En estos últimos años, hay una palabra que ha venido a engrosar el repertorio de términos que se aplican a la caracterización de la tecnología de algunos fabricantes: “ecosistema”. Este término alude a la capacidad de interacción que presentan los dispositivos de un mismo fabricante para facilitar algunas tareas o incluir funcionalidades únicas y diferenciadoras. ¿Cómo lo consiguen? Gracias a la capacidad del fabricante en cuestión de implementar tecnologías especialmente pensadas para ello.
Esta idea de “ecosistema” está desarrollada por algunos fabricantes que cuentan con dispositivos dentro de diferentes gamas. Es el caso de Huawei, que, además de smartphones, cuenta con tabletas, smartwatches, pulseras de actividad, auriculares true wireless (TWS), monitores e incluso portátiles.