Las ciudades fantasma no se encuentran únicamente en China. En los últimos años hemos hablado de casos como los de Shenyang y Yujiapu, todos situados dentro del territorio del gigante asiático (y también las hay en muchos otros países). Sin embargo, este curioso fenómeno también se desarrolla a miles de kilómetros del país dirigido por Xi Jinping, aunque, como veremos más adelante, no podemos sacar a China de la ecuación.
Acompáñanos a este viaje virtual a Forest City, una ambiciosa ciudad situada al sur de Malasia, específicamente en el estado de Johor. Estamos hablando de un colosal proyecto inmobiliario de 100 millones de dólares que aspira a convertirse en modelo de una ciudad del futuro. La ciudad presume de tenerlo todo: complejos de viviendas modernos y lujosos, con una amplia variedad de comodidades y privilegiadas vistas al mar.
Un lugar tan moderno y lujoso como vacío
El lugar también tiene modernas oficinas, un campo de golf, un parque acuático, un centro comercial, bares y restaurantes. Forest City tiene un estilo moderno y vanguardista. Nada parece anticuado y hasta podría compararse con la distribución que podemos encontrar en cualquier metrópoli china. Sin embargo, tiene un enrome problema: el proyecto fue ideado para albergar a miles de personas y en la actualidad solo viven unos pocos.
Lo que alguna vez iba a ser un paraíso chino en Malasia acabó convirtiéndose en una mole de hormigón prácticamente deshabitada. Y resulta curioso que esto haya sucedido después de que Country Garden, una empresa con capitales chinos y malayos, invirtiera una enorme cantidad del proyecto que no ha conseguido sus objetivos y que se ha detenido al 15% de su realización con la esperanza de que, algún día, la gente decida vivir ahí.
El siguiente problema es que Forest City se construyó desde el primer momento como una ciudad para que los ciudadanos chinos con cierto nivel de adquisitivo pudieran invertir parte de su riqueza en el extranjero. Los desarrolladores del proyecto, entre ellos el propio sultán de Johor, veían un conjunto de propuestas de deberían haber sido irresistibles, pero que por alguna razón, como podemos ver, no acabaron de cuajar.
Una de ellas era ofrecer apartamentos de primer nivel dentro de una ciudad atractiva a un precio mucho más recudido que algunas ciudades costeras chinas. En este caso, la idea era que los propietarios chinos tuvieran una segunda vivienda para vacaciones en Malasia. Otra de las propuestas era que podrían alquilar estas viviendas a cualquier otra persona. Es decir, Forest City no estaba destinado a ciudadanos malayos.
Pero estas propuestas llegaron acompañadas de cierta polémica. La ciudad se montó sobre unas islas protegidas ambientalmente que, en principio, no era compatible con el proyecto. Asimismo, la “metrópoli” se encuentra muy cerca del Puerto de Tanjung Palasan y está a un puente de dos kilómetros de Singapur, pero rodeada de comunidades en desarrollo cuyos ingresos promedio son insuficientes para vivir en Forest City.
Las características bastante peculiares del proyecto junto a la crisis inmobiliaria que afectó a China, una restricción de visado para los compradores chinos y el impacto de la pandemia de COVID-19 también habrían impactado negativamente al proyecto. En la actualidad, recoge la BCC, Country Garden está sumida en una deuda de 200.000 millones de dólares. Pese a todo esto, algunas personas ven en Forest City un lugar con cosas positivas.
Mientras que algunos se arrepienten de haber elegido el lugar para vivir, otros abrazan la soledad del lugar, con sus playas vacías y calles desérticas como una forma, quizás, de desconectar del ritmo de las grandes ciudad, pero en una gran ciudad fantasma. “La serenidad encontrada en la playa es un tesoro disfrazado”, dice un turista en una reseña en Google Maps, pero advierte que el 95% de las tiendas están cerradas.
Imágenes | Forest City | Google Maps
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*Una versión anterior de este artículo se publicó en diciembre de 2023
*Por un error técnico, el autor de este artículo aparece como Andrés P. Mohorte. En realidad su autor es Javier Márquez