el sarampión, cuya vacuna se inventó en los sesenta pero que sigue activo, se basa en erradicarlo en al menos cinco de las seis regiones del mundo en 2020. Un reto que no parece nada sencillo si tenemos en cuenta la población del 'Primer Mundo' que decide no vacunar a sus hijos y la del 'Tercer Mundo' que directamente no tiene acceso a ellas (el rentable negocio de las farmacéuticas).
Según la OMS, la cobertura vacunal mundial —la proporción de niños de todo el mundo que reciben las vacunas recomendadas— se ha mantenido estable en los últimos años: "Para 2015, 126 países habían alcanzado por lo menos el 90% de cobertura con la vacuna DTP3 [tos ferina]".
En California, por ejemplo, se ha producido un aumento de la tasa de vacunación tras endurecerse las leyes. Según Hoy Los Ángeles hasta el otoño pasado, el porcentaje de los niños que están en el jardín de infancia de California con todas las vacunas necesarias aumentó del 92,8% al 95,6%. La tasa del condado de Los ángeles subió del 90% al 95%, y la del condado de Orange del 92,5% al 95,5%.
Aunque el movimiento antivacunas pueda generar ruido, lo cierto es que pesa más el miedo a lo que pueda pasar en el caso de rechazar la inmunidad. La mejor vacuna contra los rumores, el miedo y las leyendas ("si vacuno a mi hijo puede contraer alergias, asma y Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad...") es la información. Como leer es poder (no hablamos del verbo), aquí tienes todo un recopilatorio de artículos y estudios que desmontan las teorías del movimiento antivacuna.
De hecho, algunas enfermedades que se creían erradicadas están volviendo a resurgir en los países occidentales. Sin ir más lejos, la escarlatina reapareció en Salamanca, España, hace tan solo un mes y con un nuevo brote que afectó a varios menores.
Otras como la tuberculosis, las paperas, el sarampión, la poliomelitis, la tosferina o la rubeola también se están dejando ver tras años en la sombra. ¿La causa? Viajeros incontrolados y la decisión de no vacunarse de enfermedades "de siempre" que creemos que no volverán.
Protección individual y colectiva
La clave de todo reside en la inmunidad de grupo. En esencia, es el grupo de personas que han sido inmunizadas contra el contagio de una enfermedad. Este gif lo explica perfectamente:
Cuantos más estemos vacunados, mejor, porque ejerceremos de barrera natural para el virus. En cuanto el porcentaje de personas vacunadas supera el 75%, el contagio es virtualmente anulado y muy controlable. Aunque depende de la enfermedad; los expertos sostienen por ejemplo que las condiciones para los brotes de sarampión se agravan si la tasa de vacunación es inferior al 95%. Así de importante es cada vacuna.
Y si tienes dudas, lee, infórmate. Opiniones las tiene todo el mundo, pero solo la ciencia puede darte una buena respuesta.