Hoy el Consejo de Ministros aborda la llamada Ley de Fomento de la Financiación Empresarial, que tiene como objetivo regular los sistemas de financiación colectiva, también conocidos por el término en inglés, crowdfunding, pero en este caso, aquellos conocidos como equity crowdfunding.
Los límites en la inversión serán según dicha normativa de un millón de euros de recaudación, mientras que el máximo por aportación será de 3.000 euros. Las dudas, claro está, comienzan a surgir: ¿qué supone esta nueva normativa?
Bueno, a priori lo cierto es que la regulación parece un paso adecuado --en EEUU hace meses que iniciaron un proceso similar, y allí estos sistemas llevan años funcionando-- pero como revelan nuestros compañeros de El Blog Salmón, hay ciertas implicaciones adicionales.
Y es que en la letra pequeña de la normativa empiezan a aparecer medidas en parte lógicas. En nuestro país la burocracia para la puesta en marcha de nuevas empresas, por ejemplo, nunca ha recibido demasiadas buenas críticas.
La regulación obliga a que los promotores de los proyectos estén "válidamente constituidos en España. En el caso de programas de financiación vía préstamos, los promotores que actúen como personas físicas deberán tener su residencia fiscal en España", suponemos que para que esas empresas no logren "escaparse" de sus obligaciones con Hacienda.
Lo cierto es que el segmento de la financiación colectiva ha supuesto un impulso dramático de la "pequeña innovación" --por llamarlo de algún modo-- frente a los tradicionales departamentos de I+D de las empresas multinacionales.
En 2013 se movieron cerca de 750 millones de euros anuales en Europa, y 10 de esos millones estaban destinados a proyectos con sede española. El Gobierno hace bien en regular un sector que parece realmente prometedor, pero será interesante ver qué opinan los promotores de proyectos respecto a las decisiones de la normativa. Estaremos muy atentos para actualizar esta noticia.
Vía | El Confidencial En Genbeta | Las consecuencias de regular el crowdfunding: hablamos con inversores y emprendedores
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