Microsoft debería aprovechar su as en la manga: vender la Xbox One también sin Kinect

Microsoft debería aprovechar su as en la manga: vender la Xbox One también sin Kinect
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Ayer Marc Whitten respondió a uno serie de cuestiones sobre la futura Xbox One, y entre las conclusiones dejó claro que aunque Kinect es parte importante de la experiencia de entretenimiento que quieren ofrecer, "la consola seguirá funcionando si Kinect está desconectado".

Esa aclaración ha tranquilizado a todos los usuarios que no estaban muy contentos con esa hipotética obligatoriedad de utilizar Kinect sí o sí en sus consolas, pero sobre todo abre las puertas a una opción que Microsoft podría utilizar para romperle la cintura a Sony: vender un pack de la Xbox One que no incluyese Kinect.

El precio es la clave

Ya analizamos en el pasado las principales diferencias entre la Xbox One y la PS4, y también estudiamos esas teóricas diferencias a nivel hardware que serán aún más difíciles de apreciar tras la renovada frecuencia de reloj de la GPU de la Xbox One.

Xbox One vs PS4

En todas esas comparaciones solo hay un factor determinante que pueda desequilibrar esa balanza: el precio. La consola de Microsoft tendrá un precio de 499 euros e incluirá Kinect, mientras que la Sony PlayStation 4 se venderá sin Move y tendrá un precio de 399 euros.

Pero... ¿y si Microsoft decidiera vender la Xbox One sin Kinect?

Al hacerlo, Microsoft podría ofrecer un precio mucho más atractivo para la consola, que probablemente sería idéntico al de la PS4, y que incluso podría reducirse algo más para proponer una oferta aún más atractiva.

Sacrificios, sacrificios

Es una cuestión de si a Microsoft le compensa o no hacer un movimiento de este tipo. En teoría la idea parece descabellada: Microsoft nos ha querido vender una experiencia completa en la que Kinect jugaría un papel fundamental, sobre todo por su capacidad a la hora de reconocer la voz y ofrecer el reconocimiento de juegos para controlar no solo los juegos, sino esa ambiciosa integración con la programación televisiva y de contenidos multimedia.

Xbox One Kinect

Y sin embargo, los comentarios de Whitten dejan claro que Kinect no será imprescindible. De hecho, muchos usuarios no podrán sacarle tanto partido, ya que esa experiencia como PVR estará disponible en toda su extensión inicialmente en Estados Unidos. Muchos países no podrán exprimir esa capacidad a ese nivel (o a ninguno, veremos cómo llega a España esa función, por ejemplo), lo que hará que Kinect tenga que relegarse únicamente a juegos y, claro está, al control del Dashboard de la consola.

¿Le compensa a Microsoft obligar a comprar la Xbox One Kinect? En mi opinión, no. Presentar ambas posibilidades eliminaría la única ventaja clara de la PS4 a día de hoy --Sony decidió no incluir Move en su pack en el último momento para poder ofrecer un precio más atractivo--, y eso tendría dos consecuencias claras.

La primera, que con toda seguridad el número total de unidades vendidas de la consola (con o sin Kinect) aumentaría de forma crítica. Y en segundo, que probablemente muchos usuarios seguirían optando por la Xbox One con Kinect --sobre todo en Estados Unidos-- para poder contar con las prometedoras opciones por las que Microsoft quiere apostar. Win-win, Microsoft.

En Xataka | Xbox One no será tan dependiente de Kinect

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