Tesla tendrá que devolver 112.000 euros al dueño de un Model X en plena guerra europea por el coche autónomo

Tesla tendrá que devolver 112.000 euros al dueño de un Model X en plena guerra europea por el coche autónomo
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Tesla tendrá que devolver el dinero al propietario alemán de un Tesla Model X. Así lo ha decidido un tribunal de Munich, que ha puesto en el punto de mira el funcionamiento del Autopilot. La firma estadounidense vuelve a tener problemas en Europa justo cuando trabajan en el lanzamiento de su FSD en nuestro continente.

112.000 euros. Esto es lo que le ha costado a Tesla la última decisión del tribunal de Munich. Es lo que vale el Tesla Model X que el denunciante compró a la firma estadounidense y que ahora tienen que devolverle por un mal funcionamiento de su sistema de Autopilot.

La condena pone el foco en que el sistema es peligroso en las ciudades y que no reconoce correctamente estrechamientos de calzada o que es susceptible de sufrir frenazos fantasma inesperados, poniendo en riesgo la seguridad de los pasajeros.

No es autónomo. Más allá de esta decisión judicial, hace tiempo que el Autopilot de Tesla y su FSD (Full Self-Driving) están en el punto de mira de los reguladores europeos y americanos. De hecho, la NHTSA ha llegado a calificar este tipo de sistemas (también los de otras marcas) de publicidad engañosa.

Al igual que ha sucedido en algunos accidentes donde el Autopilot ha sido protagonista, Tesla ha defendido en Munich que este sistema no garantiza la conducción autónoma y que el último responsable es el conductor, por lo que puede activar y desactivar el sistema cuando así lo considere. La justicia alemana ha desestimado este argumento asegurando que esto podría distraer de la conducción al usuario.

La importancia de la conducción autónoma. Tesla ya gana dinero con sus coches, pero la conducción autónoma es uno de sus pilares básicos para el futuro y uno de los motivos que atraen a los analistas para prever que su valor se multiplique en el futuro.

De hecho, su FSD, el sistema de conducción semiautónoma más avanzado, se propone como un servicio más para los conductores. Mediante actualizaciones, la idea es que el conductor puede suscribirse a una mayor automatización de las funciones. De esta manera, es una nueva vía de negocio con ingresos recurrentes para la compañía.

Y no es el único interés que Tesla tiene en el coche autónomo. Elon Musk ha asegurado que en mayo de 2023 veremos sus primeros robotaxis, vehículos completamente autónomos y sin conductor. La compañía no quiere que empresas como Cruise o Waymo obtengan una ventaja diferencial en este mercado.

La pelea por el FSD. La decisión del tribunal germano llega en un mal momento para Tesla. La compañía trabaja con lanzar su FSD en Europa a final de año, pero las investigaciones y las trabas que las administraciones están poniendo para algunas de sus maniobras son recurrentes. En mayo ya se avisaron de nuevos retrasos en los vehículos que incorporaban estas funciones.

De hecho, el propio Elon Musk ha reconocido que su empresa está teniendo algunos problemas para implementar el servicio FSD en Europa, pues las diferencias en las marcas viales entre países son mucho más acusadas en nuestro continente, lo que genera un mayor trabajo a los ingenieros.

El salto de nivel. Hasta ahora, Tesla presumía de su Autopilot como un valor añadido en la venta de sus vehículos, pero la guerra por la conducción semiautónoma se ha recrudecido en Europa. Especialmente con la obligación de que todos los coches nuevos homologados a partir de este mes de julio tengan que contar con una amplia dotación de sistemas ADAS de ayuda a la conducción.

Por su parte, Mercedes ya tiene permitido funcionar con una autonomía de nivel 3 o, lo que es lo mismo, sin necesidad de que el conductor tenga que mantener la atención en la carretera. Los espacios, eso sí, son muy reducidos pero la compañía descarga cualquier responsabilidad del conductor en caso de accidente y la hace suya.

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