Qué difícil es hablar del potencial fracaso de una plataforma como Windows Phone. El ambicioso proyecto de Microsoft en el omnipresente segmento de los smartphones ha chocado una y otra vez contra grandes obstáculos. Y si hay uno perenne, ese ha sido el de la debatida calidad y cantidad de aplicaciones en su catálogo software.
Para los defensores de la plataforma el problema no era especialmente grave, pero sus críticos siempre han tenido claro que esa importante faceta ha acabado condenando la apuesta de Microsoft en móviles. El lanzamiento de Windows 10 y el concepto de aplicaciones universales parecía que podría aliviar el problema, pero lejos de hacerlo a los desarrolladores parece haberles acabado asustando aún más -lo que pasó ayer con HERE es demostración evidente- y están abandonando el barco. Windows Phone se desangra.
Las aplicaciones universales no ayudan
El enfoque que Microsoft adoptó al anunciar el lanzamiento de Windows 10 era realmente prometedor. No solo por la convergencia de la plataforma -tu smartphone puede ya convertirse en tu PC, como pudimos comprobar en primera persona- sino por esa unificación de plataformas que tenía como consecuencia la aparición de las aplicaciones universales: herramientas y juegos que serían compatibles con PCs y portátiles con Windows 10, pero también con smartphones, tablets o la Xbox One si el desarrollador adoptaba las (pequeñas) medidas necesarias para ello.
La idea parecía poder poner coto a las limitaciones del catálogo software de Microsoft, pero lo cierto es que esas aplicaciones han aparecido con cuentagotas. Microsoft ofrecía buenos ejemplos con varias de sus herramientas nativas, pero pocas de las "grandes" adoptaban esa personalidad camaleónica y solo algunas propuestas -Uber fue un buen ejemplo- se lanzaban con ese formato universal.
En Microsoft no han sabido o no han podido convencer a los desarrolladores de que apuesten por su plataforma. Todo parecían ventajas: tú programabas una vez y con unos ligeros retoques podrías distribuir tu aplicación o juego en todo el ecosistema Windows 10. Ya no tendrías que relegarte solo al PC, solo a la consola o solo al móvil o tablet: el público al que podías llegar era por tanto mucho más numeroso.
Sin embargo eso no ha sido suficiente, y nos enfrentamos a una situación en la que los desarrolladores no aprecian ese incentivo. No ayuda que la tienda de aplicaciones de Windows, que ha recibido numerosas críticas por parte de sus usuarios, ni tampoco el hecho de que el proyecto universal de Microsoft aún esté en pañales. Hay muchas patas aún por ponerle a esta mesa, y precisamente la más importante sigue sin estar preparada: ¿dónde está Windows 10 Mobile?
El gran desaparecido
Muchos esperábamos que Microsoft aprovechara la oportunidad en el Mobile World Congress de este año. Era un momento perfecto para lanzar la versión final de Windows 10 Mobile, su plataforma para smartphones, pero no hubo noticias al respecto y la presencia de los de Redmond se limitó al tímido lanzamiento del Lumia 650.
Mientras tanto Windows 10 Mobile seguía en pleno desarrollo. Los responsables de la edición de este sistema operativo para dispositivos móviles siguen trabajando -y seguro que muy duro- en esta parte crítica de la estrategia universal de Microsoft, pero lo cierto es que las versiones preliminares siguen llegando para beta testers y lo que no aparece es esa versión final que los usuarios están esperando desde hace meses.
El estado de Windows 10 Mobile también genera dudas: en nuestro análisis del Lumia 950 XL pudimos comprobar cómo la plataforma en general tenía mucho margen de mejora, y a falta de que aparezca la versión final de este sistema operativo el freno para los desarrolladores es claro: no quieren apostar por una plataforma inmadura y con una cuota de mercado nimia.
Cualquiera que se ponga en su pellejo lo entenderá, pero Microsoft también tenía previsto ese problema, y por ello preparó un plan B para detener la hemorragia de su catálogo software: llegaban los projectos Astoria, Islandwood, Westminster y Centennial.
Adaptar aplicaciones, la otra opción para Microsoft
En Redmond tenían claro que era difícil convencer a muchos desarrolladores de apostar por programar para Windows 10 desde cero, así que tuvieron otra idea peculiar: la de ofrecer herramientas que les permitieran migrar sus desarrollos a Windows con facilidad.
Así es como nacieron los proyectos Islandwood (para las apps de iOS), Astoria (para las de Android), Westminster (aplicaciones web) y Centennial (para las apps Windows de toda la vida, las Win32). Todos estos desarrollos estaban destinados a atraer a esos desarrolladores y hacer que el catálogo software de Windows 10 en todas sus ediciones creciera.
Aún es pronto para dar un veredicto, pero el éxito de esa estrategia ya se ha encontrado con un primer escollo: Microsoft ha decidido abandonar el proyecto Astoria (oficialmente conocido como Windows Bridge for Android), y lo ha hecho con un anuncio poco esclarecedor en el que hablaban solo de preferencias -basta con convencer a los programadores de iOS, parecían decir- y no de los aparentes problemas técnicos que planteaba trasladar y adaptar aplicaciones de Android a Windows 10 (Mobile).
El estado del resto de los proyectos es también incierto a estas alturas, aunque parece claro que el Windows Bridge for iOS (Islandwood) es el que más esfuerzo está recabando por parte de los ingenieros de Microsoft. Nuestros compañeros de Xataka Móvil precisamente hacían un repaso de todas estas iniciativas y nos contaban cómo marchaban tanto Islandwood como Westminster o Centennial. Y lo cierto es que a pesar de la ambición y los buenos deseos de Microsoft, el interés generado por dichas soluciones no parece ser especialmente elevado.
¿Sálvese quien pueda?
El panorama es complejo para Microsoft, sobre todo cuando precisamente el pilar fundamental del éxito de una plataforma -el catálogo de aplicaciones- no para de tener problemas. Es evidente que para muchos usuarios actuales de Windows Phone ese catálogo es suficiente -así nos lo habéis comentado los lectores-, pero también lo es el problema existe para el resto de los usuarios.
Hay numerosos casos en los que herramientas populares -puntualmente o de forma prolongada- no aparecen disponibles en la Windows Store, pero además si lo hacen puede que lo hagan en versiones descafeinadas. Incluso en Android ocurre (véase el caso de la reciente aplicación viral MSQRD comprada por Facebook-, así que la situación en el caso de Windows Phone es aún más preocupante.
Pero es que además poco a poco otros van, como comenzábamos diciendo, abandonando el barco. El último ejemplo ha sido el de HERE y su servicio de cartografía y navegación punto a punto, pero otras han sufrido el mismo destino -aquí ponían como ejemplos herramientas como Pinterest o Kabam, que dejaron de actualizar sus herramientas hace meses- y este espíritu es peligrosamente contagioso.
Está por ver lo que ocurre en este ámbito: Windows 10 Mobile debe aparecer en su versión final, tiene que haber refuerzo también en terminales móviles -parece que esto será difícil en 2016 por lo que cuenta Microsoft, pero terminales como el Elite x3 de HP refuerzan catálogo- y desde luego hay que ver cómo evoluciona el mercado de las aplicaciones (universales, nativas y también adaptadas).
Aun con estas sombras acechándo a esta plataforma, no todo está dicho. Es cierto que a los medios nos encanta matar tecnologías, pero confío en que en Microsoft tengan aún algo que decir. En que pueda detener esa hemorragia y plante cara en un segmento que sigue estando peligrosamente centrado en iOS y Android. Veremos.
En Xataka | Bienvenida, convergencia: por fin tu smartphone es también tu PC
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