La utilización de drones para fines militares es algo que está preocupando a varias naciones. Vehículos no tripulados que se pilotan desde una base terrestre y con los que se puede bombardear reconociendo objetivos en tiempo real. En la ONU ya han comunicado su preocupación y quieren que su uso sea más controlado para evitar que se violen los derechos humanos y varias leyes internacionales.
La última reunión en Ginebra sirvió para que países como Austria, Irlanda, Holanda, Francia, Croacia, México, Sierra Leona y España entre otros advirtieran sobre este peligro y la necesidad de establecer una regulación para que su uso se ajuste a las legislaciones y, en última instancia, conseguir su prohibición en este ámbito.
El objetivo: prohibir su uso
Por supuesto no todos los países se oponen a su uso: Israel, Inglaterra, Noruega y Estados Unidos entre otros ya han utilizado drones para bombardear sitios estratégicos con vehículos no tripulados que en algunos casos no solo no han tenido intervención humana desde tierra sino que han actuado con completa autonomía.
La solución que se propone es una prohibición absoluta de su uso. Es decir, al margen de que estén armados o de que su uso sea solo para explorar una zona. Los países arriba mencionados lamentan que en los últimos dos años la ONU haya dedicado solo nueve de días a revisar el asunto y que todavía no hayan tomado ninguna medida.
A día de hoy, todo el uso de armas autónomas está registrado en lo que se conoce como la "convención de ciertas armas convencionales" (CCW en sus siglas en inglés) donde simplemente se habla del peligro de su uso indiscriminado sobre población civil pero en ningún caso se establece ninguna regulación.
Esta es la segunda vez que se produce una reunión en la ONU para tal fin. Ya en el pasado mes de mayo hubo un encuentro donde las mismas naciones intentaron que se estableciera una regulación que, según ellos, es de urgente necesidad.
Vía | The Guardian
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