La conectividad 5G que está llegando a nuestras vidas tiene sello mayoritariamente asiático. Las marcas europeas se quedaron rezagadas y ahora parece que van a evitar tropezar con la misma piedra, poniéndose ya las pilas para el 6G que se espera que llegue durante la siguiente década.
Al menos eso demuestra el último anuncio: Nokia Oyj liderará un grupo de empresas y universidades en un proyecto financiado por la Unión Europea llamado Hexa-X y creado, según las informaciones oficiales, para ayudar a poner en marcha la nueva generación de tecnología móvil ya bautizada como 6G. Esta, de acuerdo con la apuesta de Samsung, llegará en 2028 y conseguirá ofrecer 1.000 Gbps de velocidad.
En junio de 2020, Statista publicaba qué empresas tenían más patentes registradas para el desarrollo de la tecnología 5G. La lista estaba liderada por Huawei, seguida de Samsung, LG, Nokia, ZTE y Ericsson. Es decir, cuatro compañías de Asia (dos firmas chinas, dos coreanas) y dos de países de la Unión Europea.
Las críticas a las decisiones europeas que han dejado a la región por detrás en el 5G
La propia Ericsson, empresa de Suecia, y uno de los principales actores mundiales en 5G, hizo un informe el pasado mes de julio afirmando que “Europa, que una vez fue sinónimo de liderazgo en telefonía móvil, está ahora muy atrasada”.
¿Sobre qué se basaba Ericsson para tal crítica sobre su propio tejado? Explicaba Gabriel Solomon, líder de Government & Industry Relations que "el despliegue, la adopción y la calidad de la 4G se encuentra a unos años de distancia de las regiones líderes". Según sus informaciones, las suscripciones a 4G en 2019 fueron del 42% en Europa Central y Oriental y del 69% en Europa Occidental. Cifras muy bajas en comparación con el 88% en el Noreste de Asia y el 91% en América del Norte.
Para Solomon, una de las razones principales de este rezago es la inversión: se espera que la inversión europea per cápita sea el 40% de la inversión total de Corea del Sur, alrededor de la mitad de la inversión de Estados Unidos, y unos dos tercios del nivel de Japón.
Por otro lado, Börje Ekholm, presidente y CEO de Ericsson firmó en un escrito que el problema del rezago del Viejo Continente no depende de las marcas fabricantes. "En la última década ha habido un considerable apoyo público para promover el 5G en Europa. Pero en los despliegues reales, Europa se está quedando por detrás de los mercados líderes". Los principales obstáculos, de acuerdo con el directivo, son las políticas de reglamentación y la baja inversión pública para los proveedores de servicios europeos.
El Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, un think tank europeo, concluía en un informe publicado en julio de 2020 que la región se perdió la primera oleada de tecnología. El mayor problema, según este grupo, es que "los Estados miembros de la UE no tienen una posición común sobre cuestiones tecnológicas o incluso un entendimiento compartido sobre la importancia estratégica de las tecnologías digitales.
Ahí es donde radica uno de sus principales problemas de futuro: tomar decisiones de una forma rápida. En cuanto a la principal fortaleza, según esta entidad es que en la región hay ventajas competitivas como "la informática de vanguardia".
Planes de Europa para el 6G
Tras escuchar las críticas, volvamos a poner la vista en el futuro y en los planes de inversión de Bruselas. El proyecto Hexa-X comenzará el 1 de enero de 2021, con una duración prevista de 2 años y medio. Nokia es el líder del proyecto y Ericsson ejerce como "technical manager" o gerente técnico.
También forman parte de esta iniciativa Orange, Telefónica, Intel y Siemens además de las universidades de Pisa o la Carlos III de Madrid entre otras.Comprende proveedores de redes, proveedores de servicios de comunicación, de tecnología e institutos europeos de investigación en materia de comunicaciones.
El proyecto será adjudicado por la Comisión Europea en el marco del Programa de Investigación e Innovación Horizonte 2020 de la Unión Europea.
En el mes de enero de 2020, la Unión Europea ya publicó un documento hablando de la necesidad de crear una alianza estratégica europea para la investigación y la innovación en el campo de las futuras redes, abriendo el paso al 6G con la creación de nuevos estándares. Una vez más, Bruselas habla de unión, alianzas y regulación.
Por el momento, la inversión ha llegado: la Unión Europa invertirá 150.000 millones de euros en diversos proyectos tecnológicos e innovaciones, como se anunció en septiembre. Este dinero se destinará a la nube Gaia-X, la conectividad segura o la expansión de 5G, 6G y fibra, entre otras tecnologías de futuro.
Situación de Nokia en cuanto al 5G y el futuro 6G
Según un comunicado oficial anunciando esta iniciativa, Nokia Bell Labs (así se llama la rama de investigación industrial de Nokia) junto con el consorcio Hexa-X, ha identificado seis desafíos de investigación que deben abordarse para sentar las bases técnicas de los sistemas inalámbricos 6G.
De entre estos, destaca la idea de tener muy presentes herramientas de Inteligencia Artificial y de Machine Learning. En segundo lugar, hablan de la creación de una "red de redes", que agregue múltiples tipos de recursos para crear un ecosistema digital heterogéneo. ¿Servirá esta iniciativa para fomentar más las alianzas entre los actores europeos a la hora de ofrecer conectividad de Internet?
Además de Hexa-X, Nokia participa activamente en otras iniciativas europeas de investigación sobre 6G, como 6Genesis, un programa nacional de 6G financiado por la Academia de Finlandia y dirigido por la Universidad de Oulu.
De acuerdo con las informaciones ofrecidas por Nokia, también forma parte de Horizon Europe Smart Networks and Services.
Hay que decir que, a pesar del rezago europeo ya visto en las cifras aportadas por Ericsson, Nokia ha sido uno de los protagonistas de la era 5G. En verano de 2018 se firmó el primer gran contrato de 5G en el mundo, que se llevó Nokia por 3.500 millones de dólares en Estados Unidos.
Aún implementando el 5G y con gran competencia en el 6G
Todavía no ha arrancado el proyecto Hexa-X y la mayoría de la población mundial aún no ha probado la velocidad del 5G. Pero las marcas que componen esta nueva iniciativa europea se enfrentan ya a una gran competencia en el desarrollo del 6G y de nuevo llega desde Asia.
Por ejemplo, China ha lanzado lo que afirma que es el primer satélite 6G del mundo al espacio. Su objetivo es probar las nuevas bandas de espectro que se utilizarán para la transmisión de datos por 6G en el futuro. Uno de los primeros pasos para avanzar en ello es probar la viabilidad de la tecnología en nuevas bandas del espectro.
Por su parte, a finales del 2019, Ren Zhengfei, CEO de Huawei dijo que la empresa seguía trabajando en desarrollar sus capacidades 5G en paralelo con el desarrollo del 6G del futuro. La firma acaba de aterrizar en España: esta semana la Universitat Politècnica de València (UPV) y Huawei Technologies han puesto en marcha la primera unidad de investigación conjunta en España por parte de la marca china. Esta unidad trabajará para avanzar hacia la primera red de comunicaciones 6G. Huawei ha invertido en varios centros del mundo y en España se ha decantado por este centro educativo.
En Estados Unidos el pasado mes de noviembre se creó la alianza Next G Alliance, una iniciativa de ATIS, una organización compuesta por operadores y fabricantes que operan en Norteamérica. Next G Alliance tiene como miembros fundadores a AT&T, Bell Canada, Ciena, Ericsson, Facebook, InterDigital, JMA Wireless, Microsoft, Nokia, Qualcomm Technologies, Samsung, Telus, Telnyx, T-Mobile, UScellular y Verizon.
La organización dice que su principal enfoque será volver a poner a Estados Unidos en el centro de la innovación en redes móviles.
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