La agricultura se enfrenta a dos problemas a largo plazo: la escasez de agua dulce para el regadío y la falta de suelo cultivable, en especial si se cumplen las previsiones del aumento del nivel del mar, que un reciente estudio estima que será de más de un metro para el año 2100 y de hasta cinco metros para 2300. Estas lúgubres perspectivas para la principal fuente de alimentos de la Humanidad han motivado a la empresa japonesa N-Ark para diseñar unos invernaderos flotantes que se alimentan en gran medida de agua del mar.
Los japoneses explican en su web que para poder cultivar alimentos con agua del mar se van a basar en una técnica denominada Moisculture, desarrollada por la empresa nipona Cultivera, que reduce la capa de tierra necesaria para el cultivo en 15 centímetros y la sustituye por fibras especiales de 5 milímetros de espesor. Con ella es necesaria mucha menos cantidad de agua, un 90% menos según sus estimaciones, ya que estas fibras retienen mejor la humedad y permiten el crecimiento de los vegetales aportando azúcares y vitaminas adicionales.
En combinación con esa técnica van a usar otra que están patentando en estos momentos y que consiste en mezclar el agua del mar alcalina y el agua de lluvia ácida, con el fin de que se neutralicen y el líquido resultante pueda usarse para regar las plantas. Eso sí, explican que este método sólo se podrá aplicar en determinados vegetales, aunque no especifican cuáles.
Estas dos técnicas de cultivo se combinarán, a su vez, con el diseño de los invernaderos flotantes, pensado para favorecer la aplicación de estos métodos. Así, tendrán un techo en forma de uve para capturar la lluvia, que será la que se mezcle con el agua marina para obtener el líquido con el que se regarán las plantas, y un sistema de refrigeración alimentado por energía solar que utilizará el agua del mar para controlar la temperatura del interior.
Además, la estructura estará fabricada de madera adelgazada y ensamblada con juntas de fibra de carbono, con dos objetivos: favorecer la flotabilidad de la instalación y evitar la corrosión por la acción de la sal marina que presentan otro tipo de materiales. Por último, bajo los invernaderos también se cultivarán vegetales, en este caso algas, cuyo objetivo será limpiar el entorno marino y mejorar el ecosistema.
Agua marina para cultivar
No es la primera vez que un proyecto de agricultura sostenible usa el agua del mar y técnicas de cultivo innovadoras para conseguir vegetales comestibles. La compañía saudí Red Sea Farms está estudiando la posibilidad de cultivar tomates con agua marina, para lo que están cruzando especies de este vegetal que toleran líquido salobre, pero que no son comestibles, con especies que se pueden comer y necesitan agua dulce para crecer.
Otra solución que también se ha explorado por parte de algunas empresas de agricultura es la de desalinizar el agua destinada al regadío, como se está haciendo en La Palma desde hace un mes para restablecer el suministro de los agricultores afectados por la erupción, según informa El Día.
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