El "coche volador" de 100 millones de dólares de Larry Page que vimos en 2017 nunca acabó de despegar. Sin embargo aquella empresa, llamada Kitty Hawk, acabaría siendo la semilla de otra creada en 2019 y llamada Wisk Aero. Dicha startup se formó además con un socio importante: Boeing.
Wisk Aero tiene como objetivo desarrollar aerotaxis autónomos, y Boeing acaba de invertir otros 450 millones de dólares en la empresa. La startup espera tener un taxi aéreo operativo en los próximos cinco años. Uno que volará un montón, por cierto.
Una visión que tardará (al menos) cinco años en cumplirse
Según los responsables de Wisk, con esta inversión podrán ampliar de forma notable su plantilla de 350 personas y acelerar la puesta en marcha de un servicio de taxis aéreos autónomos. El objetivo es tenerla lista en cinco años, y que su flota de taxis ofrezca 14 millones de vuelos anuales en cerca de 20 países en todo el mundo con emisiones cero.
Eso, claro, si las autoridades reguladoras dan el visto bueno. En Estados Unidos la FAA no ha validado ninguna aeronave eléctrica de despegue y aterrizaje vertical (eVTOL), mientras que en Europa no se espera tener un marco regulatorio hasta al menos 2023.
En el viejo continente hay proyectos ya en marcha que se probarán en España, con proyectos de empresas como Uber o la startup Lilium como protagonistas. La inversión de Boeing es singular, sobre todo teniendo en cuenta que se rumoreaba que otro esfuerzo propio llamado Boeing NeXT estaba pasando por problemas.
Lo que parece claro es que Boeing confía en el futuro de aeronaves como Cora, la primera desarrollada por Wisk y que es un curioso híbrido entre un drone, un helicóptero y un avión.
Más información | Wisk
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