Estamos rodeados de contenidos, pero no todos son lo que parecen. En la era de las redes sociales y la inteligencia artificial (IA), la desinformación se camufla bajo titulares impactantes y publicaciones virales. A menudo resulta complicado discernir lo falso de lo verdadero. ¿Es posible protegernos de este fenómeno? Y si lo es, ¿por dónde empezamos?
La tarea de abordar la desinformación es tan desafiante como necesaria. Si nos detenemos un momento a analizar este problema, podemos decir que la información falsa puede llegar a nosotros por múltiples vías: mensajes de WhatsApp, publicaciones en Facebook, Instagram o TikTok, plataformas como Reddit o Quora e, incluso, medios digitales.
Cómo protegernos ante el bombardeo de desinformación
Combatir la desinformación no es tarea exclusiva periodistas, verificadores de hechos, empresas tecnológicas, instituciones académicas o gobiernos. La sociedad civil desempeña un papel fundamental en esta lucha: cuestionando, verificando y compartiendo información responsablemente. Para ello tenemos a disposición un abanico recursos que podemos utilizar en esta misión.
Las noticias falsas han existido desde siempre. Cuando Julio César fue asesinado, dos de sus seguidores más destacados, Marco Antonio, su leal confidente y general, y Octavio, el hijo adoptivo de César y autoproclamado heredero, se enfrentaron en una lucha encarnizada por el liderazgo de Roma. Octavio desató una campaña de desinformación con el objetivo de desprestigiar a su oponente y asegurarse la victoria. Y finalmente lo consiguió.
Con la llegada de la imprenta en el siglo XV, se aceleró tanto la difusión de información como de desinformación. La posterior aparición de la radio, la televisión y el Internet demolió las pocas barreras que todavía quedaban a la hora de compartir información. Desde hace décadas que los mensajes pueden dar la vuelta al mundo a una velocidad sorprendente.
Un ejemplo claro es lo que ocurre en redes sociales. Cuando alguien publica un vídeo en X (antes Twitter) por ejemplo desde Estados Unidos, salvo excepciones, ese contenido puede estar disponible al instante en cualquier parte del mundo. Y, como señaló un estudio del MIT en 2018, las noticias falsas se propagan más rápidamente que las verdaderas, en gran parte debido a su capacidad para generar reacciones emocionales intensas.
Además, los algoritmos que gestionan nuestras interacciones en plataformas digitales crean burbujas informativas, limitando nuestra exposición a puntos de vista diferentes. Este fenómeno refuerza nuestras creencias preexistentes, dificultando aún más distinguir entre información real y desinformación.
Durante la pandemia se propagaron numerosos bulos, como el que sugería que el nuevo coronavirus podía curarse con una mezcla de canela, limón, cebolla y jengibre. La desinformación tampoco faltó durante la DANA que afectó a Valencia este año. Un vídeo de unas protestas ocurridas en 2017 en Barcelona se difundió como si fuera actual y relacionado con la gestión de la DANA en Valencia. Recientemente, otro vídeo manipulado con IA mostraba a la princesa Leonor solicitando dinero con fines supuestamente benéficos.
Recursos para combatir la desinformación
Afortunadamente, tenemos a nuestra disposición una amplia gama de recursos que nos pueden ayudar a verificar información y combatir las noticias falsas. Podemos utilizar una o varias herramientas combinadas para comprobar si lo que estamos leyendo es cierto.
Páginas de Fact Check. La ola de desinformación ha hecho surgir una serie iniciativas como objetivo verificar la información. El elemento distintivo de esta opción es la simplicidad y la transparencia. Las páginas que veremos a continuación suelen tienen su propio buscador donde podremos ingresar las palabras clave de la información que deseamos verificar. Además suelen incluir detalles sobre la metodología de verificación que utilizan.
Explorador de verificación de datos. Para verificar información de forma rápida, podemos usar la herramienta especializada Google Fact Check Explorer. Esta herramienta rastrea la web en busca de desmentidos y análisis de diferentes afirmaciones, ahorrándonos tiempo y esfuerzo.
Archivos de páginas web. Algunas páginas web o publicaciones desaparecen o se modifican. Pero existe una manera de intentar recuperar una versión en un determinado momento. Se trata de los archivos de Internet que podemos consultar a continuación. Bastará con pegar la URL en cuestión para ver si ha sido archivada y elegir una fecha concreta.
Búsqueda inversa de fotografías. Muchas noticias falsas aparecen acompañadas de imágenes que corresponden a otros hechos o imágenes manipuladas. La búsqueda inversa nos permite saber si la misma imagen ha sido utilizada en otros contenidos anteriormente. Utilizar este recurso será tan sencillo como subir la imagen en una de las páginas que añadimos a continuación y explorar los resultados.
Búsqueda inversa de vídeos en YouTube. No solo las imágenes pueden ser engañosas, los vídeos también. A veces, un vídeo se saca de contexto o se manipula para contar una historia diferente. Si tenemos dudas sobre la autenticidad de un vídeo de YouTube, podemos usar YouTube DataViewer para analizarlo en detalle.
Búsqueda por geolocalización. Si una noticia menciona un lugar específico, podemos usar herramientas de geolocalización para verificar su ubicación y contexto. Por ejemplo, si nos hablan de una manifestación en una ciudad determinada, podemos buscar imágenes o vídeos de la zona para comprobar si realmente ocurrió.
Extensiones. Navegar por internet puede ser como adentrarse en una jungla de información. Afortunadamente, existen extensiones para el navegador que te pueden ayudarnos una mano a la hora de combatir la desinformación. Estas herramientas nos ofrecen funciones adicionales para verificar la información que encontremos en la web.
- Search by Image (búsqueda inversa de imágenes en Google, Bing, Yandex, Baidu y TinEye).
- InVID-WeVerify (herramienta codesarrollada por la agencia AFP que ofrece información contextual sobre imágenes y vídeos en Facebook, Twitter y YouTube).
Metadatos. Las fotos y vídeos que vemos en internet no son simples imágenes: llevan consigo información oculta que puede ser muy importante para nuestra misión. Estos "metadatos" son como una huella digital que puede decirnos cuándo y dónde se creó el archivo, con qué cámara, etc. Por ejemplo, si una imagen supuestamente muestra un evento reciente, pero los metadatos indican que se tomó hace años, tendremos un indicio de manipulación o contexto erróneo.
Cuentas auténticas. Antes, ver una insignia en un perfil de Twitter o Instagram nos daba cierta seguridad de que se trataba de una cuenta auténtica. Pero las cosas han cambiado, y ahora esa marca no siempre significa lo mismo.
Con la llegada de las suscripciones de pago en algunas redes sociales, tener una insignia de verificación está al alcance de cualquiera. Esto significa que debemos tener más cuidado que nunca al confiar en la información que encontramos en línea.
- X: la marca azul es sinónimo de una suscripción activa a X Premium. La marca dorada hace referencia a "Organizaciones Verificadas" y la marca gris a cuentas de gobierno u organizaciones multilaterales.
- Meta Verified: la maraca azul promete demostrar autenticidad de cuentas en Facebook e Instagram.
En este punto debemos tener en cuenta que ciertas personas pueden utilizar tácticas para obtener una insignia de verificación y compartir desinformación. Asimismo, algunas páginas oficiales y auténticas no tienen insignia de verificación. Por ejemplo, los perfiles oficiales en X y Facebook de los Bomberos de Madrid no tienen insignia de verificación.
¿Cómo podemos saber si son cuentas auténticas? Una forma muy útil para saber si una cuenta es auténtica es llegar a ella a través de su página web oficial. En este casi, la página de los Bomberos de Madrid enlaza a los mencionados perfiles en redes sociales.
Cómo detectar si una imagen ha sido falsificada o adulterada
- Reflejos y sombras: observamos con atención los reflejos y las sombras en la imagen. ¿Parece que siguen la dirección correcta de la luz? Si algo no cuadra, puede ser una señal de que la imagen ha sido modificada.
- Manos y oídos: las manos y las orejas son partes complejas del cuerpo que a menudo se distorsionan al manipular una imagen. Nos fijamos en los detalles: ¿las manos tienen el número correcto de dedos? ¿Las orejas tienen la forma adecuada?
- Ruido de imagen: el ruido de imagen es ese “granulado” que aparece en las fotos, especialmente en zonas oscuras. Cuando una imagen se manipula, el ruido puede alterarse o desaparecer por completo.
- Metadatos: los metadatos son esa información oculta que puede decirnos mucho sobre una imagen. Si tenemos dudas sobre la autenticidad de una foto, examinamos sus metadatos. La fecha, la hora, la ubicación o el modelo de cámara pueden darnos pistas importantes.
- Etiquetas de IA en redes sociales: algunas redes sociales, como Instagram, están empezando a etiquetar las imágenes generadas por inteligencia artificial. Nos mantenemos atentos a estas etiquetas, ya que nos ayudan a identificar imágenes que no son reales.
Imágenes | Joseph Frank | Capturas de pantalla
En Xataka | El otro gran problema de Telegram no tiene nada que ver con Rusia: bots que desnudan a personas con IA
Ver 42 comentarios