Todos los robots aspiradores del mercado tienen el mismo problema: las escaleras. Muchos de ellos son capaces de detectar los escalones para no caerse y sufrir daños, pero por el momento subirlos y bajarlos para limpiar diferentes plantas es una tarea que no pueden realizar. Pero a los problemas, soluciones, o en este caso, tres turbinas que convierten a un robot aspirador cualquiera en un robot aspirador volador.
Así lo ha hecho Peter Stripol, un youtuber de Estados Unidos que posee un canal dedicado a la ingeniería y especializado en drones. Su última invención se trata de un robot aspirador volador que se puede controlar usando un mando a distancia, como si de un dron se tratase, para que pueda sobrepasar las escaleras y limpiar en otras plantas. Es, como poco, curioso de ver.
Limpia (más o menos) y vuela
El robot aspirador, afirma el YouTuber, es uno de los más baratos que se pueden encontrar en Amazon. Costó 39 dólares y es muy similar a este, aunque el precio final ascendió a unos 200 dólares tras comprar los propulsores que fueron acoplados a los lados. Es un tricóptero, así que los motores fueron colocados en forma de "Y" y ajustados manualmente. Eso permite que las dos hélices delanteras se contrarresten entre sí y que a la hélice trasera se le pueda acoplar un timón (hecho de madera, en este caso) para modificar la dirección del vuelo.
Este peculiar robot realmente está compuesto por dos dispositivos. El primer es el robot aspirador, que se mueve de forma autónoma como cualquier robot aspirador al uso y que no se puede controlar. El segundo es la controladora, que se ha colocado en la zona superior. Se trata de una controladora que han desarrollado ellos mismos y en el que han estado trabajando, dicen, durante dos años. Esta debe estar siempre conectada a una batería externa que al principio vemos cómo sujetan con la mano y que finalmente acaba acoplada al propio robot con dos tiras de celo.
El diseño funciona, tal y como puede verse, pero tiene varios problemas que se deben considerar. El primero es que cuando se acopla la controladora en la zona superior extraer el depósito para limpiarlo se complica (aunque todo sea dicho, el robot aspira más bien poco). El segundo es que las tres turbinas tienen tanta potencia que, por un lado, añaden mucho ruido al que ya hace el robot per se, y por otro lado, cuando se activan expulsan la suciedad hacia los lados, lo que dificulta la limpieza.
Sin embargo, mención especial para el motor, que es capaz de elevar el robot, de algo más de un kilo y medio de peso, hasta una segunda planta sin apenas despeinarse. Es cierto que no es demasiado estable, tiende a irse hacia los lados y los aterrizajes son bastante bruscos porque no tiene nada parecido a un tren de aterrizaje, pero para ser algo que se ha creado en un garaje por dos personas no está nada mal.
No es la primera vez que vemos un robot aspirador modificado para hacer otros menesteres accesorios a la limpieza. Uno de los más llamativos fue el robot aspirador que gritaba con cada choque desarrollado por Michael Reeves. Este fue modificado al completo para implementar un ordenador a bordo, dos sensores ópticos, un pequeño altavoz y un receptor de radio y el resultado es, cuanto menos, divertido.
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