La desarrolladora Diana A. Smith ha querido homenajear de forma exquisita el aforismo más importante de la teoría de la comunicación. El medio es el mensaje se gana su mejor modelo en una dama renacentista que podría haber sido pintada por Benjamin Lacombe, Ana Juan o algún vanguardista pintor del siglo XVIII. Te presentamos a PureCSS Francine, un dibujo tecleado a mano que, de forma consecuente, varía en función del navegador y el dispositivo que utilices.
¿Comorl? Estadisticamente el 57% de los lectores que vean este cuadro habrán apreciado las bellas y suaves líneas trazadas sobre esta aristócrata de níveas pestañas. Pero muchos de los lectores de móvil, los que estén en el trabajo y en general los que no disfruten de un navegador actualizado, habrán visto cosas muy distintas. ¿Por qué? Porque es una pintura responsive. O mejor dicho, esto no es una pintura, sino código CSS/HTML escrito a mano y pegado en la web.
Algo revolusionario. El usuario Andy Baio, quien ha convertido el trabajo de Smith en viral, ha sido tan amable de poner algunos hilarantes ejemplos del aspecto del dibujo en versiones obsoletas de distintos navegadores en Windows, Android y Mac. Como muchos han señalado, es la versión hipervitaminada de los dibujos en ASCII que se hacían en los albores de la informática. Arte expresado en un lenguaje nuevo que hoy, ya obsoletas, gozan de cierto interés revisionado.
This stunning illustration by @cyanharlow is pure HTML/CSS. Every element was typed by hand, drawing with only a text editor and Chrome dev tools. https://t.co/kzf7BhkLA5 pic.twitter.com/CmYG6LcnRh
— Andy Baio (@waxpancake) 1 de mayo de 2018
Aka extraordinario. Si estás utilizando la última versión de Chrome, enhorabuena: es probable que al ver la imagen original (el código, más bien) no encuentres el misterio. Smith la diseñó exactamente para ti. El secreto y lo extraordinario reside en el aprendizaje que ofrece la damisela dieciochesca: cada navegador lee las líneas de código creadas por Smith de forma distinta (con mayor o menor acierto estético, convengamos), lo que genera la disparidad que aprecian lo usuarios de Safari.
¿Entonces yo soy guapa? Claro que sí, Francine, siempre. La lectura moral, como se apunta por aquí, es que la realidad es maleable y cambiante. Vivimos un tiempo en el que los canales de información están descentralizados, en el que su distribución se hace a través de nichos concretos. Un hecho varía en su forma definitiva en función de quién lo cuente, por lo que el hecho en sí, su forma objetiva, no existe: es sólo una proyección de la interpretación del emisor.
Quiero ver más. La propia Smith tiene otros ejemplos. El pequeño revuelo que ha despertado su particular creación quizá sirva para espolear una clase de arte (en código, nada demasiado revolucionario) donde el contenido es inmutable, pero el continente modifica radicalmente su forma final. A continuación os dejamos unos cuantos ejemplos de la propia Francine en función del tipo de navegador, su versión y el sistema operativo sobre el que se ejecute.
i tried @cyanharlow's incredible pure css portrait in an old version of opera and well, the disclaimer wasn't lying: "so the live preview will most likely look laughable in anything other than chrome"https://t.co/fReKS0yCLz pic.twitter.com/MdPLNApQ2g
— David Zhou (@dz) 1 de mayo de 2018