¿Quién en su sano juicio pondrían su vida en peligro dopándose sin haber una mayor proyección profesional o más ingresos de por medio? La pregunta, que a priori parece fácil de responder, se complica si hablamos de doping amateur. La realidad no es ingenua: 15.000 millones de euros mueve el negocio del dopaje y gran parte de ese dinero no se circunscribe a los profesionales.
Más allá de un problema relativo al deporte de élite, estamos ante un problema de salud pública. Detrás de esa cifra que sugiere que entre un 14 y un 39% de los deportistas de élite se dopan, hay un sinfín de gimnasios en los que el dopaje campa a sus anchas. Esto es lo que uno de esos deportistas amateurs dopados nos ha contado.
De la obligación al placer
Para acercarnos al problema acudimos a la raíz del dopaje amateur, un culturista que asegura hacer uso del dopaje de forma sistemática aunque no compite de forma profesional. Tres años dopándose para su entrenamiento, y un año y medio con la intención de hacerse culturista, y aún así la conversación es bastante escueta, quizás por incomodidad respecto a lo que hace.
Empezó a hacerlo porque lo obligaban para los deportes que practicó en un viaje de intercambio y que acabó gustándole. Asegura que esto del dopaje es “muchísimo más habitual de lo que la gente cree” y que al pensar en la posibilidad de competir en culturismo: “para alcanzar el tipo cuerpo que quiero es necesario el uso de química”.
Con la naturalidad de quien sabe que, de alguna forma, esto es normal, más de lo que la gente ajena a estos deportes puede pensar, confirma que el sistema se basa en un ciclo de unas 12 semanas:
“testosterona como base y luego lo que acompañe a esta. Después se suele hacer una limpieza llamada post ciclo que dura alrededor de un mes. En mi opinión es parte del deporte, los atletas buscan explotar al máximo sus cualidades y debería estar permitido y regulado para evitar un mal uso de las sustancias”
No son sustancias anecdóticas. La lista de sustancias prohibidas de la WADA, la World Anti-Doping Agency, es el mejor lugar para saber más sobre qué tipo de elementos se usan en el mundo del dopaje: 14 grupos de métodos y sustancias entre las que una suma abrumadora de agentes anabólicos parecen los principales protagonistas.
Seguro que conoces a alguien que se dopa
Vamos más allá: aunque encontrar a este deportista amateur dopado que nos sirve de fuente directa fue sencillo, para saber más tuvimos que encontrar otro perfil. Sobre todo, porque parecía ser más común de lo que pensábamos... ¿Esto es un problema real? ¿Puedo encontrar a alguien que haya estado en contacto directo con el tema sin recurrir al amigo de un amigo?
Seguro que conoces a alguien que se dopa o se ha dopado alguna vez.
La respuesta pertenece a Antonio Martos, maestro de karate y entrenador personal que ha trabajado en distintos gimnasios como técnico de sala y tiene más de 10 años de experiencia a sus espaldas. Con la tranquilidad de tener delante a alguien con quien poder hablar abiertamente del tema, le traslado mis dudas sobre el dopaje y el dopaje amateur.
Al final, todo se reduce a un problema semántico, el dopaje y el dopaje amateur es lo mismo:
“la diferencia es el objetivo para el que se realiza, no se busca mejorar una marca deportiva, sólo presentar otro aspecto físico. Si alguien se dopa para ganar una carrera hablamos casi seguro de un profesional, un amateur cualquiera que se dope no va a ganar nada. El dopaje no hace milagros”.
La clave que lleva a la gente a utilizar estos métodos es que sí que son, como piensa la creencia popular, algo cercano al milagro:
“La genética de la persona influye, hay quienes reaccionan más y quienes reaccionan menos, pero en todos los casos las ganancias son sustanciales. Un atleta entrenando que gane 4kg de masa magra en un año de forma natural puede estar muy satisfecho. Con anabolizantes estas ganancias se consiguen mucho más rápido, en uno o dos meses”.
¿El control? Una cuestión moral
Visto así es fácil comprender cómo se ha convertido en algo más parecido a una plaga que a un problema menor, por mucho que apenas una media de entre un 1 y un 2% de atletas profesionales aparezcan entre los acusados en casos de dopaje:
“El dopaje con fines estéticos es una realidad muy común”
Martos asegura que pondría la mano en el fuego al afirmar que en todos los gimnasios podemos encontrar a alguien que se dopa a diario.
“Me he encontrado con muchos casos. Mucha gente recurre a un entrenador personal ya que sabe que está poniendo en riesgo su salud. Al menos quieren hacer las cosas de la mejor forma posible, ya sea a nivel de entrenamiento o alimentación”.
Llegados a ese punto es inevitable pensar qué hace alguien como él en una situación así, al fin y al cabo su decisión puede variar entre tener un cliente que le ayude a llegar a fin de mes o perderlo.
“Si están pensando aún en si hacerlo o no, les comento los pros y los contras e intento que no lo hagan”. Al parecer, explicar lo que se puede conseguir con constancia y trabajo suele ser suficiente para que algunos se echen atrás.
“Si ya están tomando, y es algo que ocurre pocas veces, no trabajo con ellos”.
Y continúa: “Depende mucho del perfil de cliente que busques. Yo creo que el objetivo principal de mi trabajo es mejorar la salud de las personas y, por suerte, puedo permitirme decir que no. Entiendo que hay quien no puede o no quiere. Es igual de legítimo”.
Pero, ¿lo es en realidad?
“No estoy seguro, pero creo que estaríamos hablando de un delito contra la salud pública y por tráfico ilegal de drogas”.
El dopaje amateur en España
Lo cierto es que en España hemos ido un poco a la cola frente a lo que advertía la Agencia Mundial Antidopaje y el pasado mes de noviembre la Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte tuvo que salir al paso para aclarar la situación:
"La implementación total del Código conlleva fundamentalmente la introducción de dos nuevas infracciones (complicidad y asociación prohibida), el alargamiento de las sanciones para casos de dopaje intencionado que pasan de dos a cuatro años y la modificación del periodo de prescripción de las infracciones de los 8 años actuales a los 10 previstos en el nuevo Código".
Todos tenemos en la cabeza la idea del chico mazado de gimnasio, ¿pero es algo que se queda ahí? ¿Es un problema que afecta a todos por igual? Martos asegura que es un tipo de dopaje distinto:
“También hay chicas, aunque son menos y suelen utilizar el dopaje con un fin más competitivo. Entre ellas es mucho más común otro tipo de sustancias como termogénicos o diuréticos. En general creo que la gente tiene la idea de que hay muy poca gente que se dope, y no es así, mucha gente lo hace”
Viendo el éxito de los controles antidopajes frente al porcentaje de atletas que se dopan a nivel competitivo, me parece inevitable afrontar cómo se regula todo esto, qué tipo de controles hay y qué dicen entrenadores y gimnasios sobre ello.
“Depende mucho del perfil del gimnasio. Hay gimnasios en los que directamente te lo ofrecen, buscan ese tipo de clientela, pero estoy completamente seguro que en muchos centros deportivos municipales como en los que yo trabajo, nadie del staff tiene acceso a sustancias porque básicamente no quieren tenerlo”.
Internet, el supermercado de la droga
Me parece importante ese “no quieren tenerlo”, así que lo siguiente es intentar ahondar en el origen de todo esto. "Es muy fácil encontrar anabolizantes en internet", insiste Martos,"te los envían a casa y en pocas horas. Dónde estén hechos y qué llevan es otra historia, pero la posibilidad está ahí”.
En apenas unos segundos me muestra la primera página que encuentra, una que reza: “Si ha decidido comprar winstrol, ha venido al lugar correcto”. Esteroides en píldora o inyectados a la carta que vienen acompañados de un poco de historia del fármaco, algún apunte sobre cómo en Estados Unidos necesitas receta médica para utilizarlo y un breve acercamiento a sus efectos secundarios. Como esta web, hay cientos.
Con precios que van desde los 8 a los 159 euros, internet es un completo supermercado de esteroides y anabolizantes que puedes pagar mediante tarjeta o PayPal y no requieren ningún tipo de control.
“Es internet, se puede encontrar de todo. Uno piensa que el tema de las sustancias dopantes sea difícil de conseguir, no sé, como si fuese cocaína, pero lo cierto es que no es así. Lo que aquí puede ser ilegal en otro país no lo es”.
Pregunto sobre cómo se controla todo este tema a nivel de autoridades. Doy por hecho que tras confirmarme que en la gran mayoría de gimnasios hay gente que utiliza estos métodos, en algún punto tiene que salir a relucir el tema de las inspecciones.
“Pese a que el simple hecho de tenerlos es punible, no me consta para nada que se hagan. Lo desconozco, pero desde luego no es algo común, nunca me he encontrado con un control de este tipo”.
Tráfico de esteroides
Afirma que, si se hacen, los controles van más arriba. Lo cierto es que no hay que ir muy lejos para encontrar el último caso. A principios de septiembre se desarticulaba una banda dedicada al tráfico de esteroides en Asturias, en una operación en la que se arrestó a cuatro personas tras registrarse un gimnasio y una tienda de nutrición.
“Es lo más común, el uso de los EAA, esteroides anabolizantes androgénicos, que se administran vía oral o inyectada y, junto con un entrenamiento y dieta adecuados, pueden ofrecer unas ganancias de masa muscular mucho más rápidas que de forma natural”.
Veo que es fácil conseguirlas y más fácil aún obtener resultados, pero irremediablemente tiene que tener inconvenientes más allá de sus posibles beneficios, tiene que existir ese punto de miedo que, de alguna forma, ayude a regular todo esto.
Los problemas derivados del dopaje
“Partiendo de la base de introducir en tu cuerpo agentes químicos que en muchos casos provienen de laboratorios ilegales y sin regulación, te puedes imaginar. Al final es como la droga de uso recreacional, un peligro”. ¿Qué problemas puede originar, incluso si hablamos de un producto que realmente hace y tiene lo que promete?
“Pues de todo, pueden provocar alopecia, acné, agresividad, depresión, ginecomastia, problemas hepátics, renales, atrofia testicular, masculinización en el caso de las chicas, enfermedades cardiovasculares, colesterol…”.
Le digo que me parece increíble que con una lista así alguien tenga ganas de meterse eso en el cuerpo, si realmente se ha encontrado con casos que realmente lo requieran en vez de limitarse a lo natural. “Si quieres ganar una competición de culturismo debes ciclarte. Todos lo hacen. Estamos hablando de competiciones de verdad, no cosas de barrio. Si has visto esos cuerpos entenderás que es necesario”.
¿Y tú? ¿Elegirías beber o doparte?
Hemos hablado del dopaje amateur, de los problemas que comporta y de los beneficios que extraen los que lo utilizan, pero es el último tramo de la conversación el que nos vuelve al principio. Si es un problema de salud pública, la visión de los que están cerca es clara:
“El dopaje es malo. El dopaje funciona. Muchos deportistas de élite se dopan. Muchos actores de Hollywood se dopan. Es peligroso, pero también es peligroso beber alcohol y la mayoría de gente lo hace sistemáticamente cada semana. Eso me parece bastante más grave.
Si me obligaran a elegir entre que mi futuro hijo beba sistemáticamente como vemos beber a la gente cada día, o se cicle una vez en la vida, no tendría dudas”.
