Con ingresos anuales que superan los 250.000 millones de dólares, Toyota es uno de los tres más grandes actores del sector de la automoción. La multinacional japonesa, que diseña y fabrica todo tipo de automóviles, cuenta con una decena de plantas en su país de origen que funcionan cada día para cumplir con los clientes.
El pasado 29 de agosto, sin embargo, ocurrió algo inesperado: las 28 líneas de producción del fabricante distribuidas en 14 edificios se interrumpieron. En otras palabras, la totalidad de las fábricas de Toyota en Japón dejaron de producir, ejerciendo presión sobre las entregas previstas de vehículos y abriendo la puerta a pérdidas millonarias.
¿Ciberataque o problema de actualización?
Aquel episodio no tardó en generar cierta repercusión. Toyota manejó la situación internamente y solo declaró públicamente que no se había tratado de un ataque cibernético. En base a esto, como recoge Reuters, algunas personas relacionadas a la compañía que hablaron en condición de anonimato sugirieron un fallo de software.
Los días han pasado y el fabricante nipón finalmente ha brindado algunos detalles. En una declaración oficial, Toyota confirma la hipótesis que mayor fuerza había tomado: se trató de un problema con raíz en uno de sus sistemas, en concreto, de un “mal funcionamiento” en uno de sus servidores que pudo ser resuelto al día siguiente.
Según explican, el problema se manifestó un día después de un mantenimiento de rutina. De pronto, algunos de los servidores que procesan los pedidos de piezas mostraron el error “falta de espacio en disco” y dejaron de funcionar. Un episodio similar también afectó el sistema de copia de seguridad.
Esto llevó a la suspensión de las operaciones de producción de Toyota a nivel nacional. El problema, afortunadamente, pudo resolverse rápidamente tras mover los mencionados sistemas a otros servidores. Esto permitió que la automotriz pudiera volver a la normalidad en Japón al día siguiente.
Desde la firma han pedido disculpas a todos los afectados. También han prometido que analizarán todos sus procesos de mantenimiento y redoblarán sus esfuerzos para evitar que este escenario se repita. Como podemos ver, hasta una de las principales marcas de coches del mundo se puede quedar sin espacio en disco.
Imágenes: Toyota
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