Corea del Sur es uno de los ejemplos más citados a la hora de hablar de prevención y contención del coronavirus. Su estrategia centrada en identificar asintomáticos y rastrear los contactos de los nuevos positivos les ha llevado no solo ha mantener un número de casos reducido, sino también a responder con rapidez ante los nuevos brotes. En tan solo cuatro días y ante la alarma de una nueva cadena de contagios, han rastreado a 7.200 personas.
Nuevo brote. Desde mediados de abril, Corea había estado registrando menos de 15 contagios diarios por coronavirus. Sin embargo, desde que el pasado miércoles el Centro de Control de Enfermedades diagnosticó como positivo a un hombre de 29 años que había frecuentado varios pubs del distrito de Itaewon (Seúl), se han detectado 69 nuevos contagios en las últimas 48 horas. La cifra más alta en todo un mes.
Hasta la fecha y a pesar de ser el segundo país en identificar un brote por coronavirus en enero, Corea del Sur acumula 10.909 casos confirmados y solamente 256 fallecidos.
7.200 personas. Este es el número de personas rastreadas por el equipo médico del Centro de Control de Enfermedades hasta ayer domingo. Aunque el nuevo "paciente cero" reconoció haber visitado solamente tres locales, con el objetivo de no dejar ningún cabo suelto, el rastreo de contactos se ha ampliado a más locales de la zona. ¿Resultado? La madrugada del domingo se habían registrado 34 contagios más.
Como respuesta, el alcalde de Seúl ha ordenado el cierre indefinido de más de 2.000 locales nocturnos y ha reprendido a los ciudadanos que no guardan las distancias o no usan mascarilla.
Trazabilidad. El rastreo de contactos a partir del paciente anterior ejemplifica muy bien cómo funcionan los protocolos de detección en el país asiático. Junto a la identificación de positivos a través de test masivos, la monitorización y el aislamiento de sus contactos, el gobierno había introducido más medidas preventivas de cara a la fase vigente de la desescalada. En los colegios de Seúl, están midiendo cuatro veces al día la temperatura a los estudiantes y, en bodas, funerales y pequeños eventos, se ha habilitado un formulario para que los asistentes dejen sus datos de contacto.
De esta forma, si se detectase un nuevo positivo, los epidemióloegos tendrían una base de datos a la que acudir para rastrear los contactos. Igualmente y según recoge este americano residente en Corea del Sur, las cuarentenas continúan siendo muy estrictas. Los posibles positivos son rápidamente aislados y no pueden salir durante 14 días bajo ningún concepto. Si lo hacen se enfrentan a multas de más de 9.000 euros e incluso penas de prisión.
Desescalada. El nuevo repunte ubicado en la capital surcoreana fue detectado tan solo un día después de que el gobierno central hubiese decretado un alivio en las restricciones, abriendo colegios, comercios y restaurantes. De hecho, al hilo del reducido número de contagios que estaban registrando hasta la fecha, el Ejecutivo planeaba la apertura de bibliotecas, estadios de fútbol y salas de conciertos de cara a las siguientes semanas.
Y aunque todavía no se han pronunciado sobre una posible marcha atrás en la desescalada, el gobierno advierte que su sistema sanitario puede controlar el Covid si hay menos de 50 nuevos casos por día. Más allá de esa cifra, el Centro de Control de Enfermedades no podría dedicar el 95% de su tiempo a rastrear el virus.
Alemania. A pesar de que Angela Merkel había anunciado la vuelta gradual de los estudiantes a las aulas, la apertura de todas las tiendas y la reanudación de la liga de fútbol profesional, el pasado sábado, miles de alemanes se manifestaron para pedir el fin de las medidas de confinamiento. Ahora, según el Instituto Robert Koch, la tasa de reproducción del virus se sitúa por encima de 1, lo que quiere decir que el número de infecciones por cada paciente confirmado ha aumentado en el país.
En la misma línea, Dinamarca también ha experimentado un nuevo rebrote dos semanas después de abrir sus colegios.
Imagen: Kim Hong-Ji /Reuters