Que el DRM no es algo exclusivo del mundo digital ya lo hemos visto en alguna ocasión. Hace tiempo dio el salto a los objetos físicos como los coches eléctricos y también anda detrás de las impresoras 3D. La última categoría en la que se ha asentado ha sido una con la que muchos de nosotros no estamos familiarizados: las máquinas de control numérico.
En un foro dedicado a este tipo de maquinaria industria un usuario informaba cómo su Mori Seiki NV5000 A/40 dejó de funcionar repentinamente cuando la movió de lugar. ¿Cuál era el problema? Que los giroscopios y un GPS integrados detectaban el cambio de posición y hacían completamente inoperativa a la máquina en otra posición que no fuera la que tenía indicada.
Esta medida de seguridad viene integrada por el propio fabricante. ¿Por qué? Según informan en el hilo del foro las compañías que se dedican a crear estas máquinas lo hacen por seguridad ya que se han dado casos donde, una vez adquiridas, estas máquinas eran transportadas a sitios donde el embargo prohibía entrar con ellas, por ejemplo Irán.
Hay que reconocer que como medida de seguridad, en caso de robo, es bastante inteligente y eficaz. Sin embargo, también hay que tener en cuenta que se trata de una máquina pesada y que no es precisamente fácil de transportar. Aún así, abre un debate interesante ¿hasta qué punto son los propietarios dueños reales de sus máquinas aún habiendo pagado el precio completo?
Son máquinas completamente opacas y a pesar de tener un valor de 100.000 dólares los compradores no tienen el control total de ellas. Avisar al fabricante del cambio de posición llega a ser una operación casi burocrática ya que se puede tardar hasta un mes en hacer efectiva la modificación. Algunos fabricantes simplemente no quieren que sus máquinas acaben en una serie de países por motivos de seguridad.
Ver 18 comentarios