Crear objetos que sean considerados arte no es algo sencillo, cualquiera puede crear, pero pocos pueden transmitir y evocar sentimientos con una obra, por ello cuando nos encontramos con cosas sorprendentes muchas veces nos quedamos varios minutos contemplándolas, ya que tratamos de descifrar qué es lo que estamos viendo y cómo nos sentimos.
A veces las mejores obras surgen por accidente, tal es el caso de Uttaporn Nimmalaikaew, un artista tailandés que está presentando un interesante giro a las obras de arte basadas en pinturas, ya que él ha logrado crear fantasmagóricas representaciones con sólo unos pedazos de tela y mucho ingenio.
Arte fantasmagórico
Uttaporn descubrió su técnica por accidente en 2011 cuando estudiaba en la Universidad de Silapakorn en Bangkok; un día gracias a una mancha de pintura en la malla de su mosquitero, descubrió que ésta tenía profundidad y volumen dependiendo del ángulo que uno tomara para observarla. A partir de aquí, le surgió la idea de mezclar distintas capas para crear una mayor profundidad.
Eligió el tul como tela principal de su experimento, en la capa principal o frontal se imprime una imagen digital en tamaño real, mientras que en las capas traseras de tul, por lo regular dos capas más, se imprime la misma imagen con pequeñas variaciones, entre las que destacan el uso de un filtro que oscurece la imagen, que sirve para no robar presencia a la imagen principal.
El siguiente paso es colocar una tela detrás de la otra, y gracias a la característica del tul de dejar pasar la luz y conservar la imagen, ofrece una visión 3D de la misma imagen, la cual tiene un increíble efecto de ilusión óptica que hace que al mirarla desde algunos ángulos, parezca que está en movimiento, como si se tratara de un fantasma, pero la realidad es que se trata de una trabajo maravilloso.
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