Estamos rodeados de servicios de Google que recolectan un montón de datos sobre nuestra actividad, y ahora la empresa ha querido ofrecer a todos sus usuarios más control sobre todos esos datos y sobre su privacidad.
En el anuncio oficial realizado por Sundar Pichai esta semana, el CEO de Google explicaba cómo por ejemplo el historial de ubicaciones se borrará automáticamente a los 18 meses, pero tenemos más opciones tanto en ese apartado como en otros.
Borrado automático, borrado manual
Lo mismo ocurrirá con el la actividad que Google recolecta sobre nuestras sesiones en sus servicios web y aplicaciones: las cuentas que no habían aprovechado previamente esa capacidad de establecer el periodo de borrado lo tendrán activado de forma automática con 18 meses como elección por defecto.
Todos los usuarios actuales siguen pudiendo cambiar esas preferencias manualmente, y Google enviará un correo —puede que le haya llegado ya a muchos usuarios— para que hagan una revisión de los términos de privacidad y que también pregunta de forma explícita qué opción quieren elegir a la hora de almacenar esos datos.
Hay servicios que sí activan ese borrado automático pero otros como Gmail Drive o Fotos no porque como indican en Google dichos servicios "están diseñados para almacenar de forma segura tu contenido personal siempre que necesites acceder a él". En YouTube el borrado del historial se fija en 36 meses, por ejemplo.
En ambos casos podremos desactivar esa opción o cambiar esas opciones de autoborrado para establecer otros periodos de tiempo. Este cambio es relevante, ya que hasta ahora esa información se mantenía en los servidores de Google de forma indefinida, algo que según Google era importante para personalizar sus servicios y adaptarlos a cada usuario.
Hay algunos cambios adicionales: desde el buscador podremos llegar a los controles de nuestra cuenta de Google mediante búsquedas como "Verificación de privacidad de Google" o "¿Es segura mi cuenta de Google?". Ese chequeo de privacidad también nos ofrecerá información sobre nuestras contraseñas en los servicios de Google, indicando si son seguras o cuándo alguien ha tratado de entrar en esas cuentas.
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