No es época fácil para hacerse con un coche en España. Los precios se han disparado en los últimos años y han crecido muy por encima de la inflación y de los salarios, así que una operación financiera tan importante como esta ha de hacerse con una lupa más grande que nunca.
Además, con los precios de los coches de segunda mano disparados, tener todas las cartas sobre la mesa antes de tomar una decisión final se vuelve especialmente importante. De hecho, las marcas han buscado nuevas fórmulas para hacer atractivos los coches con precios demasiado altos y con difícil salida en el mercado, buscando pagos mensuales que rondan los 100 euros.
Hay cuatro opciones principales que llevan al camino de la obtención de un coche nuevo (aquí dejamos la segunda mano para otro artículo): el renting, el leasing, la financiación o la compra al contado.
Renting
Una fórmula que ha ganado muchos adeptos en los últimos años, incluso entre particulares, pese a que venía de entornos corporativos. En este modelo no somos propietarios del coche, sino que estamos alquilándolo a largo plazo. Al no ser su propietario nunca dejaremos de pagar cuotas, salvo que decidamos quedárnoslo en propiedad pagando la cantidad pactada a quien nos lo haya suministrado.
Además del uso del coche, la cuota pactada suele incluir otros servicios como el mantenimiento, el seguro, el pago de impuestos (pues no somos su propietario) y algún añadido como los cambios de neumáticos. También tienen límites de kilometraje anual que suelen ir desde los 10.000 hasta los 20.000 kilómetros en la mayoría de los casos, con un pago por cada kilómetro excedido.
Fundamentos del renting
- Cuota fija mensual: La cuota incluye no solo el uso del vehículo, sino también otros gastos asociados como el seguro del coche, el mantenimiento, las reparaciones, el cambio de neumáticos, la asistencia en carretera y los impuestos. Esto facilita la gestión del presupuesto, ya que el usuario conoce de antemano el coste total del servicio sin sorpresas.
- Sin entrada: A diferencia de la compra o financiación tradicional, el renting no suele requerir de una entrada o pago inicial significativo, lo que reduce la barrera de acceso para muchos usuarios.
- Renovación y actualización: Al finalizar el contrato, el usuario tiene la opción de renovarlo, eligiendo un vehículo nuevo y adaptándose así a las últimas tecnologías y modelos disponibles en el mercado. Esto es especialmente valorado por aquellos que desean siempre conducir un coche moderno y eficiente.
- Flexibilidad: Algunos contratos de renting ofrecen cierta flexibilidad en términos de kilometraje anual y la posibilidad de modificar el contrato para adaptarse a las necesidades cambiantes del usuario.
Ventajas del renting
- Comodidad y simplicidad: El renting elimina muchas de las preocupaciones asociadas a la propiedad del vehículo, como el valor de reventa, el mantenimiento o el seguro. Todo está cubierto en una única cuota mensual.
- Control de gastos: Al incluir la mayoría de los gastos vehiculares, el renting permite a los usuarios y empresas planificar sus finanzas con mayor precisión, sin preocuparse por gastos inesperados. El coche ya no puede dar sustos, sino que nos deja proyectar un coste fijo mensual a muchos años vista.
- Beneficios fiscales: Para los profesionales autónomos y las empresas, las cuotas de renting pueden ser deducibles fiscalmente, lo que representa un atractivo beneficio económico, si bien ya ha sido más regulado que hace unos años para evitar excesos.
Desventajas del renting
- Sin propiedad: Al final del contrato, el usuario debe devolver el vehículo. No puede obtener ningún dinero por él ni es un gasto que haya servido para incrementar su patrimonio de ningún modo.
- Coste a largo plazo: Aunque el renting puede ser económicamente ventajoso a corto plazo, especialmente para empresas que pueden aprovechar beneficios fiscales, a largo plazo puede resultar más costoso que adquirir un vehículo. A cambio se obtiene comodidad y rotación constante, pero tiene un precio.
- Limitaciones contractuales: Los contratos de renting suelen establecer un límite de kilómetros anuales y pueden incluir cargos adicionales por exceso o por daños al vehículo no cubiertos por el mantenimiento normal.
El renting es una opción idónea para aquellos que valoran la comodidad, la previsibilidad de gastos y el acceso a vehículos nuevos sin la preocupación por su depreciación o mantenimiento. Sin embargo, es importante evaluar muy bien las condiciones del contrato y considerar las necesidades personales o empresariales para determinar si esta modalidad es la más conveniente frente a otras alternativas.
Leasing
El leasing es un arrendamiento financiero, una modalidad alternativa para adquirir vehículos. El renting es un alquiler, por lo que las cuotas que se deben pagar se consideran un gasto. El leasing, por contra, es un sistema de financiación, por tanto se incluye en el activo inmovilizado y en el pasivo de la empresa. Es decir, se entiende como algo que esperamos usar, amortizar y pagar a largo plazo. Esto ya nos da una pista de a quién va dirigido.
Ofrece al cliente la opción de comprar vehículo al término del contrato a un precio previamente pactado: el valor residual. Esto lo convierte en una opción intermedia entre el alquiler a largo plazo (renting) y la compra financiada (financiación tradicional). Por las ventajas fiscales que ofrece está especialmente orientado a empresas y autónomos.
Fundamentos del leasing
- Opción de compra: Al finalizar el contrato de leasing, que suele tener una duración de entre dos y cinco años, el cliente tiene la opción de comprar el vehículo pagando el valor residual establecido en el contrato. Esta opción aporta una flexibilidad que no ofrece el renting.
- Cuotas mensuales: Durante el periodo de leasing, el cliente paga una cuota mensual que cubre el uso del vehículo. A diferencia del renting, estas cuotas no suelen incluir gastos de mantenimiento, seguros o impuestos, lo que puede resultar en un coste mensual inferior... a cambio de menos prestaciones, claro.
- Ventajas fiscales: Para profesionales autónomos y empresas, las cuotas de leasing son deducibles como gasto en el Impuesto sobre Sociedades o en el IRPF, lo que puede suponer un ahorro fiscal significativo.
Ventajas del leasing
- Flexibilidad financiera: Al final del contrato, el cliente puede elegir entre adquirir el coche, renovar el contrato con un nuevo vehículo o simplemente terminar el acuerdo sin compromisos adicionales, ofreciendo una vía para mantener siempre vehículos actualizados en la flota o para uso personal.
- Menor desembolso inicial: El leasing suele requerir un desembolso inicial menor en comparación con la compra tradicional, lo que puede facilitar el acceso a vehículos de gama superior o modelos más recuentes.
- Beneficios fiscales: Las cuotas de leasing pueden mejorar la planificación fiscal de empresas y autónomos, permitiendo deducir los pagos como gasto operativo. Este es uno de los grandes atractivos del leasing para este público.
Desventajas del leasing
- Coste total: Aunque las cuotas mensuales pueden ser inferiores a las de un préstamo tradicional, el coste total de adquirir el vehículo al final del contrato puede resultar más elevado si se decide comprarlo, especialmente al sumar el valor residual.
- Responsabilidades de mantenimiento: A diferencia del renting, en el leasing los gastos asociados al mantenimiento del vehículo, seguro e impuestos corren por cuenta del arrendatario, lo que requiere una gestión y un desembolso adicional. Es decir: más tiempo y más dinero.
- Limitaciones contractuales: Al igual que en otras formas de financiación vehicular, los contratos de leasing pueden imponer límites de kilómetros y condiciones sobre el estado del vehículo al finalizar el contrato, pudiendo incurrir en costes adicionales si estas condiciones no se cumplen.
El leasing se posiciona como una solución equilibrada para los profesionales y empresas que buscan flexibilidad en la gestión de sus vehículos, dejando la posibilidad de ir incorporando nuevos modelos a su flota, pero sin tener que comprometerse con la compra desde el inicio.
Financiación
Una de las opciones más comunes en España, aunque ha ido perdiendo un cierto terreno en los últimos años en favor de alternativas como el renting. Una modalidad casi obligada para quien quiere tener el coche en propiedad pero no puede o quiere afrontar el pago al contado.
Esta modalidad permite dividir el coste del vehículo en cuotas mensuales durante un período determinado, facilitando así la adquisición de coches nuevos o usados sin necesidad de contar con la totalidad del importe de forma inmediata. Tres, cuatro, cinco años... incluso diez en algunos casos, una elección esta última en la que no solo debemos tener en cuenta que la cuota sea más asumible.
Fundamentos de la financiación de vehículos
- Tipos de financiación: Existen principalmente dos tipos de financiación vehicular: la financiación bancaria, ofrecida por entidades financieras y bancos, y la financiación ofrecida directamente por los concesionarios o fabricantes a través de sus propias financieras. Cada una tiene sus particularidades, pero lo importante es comparar entre ellas siempre teniendo en cuenta el coste total que tendrá para nosotros el préstamo y las posibles vinculaciones o servicios integrados, como mantenimientos.
- Términos y condiciones: Los términos de la financiación, como el tipo de interés (fijo o variable), el plazo (suele ser entre dos y seis años), y la cantidad financiada, pueden variar mucho dependiendo de la entidad financiera o del concesionario, así como del perfil crediticio del comprador.
- Intereses y costes asociados: El coste total del coche financiado inclue no solo el precio del coche, sino también los intereses generados durante el periodo de financiación. Es esencial comparar la Tasa Anual Equivalente (TAE) y no solo el Tipo de Interés Nominal (TIN) para obtener una imagen completa del coste del préstamo. Cuadro de amortización y suma de cuotas más entrada es clave para entender el coste total real.
Ventajas de la financiación
- Accesibilidad: La financiación hace accesible la compra de vehículos que de otra forma podrían estar fuera del alcance inmediato del comprador, permitiendo pagos distribuidos en el tiempo.
- Flexibilidad: Los compradores pueden seleccionar plazos de financiación y cuotas que se ajusten a sus necesidades y capacidad de pago, aunque la duración del financiamiento y el importe de las cuotas afectarán al coste total del crédito. Cuanto mayor sea el porcentaje financiado, más intereses pagaremos. Igual que cuanto más tiempo queramos dilatar el préstamo.
- Promociones y ofertas especiales: Los concesionarios, en colaboración con entidades financieras, suelen ofrecer condiciones de financiación ventajosas, como tipos de interés bajos o incluso períodos sin intereses, como estrategia para incentivar la compra, así como descuentos en el precio del vehículo. No obstante, esto último nunca puede ser un dato completo, solo intermedio: siempre hay que calcular el precio final a pagar.
Desventajas de la financiación
- Coste total superior: A largo plazo, el coste de adquirir un vehículo mediante financiación será superior al de una compra al contado debido a los intereses y otros posibles cargos asociados al préstamo, como seguros.
- Compromiso a largo plazo: Financiar un coche implica asumir un compromiso financiero durante varios años, durante los cuales el comprador debe asegurarse de poder afrontar las cuotas mensuales. Quizás hoy podamos pagar sin apuros una letra de 450 euros, pero tal vez dentro de dos años nuestra situación haya empeorado. Es un riesgo.
- Requisitos y condiciones: Para acceder a una financiación con condiciones favorables es necesario contar con un buen historial crediticio y unos ingresos recurrentes demostrables. Además, algunas ofertas de financiación pueden requerir ciertas condiciones, como la contratación de seguros o servicios adicionales.
Antes de optar por la financiación, es fundamental evaluar la situación financiera personal, considerar el coste total del préstamo y comparar las diferentes opciones y ofertas disponibles en el mercado, sin limitarnos a lo que nos diga el concesionario. También es recomendable leer detenidamente el contrato de financiación para entender todas las cláusulas, incluidas las referentes a posibles comisiones por cancelación anticipada o modificaciones del contrato.
La financiación puede ser una excelente opción para adquirir un vehículo, siempre que se elija con atención para evitar pagar un TAE más alto de lo debido y se ajuste a las necesidades y capacidades financieras del comprador.
Y un último matiz: es importante tener en cuenta que los intereses que cobra la financiera del concesionario suelen ser algo más elevados que el que ofrecen los bancos, aunque estas implican un descuento para el vehículo. Toca hacer números y ver qué compensa más: mejor interés, o el descuento.
Compra al contado
La compra al contado de un vehículo representa la transacción directa mediante el pago completo del precio del vehículo en el momento de la adquisición, sin recurrir a préstamos o financiamientos externos. Aunque puede requerir una inversión financiera importante de una sola vez, la compra al contado tiene ventajas que pueden hacerla atractiva para determinados compradores, sobre todo para quienes tienen ahorros elevados o viven en una situación financiera muy desahogada y cómoda.
Fundamentos de la compra al contado
- Transacción inmediata: Al pagar el vehículo en su totalidad, el comprador se convierte inmediatamente en el propietario del coche, sin obligaciones financieras pendientes ni intereses adicionales a pagar.
- Sin intereses ni cargos adicionales: A diferencia de las opciones de financiación, comprar un vehículo al contado elimina la necesidad de pagar intereses, lo que puede reducir significativamente el coste total de adquisición.
- Negociación del precio: Los compradores que optan por el pago al contado pueden estar en una mejor posición para negociar el precio del vehículo con el vendedor o concesionario, ya que la transacción no depende de la aprobación de un crédito ni de las condiciones de una entidad financiera.
Ventajas de la compra al contado
- Ahorro en el coste total: El principal beneficio de comprar un coche al contado es el ahorro que representa al evitar los intereses que se acumularían con un plan de financiación. Esto puede hacer que la opción al contado sea menos costosa a largo plazo.
- Propiedad inmediata y libre de cargas: Al pagar el vehículo al contado, el comprador obtiene la propiedad inmediata, sin deudas asociadas ni reserva de dominio por parte de entidades financieras. Esto ofrece libertad para vender el coche en cualquier momento sin tener que saldar un préstamo pendiente. Es nuestro al 100% desde el primer día.
- Menos complicaciones administrativas: La compra al contado simplifica el proceso de adquisición al eliminar la necesidad de aprobar financiación, evaluar términos de préstamo o gestionar cuotas mensuales. Permite comprar un coche como quien compra una barra de pan. O casi.
Desventajas de la compra al contado
- Gran desembolso inicial: La principal barrera para muchos compradores es la necesidad de disponer de una cantidad tan alta de dinero líquido de antemano, lo que puede no ser viable para todos o podría agotar los ahorros destinados a otras inversiones o emergencias. La descapitalización, vaya.
- Coste de oportunidad: Utilizar una gran suma de dinero para comprar un vehículo al contado puede significar tener que renunciar a la oportunidad de invertir ese capital en opciones que ofrezcan una cierta rentabilidad, como un fondo de inversión, acciones bursátiles o cualquier producto financiero. Esto no aplica a quienes decidan quedarse al margen de este tipo de operaciones y únicamente contemplen mantener sus ahorros en la cuenta bancaria.
Antes de decidirse por la compra al contado, es crucial entender nuestra situación financiera personal y considerar si el desembolso inmediato es la mejor opción a largo plazo. Aunque comprar al contado puede ofrecer ahorros y ventajas en cuanto a simplicidad y propiedad libre de cargas, también se debe ponderar el impacto de un gasto tan significativo en la liquidez y el plan financiero. No obstante, para muchas personas es tan importante o más un factor psicológico: la tranquilidad de saber que no tienen ninguna deuda pendiente. Por asumible que sea.
La compra al contado es una opción que ofrece claras ventajas en términos de ahorro y propiedad inmediata, pero que requiere una planificación financiera cuidadosa y la disposición de fondos necesarios para realizar la transacción sin comprometer la estabilidad financiera del comprador. ¿Qué colchón habría que dejar sin tocar? Eso ya dependerá de usted, querido lector.
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