Sinceramente, a estas altura es difícil que os sorprenda que China aloja algo que es "lo más grande del mundo" en su clase si nos leéis de manera habitual, porque lo de este país es de récord (y muchas veces). Tiene el puente más largo del mundo y hace poco os contábamos que también ha logrado construir el puente de cristal más largo del mundo, pero además son los constructores de la presa hidroeléctrica más grande del mundo. Tan redundante como cierto.
Se trata de la Presa de las Tres Gargantas (The Three Gorges Dam) y se encarga de retener y aprovechar las aguas del caudaloso río Yangtsé. Es el río más largo del país, del continente asiático y el tercero más largo del mundo (su nombre, no en vano, significa "río largo"), y para algo así evidentemente no iba a quedarse una presa "tan pequeña" como las habituales.
22.500 megavatios y más de 2 kilómetros de presa
El Yangtsé nace en la meseta tibetana, en sus 6.300 kilómetros pasa por Wuhan y desemboca en Shanghai, aunque la Presa de las Tres Gargantas se ubica en la ciudad de Yichang (en la provincia de Hubei), que está más o menos en el centro del país. En esa ciudad se haya esta presa que, como dijeron en Magnet al hablar de las megaconstrucciones más bestias que ha creado el ser humano para producir energía, es la mayor planta energética del mundo con una capacidad de 22.500 megavatios.
Su construcción de la presa se inició oficialmente el 14 de diciembre de 1994 (ceremonia incluida, claro), pero la idea de hacerlo es mucho más antigua, dado que en 1919 ya se hablaba de la posibilidad de construir grandes presas en este río para controlar las inundaciones y además aprovechar la energía según se referencia en este completo estudio del CSIC.
Desde 1930 se estuvieron realizando estudios encarados a la realización de un gran proyecto en torno a la idea de una enorme presa, aunque no fue hasta 1944 y la colaboración de un experto en presas estadounidense (J.L. Savage) cuando se dio al gatillo definitivo. Pero la crisis económica y la situación de guerra civil del país hicieron que se parase en 1947 hasta que finalmente se reinició a finales del siglo XX, favorecido por el deseo de Mao Tse-Tung de que China tuviese la mayor planta hidroeléctrica del mundo (e incluso hizo un poema con sus intenciones de lograrlo).
Dejando a un lado la historia, finalmente en 1993 se aprobó el proyecto consistente en una presa "multipropósito", orientada al control de las inundaciones, la navegación y la producción de energía. El diseño del que se partió era el de un bloque de cemento de 185 metros de altura y 2.310 metros de largo, formando un embalse (llamado Gorotkia) con la capacidad estimada de 39.300 millones de m³.
Inicialmente se planificó que presa contendría 26 hidroturbinas (14 en el lado norte y 12 en el lado sur), estimando una capacidad de 18.200 MW (700 MW por turbina). Pero finalmente hay 34 hidroturbinas, añadiendo seis subterráneas y dos de 50 MW a las iniciales, para lograr esos 22.500 MW totales que decíamos de potencia total.
La presa, finalmente, quedó en 2.209 metros de largo. Una construcción tan grande de hormigón tenía el riesgo de que el cemento se agrietase y se sobrecalentase, pero precedentes como la gran presa Hoover sirvieron para idear métodos de enfriamiento del mismo (aire frío antes de la mezcla y transportadores de alta velocidad, en este caso), y en total se usaron más de 28.000 millones de m³ de hormigón. Casi nada.
El primer generador (en el lado norte) empezó a trabajar en julio de 2003, y durante las fases de la construcción se fue reubicando a más de 1.200.000 habitantes debida a la magnitud de la construcción (hay incluso una película sobre ello, 'Naturaleza muerta'). La obra finalizó oficialmente el 20 de mayo de 2006, con lo que fueron un total de 11 años de construcción (menos de los estimados, que fueron 17).
Trabajaron unas 27.000 personas en el proyecto y se llegaron a desplazar más de 100 millones de m³ de tierra, sumergiendo unos 630 kilómetros cuadrados de superficie del territorio chino. También contiene el ascensor para embarcaciones más grande del mundo (aunque no es tan bonito como la Rueda de Falkirk, el cual permite que los barcos (de hasta 3 toneladas) superen el desnivel de 113 metros que hay en el río entre el antes y el después de la presa (en el vídeo que os ponemos a continuación podéis verlo en construcción hacia el minuto 17:20).
Una gran construcción con enormes efectos sobre el país y sobre el planeta
Con todos esos números que os hemos mostrado, la presa es una megaconstrucción en toda regla. No en vano, según la NASA entre sus consecuencias está la alteración del eje de rotación de la Tierra (unos dos centímetros), lo que supuso un incremento de las horas de luz de 0,06 milésimas de segundo, aunque según Miguel Sevilla, vicedirector del Instituto de Astronomía y Geodesia del CSIC y catedrático de la Universidad Complutense de Madrid, ya explicó que "es algo que sucede todos los días" por la acción del núcleo terrestre o las mareas.
De hecho, el proyecto (y sobre todo su construcción final) tuvo controversia por las consecuencias derivadas de su envergadura. En el estudio del CSIC que citábamos antes ya se planteaban las consecuencias medioambientales de cualquier presa, con cambios químicos y geológicos que influyen en la biodiversidad, responsabilizando a la obra de la desaparición del delfín baijí, endémico de la zona.
Hubo además pérdidas arqueológicas de reliquias ubicadas en las cercanías del río por la inundación de tierras, entre las que se encontraban elementos del Paleolítico, Neolítico y obras de las dinastías Ming y Qing entre otras. Por no hablar de esas reubicaciones que hemos mencionado antes de más de un millón de habitantes.
Imagen | Rehman
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