Hay cosas que el dinero no puede comprar: una de ellas es la física. Que se lo digan a Rolls-Royce. A pesar de ser fabricantes de algunos de los coches más lujosos y exquisitos del mundo, su mítico Espíritu del Éxtasis, la figura que adorna el frontal de sus modelos, tiene que ser rediseñada para sus futuros modelos eléctricos. El objetivo: mejorar su aerodinámica.
Cuando hablamos de aerodinámica, todos los detalles cuentan. En realidad da igual si hablamos de combustión o de vehículos eléctricos, la aerodinámica no hace distinciones pero sí que es crucial en estos últimos. Los motivos son varios pero, cuando la autonomía es escasa y el tiempo de carga se alarga, éstos son de peso.
El encargado de estrenar esta figura rediseñada será el primer modelo cero emisiones de Rolls-Royce, el Spectre. Concretamente, la nueva figura pasará a tener una pierna ligeramente más adelantada, para sostener el cuerpo inclinado y la mirada alta. Quedan atrás 111 años de historia en los que el Espíritu del Éxtasis lo formaba una figura inclinada con dos piernas juntas. La túnica que fluye en su espalda contará con formas más aerodinámicas. Además, la estatuilla pasará a medir 82,73 mm, por los 100,01 mm actuales.
Parecen detalles insignificantes, pero todo influye a la hora de conseguir el mejor coeficiente aerodinámico posible. Según Rolls-Royce, el Spectre contará con un coeficiente aerodinámico de 0,26 Cx, el mejor hasta la fecha para el fabricante, que sólo fabricará coches eléctricos a partir de 2030.
La aerodinámica es esencial en un coche eléctrico
Intentar rebajar el coeficiente aerodinámico de un coche es una de las tareas clave con la llegada de los eléctricos. De momento, las autonomías de estos vehículos son muy limitadas si las comparamos con las opciones de gasolina (y sobre todo diésel) a igualdad de segmentos. Pero, sobre todo, porque rellenar un tanque de combustible apenas nos puede demorar cinco o diez minutos.
Los retrovisores (o, mejor dicho, la carencia de los mismos) del Audi e-tron son protagonistas habituales cuando hablamos de aerodinámica. Desde la marca aseguran que sustituirlos por cámaras les permiten mejorar su Cx en 0,07 y alcanzar una cifra de 0,28 CX. ¿Qué supone la rebaja en el día a día? 35 kilómetros más de autonomía que pueden ser claves. Es un 8,75% del total de autonomía en un coche que promete recorrer 400 kilómetros según ciclo WLTP.
No es de extrañar que Rolls-Royce se enorgullezca de un coeficiente aerodinámico de 0,26 Cx, pese a estar muy lejos de las mejores cifras del mercado, como el 0,20 Cx del Mercedes EQS o el 0,22 Cx del Porsche Taycan. Hay que tener en cuenta que la firma de lujo tiene que mantener la esencia de sus formas cuadradas, la antítesis de lo que debe ser un coche aerodinámico pero que está en la mente de cualquier cliente que busque un Rolls-Royce para su garaje.
Algunas soluciones que ya se aplican
Lo cierto es que tenemos mucha curiosidad por ver cómo ha conseguido alcanzar esta cifra el futuro Rolls-Royce Spectre. Prácticamente seguro, el primer eléctrico de la marca habrá cerrado por completo su frontal. Es la solución más sencilla y habitual entre los coches eléctricos. Con mecánicas mucho más pequeñas y sencillas ya no son necesarias las tomas de aire para refrigerar esta zona.
Pero conseguir un vehículo aerodinámicamente eficiente también suele pasar por formas curvas que redirigen el aire hacia donde el ingeniero más le interesa. Mercedes ha optado por una estética extremadamente limpia en su EQS y Porsche muestra en sus imágenes cómo las curvas junto a los pasos de rueda cubren el paso del aire en estas zonas o cómo las curvas del frontal consiguen que el flujo del mismo salve la zona del retrovisor.
Otra de las soluciones más sencillas es el de carenar las ruedas. Esta decisión no suele gustar porque estéticamente es menos vistosa pero si te fijas en los eléctricos más económicos, las llantas suelen ser lo más cerradas posibles para mejorar sus datos. Otro buen ejemplo es el McLaren Speedtail, esta edición limitada a poco más de 100 unidades apuesta por la estética más limpia posible, obviar el uso de alerones y carenar por completo sus ruedas delanteras con una llanta que se mantiene inmóvil cuando el coche está en marcha. El objetivo es conseguir la mayor eficacia y la menor carga aerodinámica para, en este caso, alcanzar la máxima velocidad posible.
Y como mayor exponente de todo lo que hemos dicho, el Volkswagen XL1. Un curiosos biplaza de formas extremadamente limpias (y parecidas a lo que hemos visto en el Mercedes Vision EQXX), sin retrovisores y con llantas y ruedas carenadas que se jactaba de consumir 0,9 litros de diésel cada 100 kilómetros. En la ecuación también sumaba un motor bicilíndrico 0,8 TDI con 48 CV y otro eléctrico de 27 CV. Pese a estas cifras tan modestas, su baja resistencia al viento con un coeficiente de 0,189 Cx le permitía alcanzar los 160 km/h de velocidad punta.
Estas son sólo algunas posibles soluciones pero viendo que en las primeras imágenes del Rolls-Royce Spectre, todavía camuflado, mantiene sus espejos retrovisores tradicionales, no le quedará más remedio que hacer algunas concesiones en su carrocería, suavizando sus formas. Algo que también se intuye en las imágenes mostradas. Queda por saber qué otras medidas se han tomado, pero cerrar las llantas es otra decisiones que parecen claras en el primer vistazo.
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