El nuevo Lamborghini Temerario adelanta el futuro de los superdeportivos: la gama de entrada será PHEV y roza los 1.000 CV

  • La gama de entrada de Lamborghini se reposiciona en el mercado PHEV por encima de los 900 CV

  • Deja atrás el V10 y apuesta por un V8 con dos turbocompresores y tres motores eléctricos

Lamborghini Temerario
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Hace unos días, Lamborghini presentó el nuevo Lamborghini Temerario. Es el segundo híbrido enchufable de la compañía que actuará como sustituto del Lamborghini Huracán que, hasta ahora, servía de gama de entrada a la marca.

El giro es importante porque da una idea de hacia dónde apunta el mercado. Lamborghini empieza a electrificar su gama reduciendo el tamaño de sus motores de combustión pero, al mismo tiempo, aprovechando la electricidad para elevar la potencia a niveles ridículamente altos.

La estrategia pasa por ir adaptándose a los nuevos requisitos hacia los que apunta la Unión Europea. Hace unos meses conocimos el primer Porsche 911 electrificado y, poco a poco, deberían ir llegando nuevos modelos donde la electricidad tome protagonismo. Esto servirá, al mismo tiempo, para dejar a los motores de combustión pura en la parte alta de la gama.

Un mercado que se electrifica

La Unión Europea ha elegido el camino de la electrificación. No es un camino sencillo para los superdeportivos.

En un primer momento, la primera intención fue la de prohibir la venta de todos los coches con motores de combustión que no fueran neutros en emisiones a partir de 2035. Esto, como hemos contado, mataba al coche de combustión porque el uso del hidrógeno o de los combustibles sintéticos deja rastros de emisiones de NOx o partículas finas. Los motores neutros en emisiones (de todo tipo) no existen en estos momentos.

Posteriormente, se llegó a un acuerdo en Europa. A falta de una última votación, se debería permitir la venta de motores neutros en emisiones de carbono. Es decir, que no emitan CO2 o que expulsen menos cantidad de CO2 de la utilizada para la producción de su fuente de energía (combustibles sintéticos o hidrógeno). El matiz es importante porque al no hablar de emisiones en términos generales se abre la puerta a que el propulsor sea neutro en carbono pero emita sustancias contaminantes como NOx o partículas finas.

Pese a ello, la quema de hidrógeno en un motor de combustión está en una fase muy inicial. Toyota prueba con ello, asegurando que es una manera de mantener el tacto y el sonido de los motores de combustión pero en sus pruebas con hidrógeno en estado gaseoso y en estado líquido se ha encontrado con graves problemas. Además, es una fórmula muy ineficiente.

En cuanto a los carburantes sintéticos neutros en emisiones de carbono, lo que sabemos es que hasta el momento son extremadamente caros. Los más optimistas aseguran que se situarán en el precio actual del carburante. Porsche es una de las marcas que defiende esta postura pero, al mismo tiempo, es parte interesada porque cuenta con una planta productora de combustibles sintéticos. Además, sabe que buena parte de su futuro puede pasar por los mismos. Al contrario, los más pesimistas aseguran que quedarán lejos del conductor medio.

Queda por saber, además, cuántas marcas optarán por seguir vendiendo motores de combustión en Europa. Antes de 2035, la Unión Europea tiene planeadas fuertes reducciones en las emisiones de los automóviles. De hecho, buena parte de las marcas no cumplen con los objetivos de 2025 por lo que necesitan seguir electrificando sus modelos y vender muchos más eléctricos para compensar las emisiones de los motores de combustión.

Es decir, la inversión en motores de combustión que puedan funcionar en Europa parece difícil de compensar con un futuro a corto y medio plazo donde los niveles de emisiones se van a ir endureciendo progresivamente. Esto ha provocado que las inversiones para saltar al coche eléctrico se hayan disparado y se ha puesto un marcha un tren que es muy complicado de detener. El mercado europeo pasa, para el común de los mortales, por una severa electrificación de la gama.

Lamborghini Temerario

Unos superdeportivos electrificados

Aunque, sin duda, con un mayor margen de maniobra, los fabricantes de superdeportivos también tienen que tener todo esto en cuenta.

Italia, junto a Alemania, fue uno de los países que más presionó para la aprobación de los combustibles sintéticos. Tiene sentido porque marcas como Lamborghini o Ferrari son bandera en el país. En ambos casos, las marcas están dando pasos para electrificar su gama e ir asomándose a versiones completamente eléctricas.

Esto será clave porque, dentro de unos límites necesarios para mantener la exclusividad, las ventas de ambas compañías se han disparado en los últimos años. Colocar en el mercado versiones electrificadas les permitirán rebajar poco a poco la cifra final de emisiones de su flota, aligerando un poco la multa que tendrán que pagar. Cuantos más coches eléctricos o híbridos enchufables vendan, mejor para su cuenta final.

Además, esto les permite posicionar a sus motores puros de combustión como la opción tope de gama y más deseada. Motores que podrán seguir siendo gigantescos porque los clientes estarán dispuestos a pagar un sobreprecio por los mismos. Tener un motor de combustión será un símbolo de estatus. Sin olvidar que otros mercado menos restrictivos, como Estados Unidos, seguirán comprando este tipo de coches. No es casual que el último gran Ferrari V12 apunte claramente a este último mercado.

Lamborghini Temerario

Y esto no tiene por qué ser una mala noticia. Con el Temerario, Lamborghini quiere reivindicar que un híbrido enchufable puede tener todos los alicientes para conquistar a un público que, de partida, podemos considerar reacio al coche eléctrico. Sabe Lamborghini que despedirse del V10 para saltar al V8 es una decisión que puede resultar controvertida entre su clientela, así que ha decidido con el Temerario inflarlo de potencia.

Y es que las características técnicas de su último modelo son para estudiarlas detenidamente y nos da una idea de que, pese a ser gama de entrada, estos coches electrificados alcanzarán prestaciones y cifras imposibles de entender hace poco más de una década, cuando se lanzaron al mercado la Santa Trinidad formada por el Ferrari LaFerrari, el McLaren P1 y el Porsche 918 Spyder.

Con el Temerario se abandona el motor V10 para saltar a un V8 de 4,0 litros que llega acompañado de dos turbocompresores para generar un máximo de 800 CV y girar a 10.000 rpm. El bloque está acompañado por tres motores eléctricos. Uno de ellos está unido directamente al cigüeñal del motor de combustión, sin embrague, para ejercer de motor de arranque y llenar de potencia allí donde el V8 no llegue.

Los otros dos motores eléctricos se encargan de mover las ruedas delanteras y están unidos a una pequeña batería de apenas 3,8 kWh. Ésta se puede recargar en media hora con un enchufe de 7 kW (máxima potencia admitida) o generando la propia electricidad con el motor de combustión, como si fuera un generador.  Juntos consiguen elevar la potencia del conjunto a pleno rendimiento hasta un máximo de 920 CV. Todo ello permite alcanzar los 100 km/h en 2,7 segundos y una velocidad punta de 343 km/h.

Para llegar hasta estas cifras es necesario activar el modo Sport y Corsa. La opción Strada permite disfrutar en exclusiva del motor de combustión, sin interferencias de los motores eléctricos. El modo Cittá limita la potencia a 190 CV para hacer el coche más manejable en un entorno urbano.

Este último modo nos da otra idea de por dónde puede ir el mercado. Con las actuales restricciones en el centro de algunas grandes ciudades europeas, no es de extrañar que en el futuro la circulación se restrinja todavía más y se limite a coches movidos por motores eléctricos. Ya hemos visto algunas pruebas con llamados "radares de emisiones" y técnicamente se puede limitar a un coche para que circule solo en modo eléctrico en un entorno urbano.

Que las firmas de superdeportivos puedan tener modelos a conducir en este contexto también es importante para ellas, ya que el cliente podrá seguir asegurándose la entrada al centro de las grandes urbes. Paradógicamente, con las normativas actuales, un superdeportivo que supere los 40 kilómetros en modo completamente eléctrico puede entrar hasta el centro de Madrid y circular sin límites, pese duplicar o triplicar en emisiones contaminantes a un pequeño vehículo urbano sin electrificar.

Fotos | Lamborghini

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