Interfaz cerebro-ordenador

El debate sobre la neuroprivacidad no es nuevo ni mucho menos, pero no ha hecho más que empezar

También hay novedades interesantes relacionadas con el futuro de este peculiar implante cerebral

Los interfaces cerebro-ordenador son ya una realidad. Una realidad aún en etapas embrionarias, pero una realidad al fin y al cabo. Prueba de ello es la diversidad de empresas que, poco a poco, van asentándose en el mercado.

La empresa, que compite contra Neuralink en las interfaces cerebro-ordenador, ha integrado el bot de OpenAI para las conversaciones de sus usuarios

Dentro del sector de los interfaces cerebro-ordenador, o BCI (Brain-computer interface) la atención suele recaer (casi) siempre sobre Neuralink, sin embargo esta no es la única empresa del sector. Ni la que más ha avanzado.

El periodo de pruebas durará unos seis años, pero los primeros resultados prometen.

Dos estudios abren la puerta aún más a soluciones que "leen la mente".

Pero primero, la idea es ayudar a los enfermos de ELA. Luego, curar la parálisis o la ceguera.

Tenemos las llaves de la mente, ahora solo queda saber qué hacemos con ellas

Por ahora el vocabulario queda reducido a 50 palabras, pero los resultados son prometedores

Neuralink ya tiene un prototipo funcional con el que pueden leer la actividad del sistema nervioso. Es, esencialmente, un wearable para el cerebro.