Hace unos meses os contábamos cómo Mozilla había matado al teléfono Firefox, y aunque entonces algunos nos resistíamos a creer en el fin de esta plataforma sus desarrolladores han decidido que Firefox OS no solo no tiene sentido ya en el móvil: dejarán de dedicar recursos al proyecto por completo.
El fin de Firefox OS como plataforma es una nueva tragedia tecnológica: la de proyectos valientes y honestos que no logran competir por falta de recursos o apoyos. Otras plataformas móviles siguen tratando de generar interés y de ganar cuota de mercado, pero hoy por hoy parece claro que a Android y a iOS no hay quien les tosa.
Una propuesta que nunca pudo competir con los grandes
Cuando Firefox OS llegó al mercado con una propuesta fantástica en la cual la apuesta por las aplicaciones web y por los mercados emergentes parecía evidente. Puede que ese fuese un primer paso interesante, pero esa libertad que era base de todo el proyecto también pudo ser una de las causas de su muerte prematura.
La plataforma de Mozilla nos hizo ser optimistas, pero poco a poco su impacto se fue reduciendo y algunos destacábamos entonces que quizás lo que necesitaba el sistema operativo era un terminal de gama alta basado en Firefox OS que permitiese demostrar todo lo que podía dar de sí.
Aquel terminal nunca llegó, y aunque las propuestas hardware fueron mejorando, la plataforma software nunca pudo competir con las ofertas de Google y de Apple: el catálogo de aplicaciones era difuso y no especialmente atractivo, la experiencia de usuario era muy mejorable y las grandes ausencias en el terreno software -WhatsApp fue un buen ejemplo- volvían a poner en duda el futuro "práctico" de la plataforma.
El desarrollo de la plataforma acabó deteniéndose y tratando de apostar por otros segmentos para darle una última oportunidad que finalmente no ha podido ser aprovechada. Ni siquiera en las teles, donde proyectos como Matchstick acabaron siendo cancelados tras crear mucha expectación. El sueño había acabado.
Adiós a Firefox OS
Un anuncio en la lista de desarrolladores ha dejado claro que Mozilla dejará de dedicar recursos al desarrollo de Firefox OS, y de hecho los actuales poseedores de dispositivos basados en esta plataforma no recibirán actualizaciones... a menos que ellos mismos trabajen sobre el código de Gecko.
En ese comunicado Ari Jaaksi y David Bryant, responsables del proyecto, explicaban comentaban como el abandono de los móviles iba a dar paso a un enfoque dirigido a Firefox OS TV y a dispositivos conectados, pero la falta de colaboración de un partner comercial que debería haber asumido la principal responsabilidad acabó por detonar la decisión final. En el mensaje dejan claro que el desarrollo queda abandonado por completo:
Hoy estamos anunciando la siguiente fase en esa evolución. Aunque se ha detenido el trabajo de Mozilla en Firefox OS necesitamos que el código base siga evolucionando ya que en él está Gecko, nuestro motor para la plataforma web, como parte del desarrollo que estamos llevando a cabo en Firefox. Para lograr evolucionar rápido y habilitar nuevos cambios substanciales en la arquitectura de Gecko, la organización Platform Engineering de Mozulla necesita eliminar todo el código de B2G [Boot to Gecko, el nombre "interno" de Firefox OS] del repositorio mozilla-central. Esto ciertamente tiene consecuencias para B2G OS. Para que la comunidad pueda continuar trabajando en B2G OS tendrán que mantener una base del código que incluya una versión completa de Gecko, así que necesitarán hacer un fork de Gecko y continuar con ese desarrollo en su propia rama de desarrollo.
Sabemos que estas decisiones para quienes como nosotros tenían grandes esperanzas y sueños y trabajaron unidos en Firefox OS -la idea de un sistema operativo Open Source de Mozilla centrado en el usuario para el segmento móvil. También admitimos que esta decisión hace mucho más difícil el que la comunidad B2G pueda continuar su trabajo. Nos gustaría haber encontrado otra opción. Sin embargo, creemos que estas son decisiones necesarias y la mejor forma posible de Mozilla para continuar su misión. > >
Android e iOS no tienen competencia (a la vista)
Lo que le ha pasado a Firefox OS pone de manifiesto lo complejo que es competir en un segmento ya maduro y que difícilmente abrirá las puertas a alternativas que no puedan competir en prestaciones.
Hemos visto cómo varios lo intentaban también. Ubuntu, Sailfish y Tizen han planteado propuestas con diversas perspectivas, pero ninguna de ellas ha logrado ofrecer una propuesta que cuaje en el mercado realmente. El número de dispositivos distribuidos en estas plataformas -salvo quizás en el caso de Tizen- ha sido muy limitado, y habitualmente han estado dirigidas a nichos de usuarios muy comprometidos con este tipo de propuestas que nunca han acabado de convencer al público en general.
No lo han hecho por no ofrecer terminales atractivos en los que poder ser aprovechadas, o por no poder competir en usabilidad o la fluidez del sistema, pero fundamentalmente donde no han podido competir es en el catálogo software. Sin un WhatsApp, un Instagram o un YouTube nativo -por citar algunos ejemplos- el futuro de estas soluciones ha sido siempre difícil. Siguen luchando, pero a priori su situación no parece que vaya a mejorar de forma dramática.
El único potencial contendiente era, desde luego, Microsoft. Windows 10 planteaba una alternativa real y una ambiciosa propuesta que por fin recogiera el testigo de unos Windows Phone que nos hicieron pensar en que un tercer protagonista en el mercado podría llegar. No fue así: llevamos meses sin oír hablar a Microsoft de dispositivos móviles, y tampoco sus partners tradicionales en el mundo del PC han hecho prácticamente aparición en un escenario en el que solo HP y su interesante Elite x3 ha planteado una novedad en este mercado.
La apuesta por la convergencia que por fin vislumbramos en el Lumia 950 XL no ha convencido demasiado. La plataforma ha demostrado no estar madura en un terreno especialmente exigente en el que los usuarios saben que tanto iOS como Android llevan ya los deberes bien hechos. El catálogo de software ha sido siempre una de las grandes críticas a Windows Phone y Windows 10, pero lo cierto es que ni en esto ni el apoyo a otros fabricantes o en la dedicación a comercializar estos móviles -el marketing de Microsoft ha sido escaso en este sentido- la empresa ha acertado.
No sabemos si Windows 10 en móviles logrará remontar el vuelto, pero a día de hoy sigue siendo la única opción por recursos y madurez para llegar a competir con ese duopolio que cada vez lo es más y que parece saberse ganador de una batalla que ha cambiado nuestra forma de interactuar con la tecnología.
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