Se veía venir y el MWC 2012 ha sido es escenario en el que Telefónica iniciará un camino sin vuelta atrás y que es de esperar que las otras grandes imiten en algunos aspectos. La subvención de los nuevos smartphones ha acabado tal y como se estaba haciendo en España. Fuentes de Telefónica lo han confirmado a Xataka, aunque no es oficial todavía.
Este paso era inevitable por dos motivos principales: el alto precio de los nuevos teléfonos avanzados (y la necesidad de cambiarlos cada menos tiempo) y la guerra de portabilidades que había agotado su validez tal y como se venía haciendo.
El sistema que empleará ahora la operadora española es el de la financiación sin intereses. El usuario podrá elegir terminal y en colaboración con la financiera de La Caixa, ir pagando su nuevo teléfono a plazos (desde 10 euros la mes, máximo 18 meses). De los intereses se encargará la operadora, pero la permanencia como tal desaparece.
Este cambio será inminente, y a partir del 1 de marzo se empezará a aplicar. El objetivo prioritario es la fidelización del usuario actual, a los que se les ofrecerá renovaciones de terminales (aunque con un catálogo menor, más o menos un tercio del actual) y mejores ofertas. Con el fin de la subvención, el usuario de otra compañía ya no interesa tanto. Y tampoco habrá tanto cambio sin el atractivo de la subvención del nuevo teléfono gracias a la portabilidad.
Para ayudar a los usuarios a renovar su teléfono se recomprarán terminales por un valor como máximo de 245 euros.
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