El texto de Carl Sagan en el que 20 años atrás anticipaba el debate sobre redes sociales y fake news

El texto de Carl Sagan en el que 20 años atrás anticipaba el debate sobre redes sociales y fake news
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Enrique Pérez

Editor Senior - Tech

Editor especializado en tecnología de consumo y sociedad de la información. Estudié física, pero desde hace más de diez años me dedico a escribir sobre tecnología, imagen y sonido, economía digital, legislación y protección de datos. Interesado en aquellos proyectos que buscan mejorar la sociedad y democratizar el acceso a la tecnología. LinkedIn

Astrónomo, comunicador científico y escritor prolífico. Carl Sagan alcanzó la fama con la serie 'Cosmos', pero sus enseñanzas van mucho más allá. Hace más de 20 años, el divulgador publicó uno de los mejores libros sobre pensamiento crítico, donde además de ofrecernos las 9 reglas del pensamiento escéptico también confirmó que era un hombre adelantado a su tiempo.

El libro El mundo y sus demonios: la ciencia como una luz en la oscuridad fue publicado por primera vez en 1995 y casi de manera profética, contiene un fragmento donde nos advierte de manera precisa sobre los peligros de las redes sociales y las noticias falsas. El texto está orientado principalmente al ámbito de los Estados Unidos, pero es fácil darse cuenta que puede aplicarse perfectamente a nuestra situación.

Una advertencia casi profética

En 1995, Carl Sagan escribe el siguiente texto en su libro 'The Demon-haunted World':

"La ciencia es más que un cuerpo de conocimiento, es una manera de pensar. Tengo un presagio de la época de mis hijos o mis nietos, cuando Estados Unidos sea una economía de servicios e información; cuando casi todas las principales industrias manufactureras se hayan ido a otros países; cuando los increíbles poderes tecnológicos estén en manos de muy pocos, y nadie que represente el interés público pueda si quiera comprender los problemas; cuando la gente haya perdido la capacidad de establecer sus propias agendas o cuestionar sabiamente a los que tienen autoridad; cuando, abrazados a nuestras bolas de cristal y consultando nerviosamente nuestros horóscopos, con nuestras facultades críticas en declive, incapaces de distinguir entre lo que se siente bien y lo que es verdad, nos deslicemos de vuelta, casi sin darnos cuenta, en la superstición y la oscuridad".

Generalmente con una visión optimista, la cita de su libro nos habla de una sociedad que desconfía de la autoridad, con cada vez más diferencia entre los que tienen el poder y los que no y donde nos dejaríamos llevar por las supersticiones, las viejas pseuodociencias y otras formas más sofisticadas de desinformación que nos llevarían a difuminar la línea entre lo que sienta bien y la verdad.

Pero su premonición de hace más de veinte años no queda ahí y también concreta sobre esta sociedad de la información en la que vivimos. Sagan continúa así:

"La caída en la estupidez de Norteamérica se hace evidente principalmente en la lenta decadencia del contenido de los medios de comunicación, de enorme influencia, las cuñas de sonido de treinta segundos (ahora reducidas a diez o menos), la programación de nivel ínfimo, las crédulas presentaciones de pseudociencia y superstición, pero sobre todo en una especie de celebración de la ignorancia."

Como si tuviera una bola de cristal, Carl Sagan describe muy bien la problemática con las noticias falsas y el contenido viral que en unos pocos segundos pasa por nuestras redes sociales.

El autor nos advierte de una "celebración de la ignorancia", una situación donde afortunadamente sí parece que se está luchando desde los propios medios con el auge de verificadores y desde las propias empresas tecnológicas.

El mensaje de Sagan sigue muy vigente

Carl Sagan nos dijo adiós un año después de la publicación de este libro. De eso hace ya bastantes años, pero su mensaje de escepticismo sigue siendo muy actual. Para el divulgador, el método científico y el pensamiento crítico eran vitales para arrojar luz en la oscuridad. Y precisamente este enfoque le permitió analizar las tendencias de su tiempo y pronosticar, con bastante precisión, los resultados en nuestra época.

El divulgador no solo puso encima de la mesa un debate que ahora nos planteamos, también describe lo sutil del proceso. "Consultando nerviosamente, "incapaces de distinguir" o "nos deslicemos casi sin darnos cuenta"; si hemos llegado a plantearnos el debate sobre las noticias falsas es porque ya se ha convertido en un problema a solucionar, pero lo que deberíamos ver es cómo hemos llegado hasta aquí y hacia dónde nos dirigimos.

Un futuro donde haríamos bien en seguir aplicando las reglas que nos recomendó Sagan, porque de la misma manera que hemos derivado en las noticias falsas, esta ceguera provocada por no aplicar un pensamiento escéptico nos puede llevar a otra oscuridad.

Imagen de portada | Cornell University

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