Con los móviles plegables había un enigma en sus inicios: ¿se convertirían en un éxito comparable a los teléfonos de grandes pantallas, como los Galaxy Note; o en cambio serían un fiasco como las teles curvas? Estas apuestas de Samsung salieron cara y cruz. Los móviles plegables, de momento, han salido canto: todavía necesitan más tiempo para consolidarse como algo significativo en la industria... o para quedarse en un reducto sin demasiado interés.
Tres años después de que llegaran los primeros, ya son Samsung, Xiaomi, Huawei, Honor, Motorola, Vivo y Oppo quienes se han animado con este formato en algún momento. Marcas relevantes como OnePlus o Realme (que comparten propiedad con Oppo y Vivo, BBK), Google o Apple siguen poniéndose de perfil cuando se trata de plegables. Los usuarios de los tres primeros tienen alternativas sin salir de su sistema operativo. Los de Apple no.
Consolidación lenta
En 2019, primer año con plegables en el mercado, cuatro modelos llegaron al mercado. En 2020, cinco. En 2021, siete; y en los ocho meses que llevamos de 2022, cinco, nuevamente con Samsung como protagonista.
Una evolución bastante lenta si tenemos en cuenta la cantidad de teléfonos móviles que son anunciados cada año. Entre 450 y 600 en estos últimos años. En torno al 1% de los móviles anunciados cada año son plegables. Veamos la evolución de lanzamientos de plegables de otro modo, superponiéndolos a los terminales tradicionales.
Con los usuarios de Android pudiendo escoger opciones plegables, los de iOS no pueden optar a ellos. Hace tres veranos comenzaron los rumores sobre Samsung ofreciéndose a Apple para proveerle de este tipo de paneles. Mismos rumores que llegaron un año después.
Ming Chi Kuo, uno de los filtradores más habituales de información sobre Apple, con fuentes en la cadena de producción y uno de los mejores porcentajes de acierto de su gremio, avanzó que 2025 sería el año en que Apple lanzaría su primer plegable, como pronto, y que podría tratarse de un iPhone como tal, o de un dispositivo de enfoque híbrido iPhone-iPad.
Apple se caracteriza, entre otras cosas, por ser conservadora en sus apuestas: solo se abre a nuevas gamas cuando puede hacer una apuesta total. Entonces sí, va con todo. Apple Watch, AirPods... Samsung está en las antípodas, acostumbrada a arriesgar y lanzar prototipos que el mercado acaba validando o no. También influye ahí su faceta de suministradora de componentes a otros fabricantes, un negocio del que saca mucho más margen que de la venta de electrónica de consumo.
Apple no suele arriesgar con lanzamientos tempranos. Samsung, más que nadie
Quizás esa dualidad explique la demora de Apple en apostar por este mercado, sobre todo teniendo en cuenta que, resueltos los problemas de las bisagras de los primeros modelos, sigue siendo un riesgo el estado de la pantalla de un plegable tras un tiempo usándolo, siendo estas propensaas a envejecer mucho peor que los paneles tradicionales.
El tiempo dirá si este es el único escollo que queda para que Apple se atreva a lanzar su propuesta plegable, que seguro que lleva tiempo probándose en los laboratorios del Apple Park. Los plegables traen ventajas inherentes como las enormes pantallas en un tamaño de bolsillo. Nada mal poder ver vídeos, usar mapas o leer libros en un formato así desde cualquier parte.
No estaría tampoco nada mal, en cualquier caso, ver cuál es la aproximación de Apple a un terminal plegable. Apple es quien definió los estándares físicos de los teléfonos móviles durante los últimos quince años, el enfoque principal de los relojes inteligentes, el diseño de los ultraportátiles o el principio de unos auriculares de sonido inalámbrico. Habrá que seguir esperando.
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