Cuatro de los cinco países más visitados del mundo se cuentan entre los más afectados por el coronavirus. En tres de ellos, España, Francia e Italia, el peso del turismo sobre el PIB oscila entre el 10% y el 13%. Es un puntal económico ahora, en pleno confinamiento y ante la perspectiva de un verano tirado a la basura, en peligro de derrumbe. De ahí que proliferen ideas imaginativas para acolchar el golpe.
Noches gratis. Sicilia es uno de los destinos veraniegos más socorridos por millones de europeos. Por el momento sigue confinada, como el resto de Italia, pero a su apertura desea a traer a cuantos más visitantes mejor. Lo hará con generosas ofertas: las autoridades turísticas prevén regalar una noche por cada tres pernoctas en la isla, y habilitarán jugosos descuentos en teatros, restaurantes y billetes de avión.
El plan. El gobierno siciliano reservará entre €50 millones de euros a una serie de promociones y medidas destinadas a reactivar el flujo turístico en la isla. Según el consejero de Turismo regional, Manlio Messina, el ejecutivo ofrecerá 600.000 paquetes con distintos descuentos. El más llamativo, por lo explícito y jugoso, el de las pernoctas. Tres noches de estancia equivalen a una gratuita. Seis, a dos. Y así sucesivamente.
En sus palabras:
Los fondos [para dotar de liquidez a las empresas dependientes del turismo] se pondrán a disposición inmediatamente, mientras que los servicios y las ofertas saldrán al mercado cuando creamos que es posible viajar. Podría ser ya en julio y agosto, o podríamos incentivar un ajuste de la temporada a partir de octubre.
Sistema. Es importante subrayar lo anterior: ahora mismo no es posible acceder a tan generosas ofertas. Saldrán a lo largo del verano. El gobierno adquirirá servicios a lo largo de la cadena turística y luego los ofrecerá como mejor considere, ya sea a individuos o a grupos de veraneo. Es un modelo similar al planteado por la Isla de Albarella, en el Véneto, e incluye acceso gratuito a museos y otros establecimientos.
¿Qué hay de los aviones? Las autoridades comprarán billetes y después los ofertarán. Pero aún no se han ofrecido más detalles.
La industria. Numerosas regiones turísticas se prestarán a promociones igual de agresivas. Descontando los cruceros, el sector afronta un año calamitoso. Sicilia, por ejemplo, podría perder en torno a 5 millones de turístas en 2020, un descenso del 34% respecto a años anteriores. La isla, una región pobre dentro de Italia, es especialmente sensible al turismo. El coronavirus le puede costar 3.000 millones de euros este año.
Otras zonas del mediterráneo dependientes del sector afrontan un abismo similar. España en su conjunto recibe 58 millones de turistas extranjeros cada año, y este año los puede dar por perdidos. Las visitas internas deberán amortiguar una previsible caída de más del 32% del volumen de negocio, en torno a los 55.000 millones de euros.
Norte, sur. El caso siciliano es singular, dado que se trata de una de las regiones menos afectadas por el coronavirus. Pese a que el aeropuerto de Palermo ya prepara su apertura, la isla sigue aislada. Su presidente, Nello Musumeci, ha sido muy beligerante con el gobierno de Conte por la simetría del confinamiento, y ha anunciado la apertura parcial de la economía sin en mayo los contagios internos desaparecen.
Como en España, regiones muy poco afectadas han adoptado una cuarentena tan estricta como Lombardía o Véneto. El gobierno siciliano, eso sí, aún no quiere oír ni hablar de flujos de viaje: el anuncio del confinamiento en Lombardía motivó que muchos residentes salieran de la región y viajaran a Sicilia (unos 40.000), trasladando el virus. La brecha norte-sur de Italia, una vez más, sangra.
Imagen: Luca N