El sudor en los humanos no es un capricho de la naturaleza, tiene como propósito regular la temperatura de nuestro cuerpo así como eliminar toxinas entre otras cosas. Los robots no tienen toxinas que eliminar, pero sí que necesitan regular su temperatura como nosotros, especialmente en áreas que están en constante fricción o transmitiendo energía. La solución de enos investigadores a este problema es hacer sudar a los robots, como ocurre en humanos.
Algunos robots que están operativos durante horas y horas pueden llegar a sobrecalentarse. Normalmente cuando pensamos en un robo lo visualizamos hecho de metal, un material que disipa bien el calor y que por lo tanto no requiere de métodos extra para refrigerarse. Sin embargo también hay robots de otros materiales o en partes específicas de los mismos, como unas manos de caucho por ejemplo. El caucho es todo lo contrario al metal, un aislante perfecto que sólo hace que acumular más y más calor.
Creando 'glándulas sudoríparas' artificiales
En un estudio publicado en Science Robotics nos muestran cómo han creado un brazo robótico con tres dedos que, literalmente, transpiran. De este modo el brazo puede trabajar durante mucho más tiempo ya que no necesita parar para refrigerarse. En el momento que alcanza cierta temperatura los dedos comienzan a segregar agua para compensar las altas temperaturas.
Ahora bien, ¿cómo haces a un robot sudar? No muy diferente a como transpira la piel humana. Los dedos tienen una especie de glándulas sudoríparas artificiales. Dentro del dedo hay agua almacenada en pequeñas cavidades. Estas cavidades están conectadas con el exterior (la superficie del dedo) mediante unos conductos de plástico termoreactivo. Cuando el plástico alcanza una temperatura determinada los poros se abren y el agua de las cavidades sale a la superficie. A partir de ahí simplemente la evaporación produce un efecto de enfriamiento que reduce la temperatura general de los dedos.
En las diferentes pruebas que han realizado el robot se las apaña para agarrar objetos mientras está sudando. También funciona bajo el agua y lo que es más interesante aún, transpira a la hora de coger un objeto caliente para mantenerse refrigerado.
Sudar también tiene inconvenientes
La principal ventaja de que un robot transpire es que permite a las partes flexibles (que generalmente son de caucho) operar durante periodos más prolongados. Sin la necesidad de pararse a descansar o de utilizar métodos externos como un ventilador para reducir la temperatura del robot. Plantea sin embargo también algunos inconvenientes:
- Se requiere de estar alimentando con agua al robot. EL agua que puede almacenar es finito, a no ser que esté conectado a una fuente externa de agua.
- El robot pierde habilidades. Como ocurre en los humanos, la superficie sudorosa agarra peor objetos y es más resbaladiza. Los investigadores de este estudio han mermado esto reduciendo el rango de temperaturas en las que puede sudar para que sea el mínimo y que siga manteniendo un agarre correcto.
En cualquier caso, es sin duda un avance interesante que nos muestra cómo tenemos mucho aún que aprender del cuerpo humano a la hora de tratar de replicarlo.
Más información | Science Robotics
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