La estatua de Cristo Rey en Świebodzin, Polonia, mide 33 metros de altura y está considerada como la imagen de Cristo más alta del mundo. Se terminó de construir en 2010, pero en 2018 un diario polaco descubrió algo sorprendente: en la corona había instaladas antenas de conexión a internet.
Aquello fue un pequeño escándalo que acabó con el desmontaje de las antenas, pero lo cierto es que camuflar antenas WiFi y sobre todo antenas de conexión a redes 4G y 5G es todo un arte, y hay curiosos ejemplos de cómo es posible esconderlas en edificios y disfrazarlas de árboles o cactus.
Una conexión divina
Costó 1,5 millones de dólares construir aquella estatua de Cristo Rey, y buena parte del dinero se recaudó gracias a las donaciones de los 21.000 residentes, que años después se enteraron de algo sorprendente: había antenas de conexión a internet en el interior de la corona dorada, que por sí sola mide tres metros de alto.
Gigantyczna figura Chrystusa ze Świebodzina skrywa w koronie coś, co pozwala na niej zarabiać: anteny 👑💰💰 Z dołu ich nie widać, ale zobaczcie nagranie z drona oraz to, co udało się ustalić reporterom @FAKT24PL #Onet100 pic.twitter.com/l2VtvTZ8a4
— Onet100 (@Onet_100) April 24, 2018
Los responsables de la comunidad cristiana no daban explicaciones claras de ese descubrimiento, y un dron demostró que efectivamente las antenas estaban allí. Tras investigar el caso, se comprobó que un operador de internet había colocado allí las antenas a petición de los responsables de la parroquia, que por lo visto la necesitaban para un sistema de videovigilancia.
El pequeño escándalo terminó pronto, porque el obispo local ordenó desmontar esas antenas en mayo de 2018. La sospecha era clara: los operadores de telefonía pagan bien a quienes instalan antenas en sus terrenos, así que esconderlas para lograr ingresar dinero sin que se notase parecía buena idea.
El arte de camuflar antenas
Lo cierto es que esconder antenas WiFi y sobre todo antenas de telefonía es algo habitual. En grandes ciudades lo normal es que estas estructuras sean perfectamente visibles y los operadores no parecen tener problema en que sea así, pero en según qué localizaciones es posible encontrar métodos singulares para camuflarlas.
Hay quien de hecho lo hace para llevar WiFi a todo el exterior de la casa con una buena mano de pintura que la haga difícil de ver al estar colocada junto al tronco de un árbol, pero los métodos para camuflarlas a menudo van más allá.
El diseño de las antenas de telefonía hace que uno de los formatos más extendidos a la hora de camuflarlas sea el de lograr que parezcan un árbol para "fundirlo" con el paisaje.
Las palmeras son especialmente populares en China (aunque hay otros tipos de árbol para disfrazar esas antenas), pero también es posible camuflarlas en estructuras que son naturales en casas, como falsas chimeneas.
Hay hasta estudios que hablan de diversos métodos para camuflar esas antenas y que muestran ejemplos de antenas siguadas en gigantescas palmeras y también en cactus, y aquí la propuesta es combinar esas antenas con otros elementos urbanos como farolas.
Las opciones aquí son numerosas, y hay empresas con muchas ideas al respecto a la hora de disfrazar antenas de esos elementos urbanos, que pueden quedar integradas en pequeñas farolas en parques o incluso en falsos aparatos de aire acondicionado.
En este tipo de propuestas hay desde luego argumentos claros para disfrazar esas soluciones: si se ocultan es en parte para que el paisaje urbano o rural no se vea "contaminado" con unas estructuras que a menudo resultan chocantes.
Hay empresas con proyectos dedicados expresamente al estudio de soluciones para ocultarlas a la vista y que tratan de usar otros elementos convencionales en ciertas ciudades —como tanques de agua falsos— para evitar esos problemas.
Ver 18 comentarios