Google Fiber no es ese sueño de una conexión de banda ancha proporcionada por el gigante del buscador. Según Torrent Freak se ha convertido en una pesadilla para quienes la compañía considera "piratas".
Lo que empezó con correos de aviso de que estaban descargando material protegido por derechos de autor se ha acabado convirtiendo en multas de entre 20 y 300 dólares por parte de las compañías que poseen los derechos sobre el material que Google había detectado que se había descargado usando su servicio, y que esta empresa reenvía a los titulares de sus líneas de Google Fiber.
Las demandas llegan directas a los suscriptores de las líneas
El famoso mantra 'Don't be evil' de Google parece volver a caer en saco roto tras conocerse la noticia sobre su discutible forma de actuar como proveedor de Internet de alta velocidad gracias a las conexiones de fibra óptica que ofrece en ciertas localidades en Estados Unidos.
Google sigue recibiendo millones de peticiones al mes provenientes de la DMCA y que tratan de hacer que vete en su buscador resultados relacionados con sitios web que hospedan o apuntan a contenidos con copyright de forma ilegal. Sin embargo la cosa se ha extendido a su servicio Google Fiber, cada vez más extendido y popular, y cuyos usuarios están recibiendo multas sorpresa de forma automática. Sin advertencia, sin mensajes de aviso. Nada.
Como explican en TorrentFreak, este tipo de funcionamiento hace uso del proceso de veto de la DMCA en el que el poseedor del copyright no tiene que ir a juicio y ni siquiera tiene que saber quién es el receptor de esa petición. El titular de la línea, de hecho, a menudo no es la persona que compartió esos contenidos. Aunque muchos proveedores de Internet en Estados Unidos no reenvían esas demandas, pero Google, ahora convertida en proveedora de servicios de Internet, sí lo está haciendo.
Las peticiones proceden de Rightscorp y CEG TEK -intermediarias de gigantes de la industria audiovisual como BMG-, y en el correo electrónico a esos sospechosos Google advierte que en caso de que haya reiteración de este comportamiento podrían proceder a la desconexión completa del usuario.
Mitch Stoltz, un abogado de la Electronic Frontier Foundation, señalaba que los proveedores de Internet no están obligados por la ley estadounidense a reenviar esas peticiones a sus usuarios y deben proteger a sus usuarios. "El problema con los avisos que piden dinero por parte de los titulares de las líneas es que a menudo son engañosos. A menudo dan la impresión de que el titular es legalmente responsable por todas las infracciones que puedan ocurrir en esa conexión a Internet, lo que simplemente no es cierto".
Google afirma querer ser transparente
En TorrentFreak se pusieron en contacto con los responsables de Google para tratar de lograr comentarios al respecto y un portavoz indicó que la idea era la de ser lo más transparentes posible con este tipo de comportamientos. "Cuando Google Fiber recibe una queja de copyright sobre una cuenta, pasamos toda la información que recibimos al propietario de la cuenta para que la conozcan y puedan establecer la mejor respuesta para su caso", explicaba ese portavoz.
No obstante Google, que según ese comentario parece poner por encima de todo esa transparencia, se contradice al añadir que "aunque creemos que hay mejores soluciones para luchar contra la piratería que atacar a personas que descargan contenidos de forma individual, queremos ser transparentes con nuestros clientes".
La empresa no aclara cuál de esas opciones es mejor, pero en ocasiones previas sus responsables han indicado que la piratería es un problema de precio y disponibilidad de contenidos. Un argumento que de hecho nos suena, y mucho: los desarrolladores originales de Popcorn Time ya indicaban que "la piratería no es un problema de gente. Es un problema de servicio".
Los usuarios que reciben ese tipo de multas automáticas pueden optar por no pagarlas, lo que puede implicar que hay riesgos legales aunque en muchos casos, indican en TorrentFreak, no suele ocurrir nada. Aún así este tipo de mensajes pueden resultar muy intimidatorios para los titulares de esas líneas, que pueden no ser los responsables últimos de esos comportamientos, o que incluso pueden haber utilizado sus líneas de forma completamente legítima. Que Google tenga este tipo de comportamiento, lo considere transparente o no, no habla muy bien de su respeto a la privacidad de sus usuarios.
Vía | TorrentFreak
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