En febrero de 2012 analizábamos en Xataka un nuevo móvil de un fabricante desconocido para la inmensa mayoría. Se trataba del Xiaomi Mi-One, un terminal que mostró buenas mimbres y que se convertiría en el primero de una larga (larguísima) estirpe.
Con el tiempo el buen hacer de Xiaomi fue haciendo que cada vez se hablase más de la marca. El Mi 2S y sobre todo el Mi3 consolidaron esa imagen. El fundador y CEO de Xiaomi, Lei Jun, aceptaba sin problema que se le calificara como el Steve Jobs chino, pero al mismo tiempo afirmaba que no quería que la gente comparara a Xiaomi con Apple, sino con Amazon.
Jun jugaba al despiste.
Por supuesto que quería ser comparado con Apple. No había mejor referente en el mundo de los smartphones, y Xiaomi no tardó en aprovechar esa popularidad para expandirse y mostrar su particular desvergüenza. El fabricante hacía muchas cosas bien, pero copiaba a Apple sin piedad una y otra vez.
Aún así, lo cierto es que probablemente no había mucha gente que creyese que Xiaomi fuese a llegar hasta donde ha llegado. Su cuota de mercado se mantuvo modesta hasta el segundo trimestre de 2017.
Por entonces la firma acababa de presentar su iPhone, y algo más tarde llegaría el Xiaomi Mi Mix con esas 6,4 pulgadas que analizábamos y criticábamos (¡ja!) a pesar de iniciar la tendencia de móviles sin marcos. En noviembre de 2017 la marca llegaba oficialmente a España —hasta entonces había que comprarlos de importación— y comenzaba su despegue definitivo.
La cosa funcionaba: los terminales eran buenos, bonitos y (sobre todo) baratos. Xiaomi pronto iniciaría su desdoble: nacían los Redmi que atacaban a la gama de entrada mientras los Xiaomi "puros" comenzaban a mirar de tú a tú a Apple también en precio.
La evolución de la marca en este apartado es evidente: sus terminales más ambiciosos son tan caros (o más) que los de Apple. Y mientras lo hacían y nos mareaban con decenas de modelos al año, conseguían precisamente lo que se habían propuesto. Eso que probablemente muy pocos imaginaban cuando empezaron a conocer su andadura.
Como muestra la gráfica de Statista, se convirtieron en uno de los mayores fabricantes del móviles del mundo. En agosto de 2021 llegaron a coronarse como reyes del mercado global, al menos según los datos de Counterpoint Research, y hoy en día ocupan la tercera posición, empatados con OPPO y solo por detrás de Samsung y Apple. En España, eso sí, son imbatibles en la actualidad.
Lei Jun debe estar exultante: en apenas una década ha conseguido lo que parecía imposible: se enfrentaba a verdaderos gigantes y logró situar su marca entre las más importantes del mundo.
¿Conseguirá lo mismo con los coches?
La presentación hoy del Xiaomi SU7 es desde luego un hito asombroso para la firma. Lei Jun explicaba que ese coche eléctrico es el resultado de apenas tres años de trabajo, pero también dejaba claro que esto era solo el principio.
"Trabajando duro los próximos 15 a 20 años, nos convertiremos en uno de los 5 principales fabricantes de automóviles del mundo", destacaba. En los diversos anuncios que han ido realizando en la empresa, Xiaomi siempre ha apuntado a Tesla como referente, y con el Xiaomi SU7 parece tener claro que la estrategia a seguir es la misma: compararse sin complejos es la mejor forma de intentar demostrar que pueden competir con la firma de Elon Musk. La idea es clara: lograr competir con Tesla.
¿Podrá hacerlo? ¿Nos lo creemos?
Como sucedió hace una década en el terreno de los móviles, parece difícil pensar que pueda lograr algo así. Tesla se ha convertido en el referente absoluto en el mercado de coches eléctricos, y a Musk y todos sus empleados les ha costado mucho llegar hasta allí.
Y sin embargo, Xiaomi ya ha demostrado que podía hacerlo en el terreno de los smartphones. Es casi irónico que la firma haya presentado su prometedor Xiaomi SU7 y haya integrado en él un interesante sistema de asistencia a la conducción, Xiaomi Pilot, sobre todo cuando llevamos años hablando de la teórica posibilidad de que Apple hiciera justo esto mismo con su Project Titan. Es casi 2024 y el estado de ese proyecto es incierto, pero mientras los chicos de Lei Jun han conseguido lanzar su vehículo y adelantarse al mismísimo Tim Cook.
Eso, por supuesto, podría no significar nada. Puede que Apple simplemente esté esperando tiempos mejores para plantear su hipotético coche eléctrico y autónomo. Y desde luego puede que Xiaomi se encuentre con los mismos obstáculos —que son muchos— a la hora de competir en un mercado tan asentado como el de la automoción.
Aquí la realidad es que no competirá solo con Tesla, sino con muchos de los fabricantes tradicionales, que precisamente llevan tiempo intentando que no se les escape el tren. Así pues, está todo por ver, pero una cosa está clara: Xiaomi empieza aparentemente con buen pie.
Como hizo con aquel Xiaomi Mi One.
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