El paracetamol es uno de los fármacos más importantes en nuestro día a día. Lleva más de 100 años aliviando dolores y manteniendo a raya la fiebre y suele liderar la lista de los medicamentos más consumido. Sin embargo, como cualquier medicamento, el paracetamol o acetaminofén tiene sus potenciales efectos secundarios.
Reevaluando la seguridad. Ahora, un estudio liderado por investigadores de la Universidad de Nottingham ha detectado nuevos riesgos asociados al uso prolongado del fármaco. El estudio fue realizado entre personas mayores de 65 años. El análisis detectó mayores riesgos asociados a la salud gastrointestinal, cardiovascular y renal.
Uno de los fármacos más usados. El paracetamol es uno de los fármacos más usados, entre otros motivos por su relativa seguridad. Se trata de un compuesto utilizado como analgésico y antipirético, es decir, para aliviar el dolor de intensidad moderada y reducir la fiebre.
El fármaco cuenta con potenciales efectos adversos, pero generalmente el mayor riesgo asociado tiene que ver con lesiones en el hígado y se da con un consumo excesivo del compuesto.
Definiendo los riesgos. El equipo responsable del estudio obervó que entre los participantes que habían recibido varias prescripciones de paracetamol aumentaba el riesgo de padecer problemas de salud gastrointestinal, cardiovascular y renal. Problemas como sangrado de úlceras, úlceras pépticas sin complicaciones, sangrado en el tracto gastrointestinal inferior, fallo cardiaco, hipertensión, y enfermedad crónica del riñón.
El incremento en la prevalencia de estas afecciones variaba de una a otra, pero en todos los casos los resultados mostraban tendencias significativas.
¿A partir de los 65? Existen varias cuestiones a tener en cuenta a la hora de interpretar los resultados del estudio y que tienen que ver con su metodología. Según señala el equipo responsable del estudio, este fue realizado con personas mayores de 65 años: 180.483 participantes que habían recibido varias prescripciones médicas para el fármaco y 402.478 que no.
El equipo se centró en personas mayores de 65 para lograr un mayor control del consumo ya que, al tratarse de un medicamento que no requiere receta, controlar su consumo es más complicado. En el Reino Unido, las personas mayores de 65 años pueden adquirir el fármaco gratuitamente con receta, lo que implica mayor probabilidad de que lo hagan solo con prescripción. Esto implica también que los resultados no son fácilmente extrapolables al resto de la población, pero tampoco se puede asumir lo contrario.
Los detalles del análisis fueron publicados en un artículo en la revista Arthritis Care & Research.
Una tendencia preocupante. Es perfectamente habitual que los fármacos se presenten con reacciones adversas y, aunque es extraño descubrir nuevos efectos en un tratamiento tan extendido y consumido como el paracetamol, esto puede servirnos de recordatorio. Incluso en fármacos que vemos como poco peligrosos como el paracetamol, pueden presentar riesgos, especialmente ante consumos excesivos o inadecuados del compuesto.
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