En ocasiones anteriores ya hemos hablado de extraña proliferación de personas "temerarias" que buscan escalar rascacielos, construcciones abandonadas o estructuras con una gran altura, pero sin ningún tipo de protección o permisos por parte de los propietarios del lugar. A esto se le conoce como Rooftopping y aunque suene extraño, es considerado un deporte a pesar de ser ilegal.
Ya son varias las personas que practican esto, y ha dejado de ser algo clandestino, a ser algo aclamado por millones de fans en internet, donde además diversas compañías están aprovechando este boom para usarlo como vehículo publicitario y así dar a conocer sus marcas. En esta ocasión tenemos una nueva demostración de "¿valentía?", donde una persona "sin temor" ha decidido escalar la Torre Eiffel sin ningún tipo de protección y nos lo muestra en vídeo.
"Hackeando el sistema" en la vida real
James Kingston es un joven británico de 25 años, que desde 2004 practica parkour y free running, pero que hace unos años decidió ir más allá, por el simple hecho de ponerse a prueba y demostrar de lo qué es capaz, claro, aceptando la fama y los reflectores que aparecen el camino.
Curiosamente James no considera que realiza rooftopping, para él es una mezcla de técnicas con las que busca salir de la rutina y "hackear el sistema" pero en la vida real, porque como lo he mencionado, todo lo que hace es ilegal, pero esto no lo ha hecho cubrir su rostro, al contrario, lo muestra con orgullo, para que así sus fans lo reconozcan en la calle, y por supuesto sus patrocinadores estén más tranquilos.
James, que posee miles de seguidores en Facebook, Instagram y su canal de YouTube, acaba de publicar un nuevo vídeo donde nos muestra su aventura al escalar los casi 300 metros de la Torre Eiffel, según él uno de sus más grandes objetivos. En el vídeo, con visión desde su punto de vista gracias a una cámara GoPro, además de la compañía de uno de sus amigos.
Dentro de la descripción del vídeo, nos explica parte de la aventura, donde el plan era comprar entradas para la segunda plataforma y de ahí empezar a escalar, pero debido a la gran cantidad de turistas y seguridad, tuvieron que cambiar la estrategia y esperaron a la una de la mañana para empezar a escalar desde abajo.
En el trayecto tuvieron que evadir las cientos de cámaras de circuito cerrado, así como la gran cantidad de guardias armados, quienes los descubrieron y pasaron horas persiguiéndolos, incluso encendieron la luces de la torre, por lo que nuestros héroes tuvieron que esconderse por varias horas, hasta que los guardias desistieron después de varias horas.
Una vez que llegó el amanecer, James y su compañero aprovecharon la luz del día para tomarse las obligatorias selfies y capturar las últimas tomas, pero al bajar, el cuerpo de seguridad de la torre ya los estaba esperando y se fueron detenidos a la comisaría local donde fueron interrogados y liberados sin cargos seis horas después.
Si desean conocer más del trabajo de James, los dejamos con tres vídeos más donde nos muestra de lo que es capaz.
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