Caballo grande, caballo ganador, o al menos así parece pensar Apple. Los modelos Pro suponen el máximo exponente dentro del catálogo de los iPhone, y el 14 Pro Max llega con un refinamiento bastante prometedor respecto a la generación de los iPhone 13. El adiós al notch, el hola a la Isla dinámica, el histórico salto a los 48 megapíxeles y un chip de nueva generación que se ha reservado tan solo para los modelos Pro de Apple.
El iPhone 14 Pro Max aspira a ser el mejor gama alta del mercado y pasa por nuestra mesa de análisis para comprobar si lucha con los mejores. El reto de justificar los casi 1.500 euros que cuesta la versión base es mayúsculo: Apple necesita hacer muy bien los deberes para demostrar que el iPhone 14 Pro Max ofrece todo lo que se espera de él.
Ficha técnica del iPhone 14 Pro Max
DIMENSIONES Y PESO | 160,7 x 77,6 x 7,85 mm 240g |
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PANTALLA | Super Retina XDR 6,7 pulgadas True Tone, HDR ProMotion 120 Hz 2.778 x 1.284 px, 458 ppp 2.000 nits, contraste 2.000.000:1 Pantalla siempre activa Isla dinámica |
PROCESADOR | Apple A16 Bionic |
RAM | 6 GB LPDDR5X |
ALMACENAMIENTO | 128/256/512 GB/1 TB |
CÁMARAS TRASERAS |
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CÁMARA FRONTAL | 12MP, f1.9, enfoque automático |
SISTEMA OPERATIVO | iOS 16 |
CONECTIVIDAD | 5G (sub-6 GHz) LTE Gigabit con MIMO 4x4 y LAA Wifi 802.11ax (6.ª gen.) con MIMO 2x2 Bluetooth 5.3 Chip de banda ultraancha NFC |
BATERÍA | 4.323 mAh Carga rápida 20W Carga inalámbrica 15W |
OTROS | IP68 Sonido estéreo FaceID |
PRECIO | Desde 1.469 euros |
Apple iPhone 14 Pro MAX (128 GB) - Plata
Diseño: adiós al notch, hola nuevos sensores
Pasaremos rápido por el diseño de este iPhone 14 Pro Max, ya que es prácticamente idéntico a lo visto el año pasado salvando la célebre Isla Dinámica, de la que hablaremos muy pronto. Este 14 Pro Max estrena el nuevo color Deep Purple, un morado que sorprende bastante. Está, prácticamente, más cerca del gris que del morado, por lo que no es nada estridente ni excesivamente llamativo.
El cristal trasero vuelve a ser mate, siendo muy difícil que se le queden marcadas las huellas y la suciedad. Los laterales son la antítesis de la trasera, y es que el acabado en acero inoxidable es brillante a nivel de calidad, pero terrible enfrentándose a la suciedad. Incluso limpiándolo a fondo, a los pocos segundos volvemos a tenerlo lleno de huellas.
El módulo de cámara vuelve a crecer, los milímetros justos para que las fundas del modelo anterior no le sirvan al 14 Pro Max, ya que no se ajustan al 100%. Los nuevos sensores y lentes han hecho que sea más grande tanto el módulo como las propias cámaras, que ahora sobresalen más del cuerpo del terminal y ocupan más espacio. Con funda no notaremos nada, pero sin ella el móvil bailará algo más cuando esté bocabajo en una superficie plana.
La botonera se ubica en la misma posición del año pasado, con un botón de encender especialmente accesible (algo de agradecer en un móvil tan grande) y los botones de volumen en el lado opuesto. No falta el botón de silenciar, característica clave en los iPhone y en la que están ahora solos en el mercado, tras abandonar OnePlus esta idea en sus gama alta.
En la parte frontal ha habido dos cambios, el primero es la Isla Dinámica y el segundo es que los marcos se han reducido. Es una reducción pequeña y poco apreciable si venimos del modelo anterior. Sí que he notado ligeramente el aprovechamiento extra a la hora de reproducir contenidos multimedia y videojuegos (donde veremos que la Isla Dinámica también tiene cosas que decir) y, al menos esta generación, basta con mirar el frontal del teléfono para saber si estamos ante un modelo Pro o un modelo estándar.
A nivel ergonómico, sigue siendo un móvil muy grande y pesado. Hablamos de 240 gramos de peso y 16 centímetros de alto. Es más pesado que sus competidores directos, principalmente por el uso del acero inoxidable. Si le añadimos una funda oficial, el peso se va hasta los 271 gramos, cifras que hemos de tener en cuenta y que pueden hacer del 14 Pro una alternativa más apetecible.
En resumidas cuentas, este iPhone tiene una calidad de construcción exquisita, un módulo de cámara que crece año tras año, unos marcos algo más pequeños y una Isla Dinámica que capta todas las miradas.
Pantalla: brillando con luz propia
Antes de detallarte cómo funciona la isla, hay algunos puntos interesantes a comentar de la pantalla. Volvemos a contar con un panel de 6,7 pulgadas, con la denominación Super Retina XDR. La resolución es ahora ligeramente mayor, de 2.778 x 1.284 píxeles y la densidad es de 458 ppp. No obstante, el punto estrella es el nuevo pico de brillo en exteriores: 2.000 nits. Es, actualmente, la cifra más alta en un teléfono y, si bien tan solo se dará de forma puntual, el salto respecto al modelo anterior es espectacular (el doble de nits en exteriores). Cambia también el pico máximo de brillo en contenidos HDR, que pasa de 1.200 a 1.600 nits.
Es, hasta la fecha, el panel que mejor hemos podido visualizar al sol. Además de este nivel tan alto de brillo, la interpretación del color vuelve a rozar la perfección, así como los ángulos de visión. Es un panel nítido, con contraste, una gran calibración y que se disfruta especialmente en exteriores. Seguimos con el sistema adaptativo ProMotion a 120 Hz, con múltiples valores intermedios desde los 10 Hz. Si reproducimos una película a 24 FPS, el panel se adapta a 24 Hz, si el vídeo está a 50 FPS, ídem.
Recordar, asimismo, que en iOS es el sistema el que elige la tasa de refresco y que, aunque los desarrolladores pueden programar los valores en los que se moverán las apps, el iPhone siempre irá adaptando su funcionamiento tanto para ahorrar energía como para maximizar la fluidez.
El Always On Display llega al iPhone
Una de las grandes novedades de esta generación es el Always On Display, "Mostrar Siempre", bajo la denominación de Apple. Han llegado tarde, pero han llegado mejor que la competencia, al menos a nivel técnico. El modo AOD de Apple no es una pantalla negra que aprovecha el apagado píxeles de la tecnología OLED. Aquí van con todo, y simplemente atenúan la pantalla de bloqueo.
Así, tenemos toda la información de hora, widgets y notificaciones. Una de las dudas que se planteaban es cómo se vería al sol este modo. El modo AOD de Apple se adapta al propio brillo del teléfono, es decir: si estamos en exteriores con brillo alto, la pantalla apagada brillará lo suficiente para verla en dicho exterior. Bajo medición de luxómetro, en la zona central del panel hemos llegado a medir hasta 4 veces más brillo en un mismo escenario. Primero bloqueando el teléfono con el brillo al mínimo y, posteriormente, bloqueándolo con el brillo al máximo.
Si estamos en casa con el brillo bajo, la pantalla brillará poco. Ya te adelantamos que, pese a ser una pantalla encendida al completo, no gasta más que un Android con la pantalla en negro, algo que puede deberse en parte a que en el modo AOD el panel baja hasta 1 Hz. Será única y exclusivamente en esta situación cuando la pantalla baje a esta tasa de refresco, encendida su mínimo son 10 Hz.
Como el modo Always on Display es una atenuación de la pantalla de bloqueo, la forma de personalizarlo es ajustar la propia pantalla de bloqueo. Con la llegada de iOS 16 llegaron múltiples opciones para dejarla al gusto, con nuevos widgets, fuentes, opciones para crear fondos de pantalla personalizados y más.
Para gustos, colores. Técnicamente, esta solución de Always On Display es la que más información brinda, ya que tenemos la pantalla de bloqueo con menor brillo, ni más ni menos. La transición entre apagado/encendido es especialmente suave y ligera, con una pequeña animación que hace desaparecer los iconos de la barra de estado.
Respecto a las opciones del panel, encontramos las mismas de siempre. Tenemos un modo oscuro programable, el modo True Tone para adaptar los colores del panel a la luz ambiental, el modo Night Shift para hacer el panel más cálido cuando cae la noche, y una opción de texto más grande, poco más.
Bienvenidos a la Isla Dinámica
Desde el iPhone X, presentado en 2017, no ha habido cambios relevantes en el frontal de los iPhone. Con la generación 13 se redujo el tamaño del notch, pero seguíamos con esa ceja en pantalla, necesaria para esconder todo el hardware de Face ID. Este iPhone 14 Pro Max dice adiós al notch, albergando la nueva 'Isla Dinámica', un híbrido entre sistema multitarea, el antiguo notch y los clásicos iconos de notificación que encontramos en Android.
En el lado técnico, esta no es una isla como tal, sino que tiene dos partes perfectamente diferenciadas. En la derecha encontramos la propia cámara frontal del teléfono, mientras que el emisor infrarrojo, proyector de puntos, sensor de proximidad e iluminación de fondo se esconden dentro del elemento izquierdo. Todo este hardware de Face ID ocupa un 30% menos respecto al notch de los iPhone 13. Para dar coherencia a nivel de interfaz y hacer que estos dos elementos formen una 'Isla', ambos se unen mediante software, dibujando Apple los píxeles que los separan.
En internet se han dejado ver algunas imágenes acerca de lo mal que se ve esta Isla Dinámica al sol. Pero lo cierto es que Apple ha hecho un trabajo excelente con el tratamiento de los píxeles que la unen. La capa de píxeles de esta isla llega bajo un nuevo sistema de subpíxeles y anti-aliasing (técnica de suavizado de imágenes) para hacer que la nitidez de sus bordes sea máxima. Para notar que estamos ante dos elementos diferenciados, necesitamos una incidencia muy agresiva de sol, así como mirar el iPhone desde una posición algo angulada.
A nivel de concepto, Dynamic Island es una idea brillante. Apple ha convertido una ejecución cuestionable como el notch en una solución integrada en el sistema operativo. Esta Isla Dinámica interactúa tanto con aplicaciones nativas como en aplicaciones de terceros. Será fácil que los desarrolladores adapten sus apps a la isla, ya que tan solo han de usar las APIs de NowPlaying (para reproducción de contenido) y la de CallKit (para soportar llamadas). Actualmente, apps como WhatsApp, Instagram, Spotify y YouTube Music, entre otras, están adaptadas para este nuevo sistema.
Dynamic Island es también un centro de información sobre las aplicaciones que están funcionando en nuestro teléfono. Si estamos reproduciendo un audio de WhatsApp o una canción, tendremos la fotografía del artista/contacto, amén de la onda sonora real del sonido que se está reproduciendo. Lo mismo sucede si nos llaman: se muestra en un color la onda de nuestro interlocutor, y en otro color la nuestra. Si abrimos más de una app compatible con Dynamic Island, irán cambiando de posición según el orden de apertura. Si pulsamos sobre estas apps, las abrimos al instante.
Del mismo modo, nos informa sobre actividades que están sucediendo en el sistema, como la activación de Face ID, la activación del modo silencio, el estado de la carga... Estas son funciones reservadas a los procesos de Apple en el lanzamiento, pero la puerta está abierto a mostrar resultados deportivos, información sobre nuestros vuelos, cuánto le queda al Uber que hemos pedido o saber que nuestra comida a domicilio está en reparto.
En segundo lugar, tenemos las funciones de pulsación larga. Esta es una forma de interactuar con las apps: controles multimedia en Spotify, pausa/inicio de temporizadores, finalización de rutas de navegación... Es una forma más rápida que abrir o buscar la app en el escritorio, aunque la principal pega es lo sencillamente imposible que resulta alcanzar la Isla con un dedo, sobre todo en el modelo Pro Max.
Por el momento, esta e la lista completa de apps y acciones que usan la isla:
- Llamadas entrantes
- AirPods conectados
- Face ID
- Apple Pay
- Llaves del coche en Cartera
- AirDrop
- Desbloquear el Apple Watch
- Batería baja
- Cargando
- Interruptor de silencio Activar/Desactivar
- Interacciones NFC
- AirPlay
- Cambios de modo de concentración
- Atajos
- Modo avión/Sin servicio
- Alertas de tarjeta SIM
- Conexión de accesorios
- Buscar app
- Llamada en curso
- SharePlay
- Apps de música/reproducción
- Temporizador
- Direcciones de Mapas
- Notas de voz
- Grabar la pantalla
- Punto de acceso personal
Pero no es oro todo lo que reluce. Si bien, a nivel visual, pareciera que esta isla es algo más discreta que el notch, lo cierto es que está ubicada más baja que el propio notch, por lo que es más intrusiva. En juegos, contenidos multimedia, e incluso en algunas aplicaciones, se convierte en un elemento más intrusivo. En vídeos no me resulta un problema mayor, ya que la mayoría de vídeos, series y películas no se graban en formatos panorámicos y siempre tendremos las líneas negras en los laterales. Si por algún casual queremos expandir el vídeo, sí lo notaremos más.
Con algunas apps sí me he sentido bastante incómodo, ya que al estar tan baja se come bastante espacio y está muy pegada a ciertos elementos de las apps. El modo oscuro es el aliado aquí, y queda cruzar los dedos para que los desarrolladores optimicen las aplicaciones para que luzcan mejor con este elemento. Es algo que ya pasaba con el notch, ya que cada vez que llega un nuevo elemento tan relevante al UI, las apps necesitan cierto periodo de adaptación.
Es un elemento polémico. No gustará a todo el mundo, y el espacio que ocupa demuestra que está lejos de ser perfecto. Pero esta Isla Dinámica es la muestra de cómo se puede hacer de una problemática tan extendida como los agujeros en pantalla algo práctico, funcional e integrado tanto con el sistema como con las apps de terceros.
Ten, eso sí, una gamuza a mano, porque es bastante fácil llenar de huellas la cámara delantera si hemos estado toqueteando la isla recientemente.
Rendimiento: un salto discreto para seguir a la cabeza
Hace tiempo que Apple se alejó de sus rivales en la carrera de los chips. El A16 Bionic es una evolución interesante respecto al chip anterior, fabricado ahora en proceso de 4 nanómetros. Este SoC se centra en la eficiencia energética, prometiendo consumir menos que el A15 Bionic.
El motor neuronal es capaz de ejecutar ahora 17 trillones de operaciones por segundo y la GPU tiene ahora un 50% más de ancho de banda. Aunque solemos vincular estos cambios al rendimiento bruto del terminal, lo cierto es que estas nuevas capacidades de ejecutar operaciones acaban ayudando más a los cálculos fotográficos que al propio desempeño del terminal que en, por ejemplo, largas jornadas de juego.
En esta generación Apple ha sido algo discreta anunciando el SoC, lo que nos hace sospechar de una fuerte herencia respecto al procesador anterior. Hablamos de 6 núcleos y una división en dos clústers. El primero se compone de dos núcleos Avalanche de alto rendimiento con una frecuencia máxima de 3,46 GHz (¿hasta dónde llegaremos con esto de las frecuencias de reloj?), y cuatro núcleos Blizzard de alta eficiencia energética.
Sobre el papel pinta espectacular y, en la práctica, más de lo mismo. Este chip, en consonancia con la optimización de iOS 16, ofrece una experiencia de uso prácticamente perfecta. El iPhone 14 Pro Max vuela, tiene esa fluidez extra de la que suelen presumir los iPhone y, en definitiva, el rendimiento está cerca de la perfección.
Tan solo hemos notado ciertos aumentos de temperatura tras abusar de la grabación en 4K y tras jugar durante cerca de 20 minutos a 'Genshin Impact'. No llega a quemar, pero alcanza una temperatura alta con relativa facilidad, para posteriormente estabilizarse.
IPHONE 14 PRO MAX | REALME GT NEO 3 | XIAOMI 12 PRO | GOOGLE PIXEL 6 | IPHONE 13 PRO | OPPO FIND X3 PRO | ONEPLUS 10T | |
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PROCESADOR | APPLE A16 BIONIC | MEDIATEK DIMENSITY 8100 | QUALCOMM SNAPDRAGON 8 GEN 1 | GOOGLE TENSOR | APPLE A15 BIONIC | QUALCOMM SNAPDRAGON 888 | QUALCOMM SNAPDRAGON 8 GEN 1+ |
RAM | 6 GB | 12 GB | 12 GB | 12 GB | 6 GB | 12 GB | 12 GB |
GEEKBENCH 5 (Single-Core/Multi-Core) | 1.872 | 923 | 1.250 | 1.003 | 1.739 | 924 | 1.068 |
3D MARK (WILD LIFE UNLIMITED) | 12.283 | 5.666 | 7.143 | 7.715 | 11.730 | 5.927 | 10.332 |
3D MARK (WILD LIFE STRESS UNLIMITED) | 12.296 | 5.714 | 9.667 | 7.010 | 11.710 | 5.898 | 10.234 |
PCMARK (WORK 3.0 PERFORMANCE) | - | 15.876 | 13.180 | 10.697 | - | 10.208 | 12.452 |
Si hablamos de benchmarks y rendimiento sostenido, Apple sigue sin tener rivales. En Geekbench dobla el rendimiento de los últimos chips de Qualcomm (CPU en single-core), cifras brutales que muestran el músculo del chip. En multi-core también hay diferencias significativas, con una enorme distancia tanto en Geekbench como en los test de estrés de 3D Mark.
Jugando a Genshin Impact durante media hora, con los gráficos configurados al máximo, no hemos tenido la menor pérdida de FPS, lo que muestra que este procesador no tiene problema alguno para mantener el rendimiento durante horas. Hemos querido medir de forma precisa los FPS durante una jornada de juego, pero la actual versión del iPhone lo ha impedido.
En 3DMark vemos una estabilidad cercana al 70%, dato que os puede chocar si habéis visto anteriores análisis de procesadores como el MediaTek Dimensity 8100, que alcanzan estabilidades de más del 90%. No obstante, es un dato lógico.
El pico de rendimiento del A16 Bionic está notablemente por encima de la competencia, pero es difícil de sostener tal punto (no hay más que ver las puntuaciones de 3DMark). Minutos después de alcanzar dicho pico reduce ligeramente el rendimiento para tener un desempeño sin dramas a nivel térmico. Una vez llegado a este punto dulce de su rendimiento, en el que el SoC se encuentra cómodo, rinde a un nivel sobresaliente.
Lo que no terminamos de entender es cómo, en un móvil con un precio base que ronda los 1.500 euros, el almacenamiento base sigue siendo de 128 GB (de tipo NVMe). La competencia directa parte de los 256 GB, el mínimo que se le puede pedir a un teléfono de esta cuantía. En nuestro caso, hemos probado el modelo de 1 TB. 2.119 euros cuesta, ni más, ni menos.
La otra crítica viene de la mano de la RAM, 6 GB. iOS funciona de una forma bastante distinta a la de Android, por lo que no es del todo justo comparar cómo funciona la RAM en este sistema frente a Android. Esto no quita que el iPhone pida a gritos más RAM, y es que le ha costado bastante mantener en segundo plano juegos como Genshin Impact. En el resto de escenarios no suele cerrar apps, pero acostumbrado a los 12 GB de los flagships Android, sí que he notado menor potencial en multitarea.
Software: iOS 16 refina, no revoluciona
iOS 16 llega de forma estable tanto al iPhone 14 Pro Max como a todos los iPhone a partir del 8. Se trata de un refinamiento del sistema operativo de Apple, con algunas pinceladas a nivel de interfaz, nuevas funciones y la pantalla de bloqueo como protagonista. En el apartado de la pantalla te adelantamos que ahora hay nuevas opciones para personalizarla, y no son pocas.
Ahora podemos tener varias pantallas de bloqueo, cada una con su fondo y widgets, pudiendo cambiar entre una y otra en tan solo un par de pulsaciones. A la hora de crearlas, iOS 16 nos brinda bastantes opciones de personalización, para crear de cero nuestro fondo de pantalla, ajustar una fotografía existente al reloj del sistema, utilizar elementos de ciertas apps (como la del Tiempo) para crear widgets, etc.
Las notificaciones se desplazan ahora a la parte inferior de la pantalla para "no molestar". Esto, en mi experiencia, molesta más que lo que teníamos antes, porque ya no tenemos esa información central en la parte de la pantalla cuando tenemos un mensaje. Conforme nos van llegando notificaciones, se van apilando para que las más nuevas estén más arriba. En este momento de tener varias notificaciones pendientes, sí tenemos información en el centro de la pantalla.
El escritorio sigue siendo el clásico de Apple, aunque ahora tenemos el botón de 'buscar' en la parte inferior del mismo. Es algo que he desactivado, ya que no le veo demasiado sentido teniendo la búsqueda de Spotlight con un swipe down en la pantalla. El resto de novedades tienen que ver con la fototeca compartida de iCloud, borrado de mensajes de iMessage y mejoras en la IA de la cámara y fotos, que ahora es capaz de detectar texto en vídeo, separar sujeto del fondo o convertir divisas, entre otros.
Mejoras muy y mucho Apple que refinan la experiencia con un sistema cada vez más abierto a la personalización, manteniendo la sencillez y ecosistema cerrado que tanto lo caracteriza. Como siempre, el sistema viene precargado de numerosas apps de Apple como GarageBand, Keynote, Clips, Bolsa, Apple Store... La mayoría de apps innecesarias, por suerte, se pueden eliminar, así que no hay mayor problema con ellas.
Biometría: el mismo Face ID en un menor tamaño
Face ID, a pesar de ocupar menos espacio en esta generación, sigue siendo el mejor sistema de reconocimiento facial 3D del mercado. Funciona con buena luz, con mala luz y, al menos en los iPhone 14 Pro y Pro Max, funciona incluso en horizontal. Pero lo que distingue al sistema biométrico de Apple no es la mera función de desbloqueo mediante nuestro rostro, sino la integración de Face ID como sistema de seguridad y autenticación.
Con Face ID podemos introducir contraseñas de forma automática, pagar con Apple Pay sin necesidad de introducir el PIN de la tarjeta, realizar pagos y descargar aplicaciones dentro de App Store y funcionar como sistema de protección y autenticación dentro de apps bancarias, Google Chrome y más. Sí, echamos de menos un lector de huellas bajo la pantalla, pero Face ID sigue siendo uno de los elementos clave en el hardware de los iPhone.
Sonido: un concierto a máximo volumen
El apartado auditivo suele ser uno de los puntos fuertes en los iPhone, y el Pro Max, por las ventajas de resonancia que aporta su tamaño, suele ser el modelo más destacado de la familia. Este 14 Pro Max tiene un sonido nítido, limpio y con un rango dinámico excelente. No hay demasiada distorsión en los rangos máximos de volumen, y destaca frente a sus rivales la presencia de los graves, que se disfruta especialmente cuando estamos escuchando música o viendo alguna película.
Apple no permite demasiados ajustes respecto al audio, la ecualización con la que viene el teléfono no puede ajustarse y no hay opciones más allá poder reducir el volumen de forma automática si el sistema considera que es perjudicial para nuestro oído.
Autonomía: el reto de gastarle la batería en un día
Hablar de un iPhone Pro Max es hablar de autonomía, y esta generación no iba a ser menos. Este año, el iPhone 13 Pro Max barrió en la gran comparativa de autonomía, y el iPhone 14 Pro Max aspira a quedarse con la corona tanto este año como el próximo. Aunque Apple no comparte los datos de miliamperios hora, conocemos por los distintos reguladores que su capacidad es de 4.323mAh, frente a los 4.352mAh del modelo anterior. 30mAh menos, pero con un procesador más eficiente y, más que probablemente, algunos controladores mejor optimizados.
La batería de este teléfono sigue siendo espectacular, aunque la experiencia cambiará radicalmente entre usar o no el modo Always on Display. Si utilizamos este modo, la autonomía se mueve sobre las 8 horas de pantalla, con uso mixto de 5G, WiFi, interiores, exteriores, reproducción multimedia y juegos. Ya de por sí es una cifra por encima de las 6/7 horas que solemos ver en sus rivales directos.
Si le quitamos el Always on Display, ganamos entre un 10 y un 15% de batería, lo cual nos permite hacer alrededor de una hora extra. 9 horas de pantalla en uso intensivo, algo más si somos comedidos con el uso. Cifra bárbara el poder quedar cerca de 10 horas con un móvil con picos de brillo de 2.000 nits y un tamaño de pantalla cercano a las 7 pulgadas.
Sobre el Always on Display, comentar que no gasta más que su competencia, de hecho, contextualmente gasta menos. Pese a ser la pantalla encendida al completo, y no un pequeño grupo de píxeles encendidos (como en Android), el gasto parece ser similar. ¿La parte buena? Con un AOD con más información, el consumo es el mismo que en sus rivales. ¿La parte mala? El consumo de sus rivales era alto, por lo que el de Apple también es alto.
En mis pruebas el modo Always on Display gasta cerca de un 1% por hora, cifra que puede aumentar o disminuir según el brillo que tengamos configurado. Sí, se apaga cuando lo tenemos en el bolsillo, cuando nos alejamos del teléfono con el Apple Watch puesto, o cuando nos vamos a dormir y no lo usamos durante un tiempo. Pero, al menos en mi caso, tengo el móvil en la mesa durante gran parte de la jornada, y no me ha compensado perder más de un 10% de batería por tener la pantalla encendida todo el día (algo que, además, me genera bastante estrés).
Respecto a la carga, Apple nos habla de 27W en este iPhone 14 Pro Max. En mis pruebas, con un medidor de corriente eléctrica, he anotado picos de 29,9W, por lo que realmente es una carga cercana a los 30W. Para cargarlo por completo hemos necesitado 1.50h, cifra que lo deja muy detrás de su competencia, ya que hay terminales capaces de cargar en poco más de 15 minutos.
Cámaras: los 48 llegan para el disfrute de unos pocos
Y llegamos al apartado fotográfico, donde ya te adelantamos que Apple ha puesto casi todos sus recursos en esta generación. Llevamos con cámaras de 12 megapíxeles en los iPhone desde hace seis años, cuando el iPhone 6s estrenó esta resolución. El tamaño del sensor ha ido aumentando de forma exponencial, así como el número de lentes, pero Apple no se atrevía a dar el salto a resoluciones más altas ayudadas por la técnica de agrupación de píxeles, el Pixel Binning.
Con el iPhone 14 Pro Max, los megapíxeles importan. Este teléfono estrena resolución de 48 megapíxeles en un sensor notablemente más grande, con un 65% más de superficie respecto a los modelos 13 Pro. Estos 48 megapíxeles ayudarán a captar más luminosidad, hasta el punto de que Apple tiene ahora lentes menos luminosas ya que confía en la fuerza bruta del sensor y en la luz extra captada con la agrupación de 4 píxeles en 1.
Por defecto, el iPhone sigue disparando a 12 megapíxeles y en formato HEIC, pudiendo configurar también la salida de imagen en formato JPEG. Nos hubiera gustado un modo de disparo a 48 megapíxeles, ya que en HEIC no ocuparían mucho más de 4 o 5 megas. No obstante, no podrían aprovecharse las bondades del Pixel Binning, tendríamos fotografías menos luminosas, y Apple tendría que procesar estas imágenes de forma distinta. Por suerte, las apps de terceros nos permitirán disparar en la resolución y formato que deseemos
- Sensor principal: 48MP, f/1.78, 24 mm, sensor estabilizado de segunda generación. 100% focus Pixels.
- Ultra angular: 12MP, f/2.2, 13mm.
- Teleobjetivo: 12MP, f/2.8, 77mm, OIS, zoom óptico 3x.
- Cámara selfie: 12MP, f1.9, AF.
- Vídeo: 4K @24/25/30/60fps, 1080p @25/30/90fps, modo cine 4K HDR @30fps, vídeo macro, cámara lenta, time-lapse, vídeo ProRes, modo acción.
A estos tres sensores principales hay que sumarle un nuevo zoom 2x que aprovecha la zona central del nuevo sensor de 48 megapíxeles. La zona central de los sensores es la más nítida y la más carente de distorsión, por lo que Apple le saca todo el jugo a esa zona dulce del sensor para lograr un zoom sin pérdida. Realmente no es un zoom digital, sino un recorte de dicha zona del sensor, por lo que tenemos muchísimo juego y una gran calidad de imagen, como veremos más adelante.
App de cámara
Sobre la app de cámara pasaremos algo rápido, ya que es la misma que encontramos en la generación pasada. Este año tenemos un botón adicional de zoom, el 2X, pero el resto de ajustes permanecen en la misma posición. Para activar los accesos a ProRAW, ProRes y macro tendremos que configurarlos desde los ajustes. Nos sigue molestando que no podamos acceder a este menú de configuración desde la cámara, ya que está ubicado en el menú de apps del iPhone. Cosas de iOS.
Hablando de dichos ajustes, ahora tenemos algunas opciones extra. Una de ellas es el modo de estabilización mejorada, que realiza un pequeño zoom para estabilizar aún mejor. El resto son viejos conocidos como el escáner de códigos QR integrado, la detección de textos, el área fuera de marco y los estilos fotográficos, que en iOS 16 muestran el ajuste de tono y calidez.
Si queremos aprovechar al máximo la cámara del iPhone, tendremos que dedicarle un rato a los ajustes. Si bien está pensada para que en automático todo funcione de maravilla, el verdadero partido se le saca una vez activamos todos los ajustes profesionales.
Por último, aunque no es algo nuevo, destacar que Apple es la única compañía que, junto a Google, muestran el procesado en HDR en tiempo real desde la vista previa. En otras palabras, el rango dinámico que vemos antes de hacer la foto es el mismo que tendremos después de hacerla. Puede parecer un detalle trivial, pero en pleno 2022 sus rivales no se han dignado en tener una preview que muestre algo realmente cercano a lo que tendremos una vez hecha la foto.
Cámara trasera
La cámara del iPhone 14 Pro Max es ligeramente más angular que la anterior, pasando de los 26 a los 24mm. La diferencia es prácticamente imperceptible, pero tenemos un encuadre algo más abierto. Hablemos de resultados. El nivel de la generación anterior era alto, aunque el procesado tenía algunos deberes por hacer. Apple sigue dándole (demasiado) peso a la fotografía computacional, con unos nuevos algoritmos de procesado bajo el nombre de Photonic Engine.
Más allá de nombres rimbombantes, lo cierto es que ha habido algunos cambios en la forma de interpretar las imágenes. Lo primero que hemos notado con esta cámara es un mejor rango dinámico. El iPhone 13 Pro Max dejaba las sombras completamente apagadas, mientras que el nuevo modelo rescata muchísima más información de las zonas en las que antes todo era una mancha negra. Más adelante veremos que la cámara puede captar mucho más rango dinámico en las sombras si disparamos en ProRAW pero, aún estando algo oscuras al disparar en HEIC, hay más información que el año pasado.
Apple detecta cuándo hay una persona en la escena, dándole un boost a la exposición, contraste y saturación. El iPhone no quiere dejar a un sujeto oscuro bajo ninguna circunstancia, aunque tenga que renunciar a una fotografía más natural. La decisión tiene sentido, pero el plus de saturación nos sobra.
El ejercicio de colorimetría es más que correcto en líneas generales, aunque en este tipo de escenas con sujeto, la IA trabaja en exceso. En este ejemplo de HDR (es la misma escena que, sin sujeto, estaba mucho más apagada), hay acusada sobresaturación de verdes, el cielo es cian y el tono de piel tiende demasiado al naranja. Como siempre, hemos buscado un ejemplo extremo para poner al límite el procesado. Pese a esto, el resultado es bueno.
Además, lo hace respetando el ruido general de la escena, sin lavar en exceso. En determinadas escenas sí hemos notado un extra de lavado, habiendo cierta inconsistencia con el algoritmo de reducción de ruido. No obstante, la tónica general en los más de 100 disparos que hemos realizado, ha sido la de respetar el ruido natural del sensor, para preservar detalle.
En segundo lugar, el algoritmo sigue aplicando un sharpening agresivo que añade nitidez artificial, algo que se nota sobre todo en los bordes y líneas de las imágenes. No obstante, el sensor tiene más músculo, por lo que notamos más detalle fino fruto de las capacidades brutas de dicho sensor. La diferencia no es demasiado perceptible respecto a la generación anterior, pero yendo al detalle (literalmente) notamos estas pequeñas mejoras.
Apple sigue trabajando de forma espectacular cuando fotografiamos personas. Respeta el detalle y textura original de la misma, e incluso llegamos a percibir a la perfección los colores de las pupilas. El bokeh natural es también bastante espectacular en esta generación, ya que tenemos buena profundidad de campo con este nuevo sensor.
Esta fotografía en interiores y en un plano más corto, con muy poca luz natural, es un gran ejemplo de la naturalidad que puede llegar a tener el iPhone 14 Pro Max en disparo automático. Se preserva parte del ruido natural, y el nivel de detalle es muy alto. No es fácil lograr que un teléfono preserve texturas en este tipo de condiciones de luz natural escasa, mucho menos con un disparo tan rápido como lo es el de este iPhone.
Un año más, tenemos los estilos fotográficos que juegan con el tono y la calidez de la imagen para disparar con distintos preajustes. Aquí vemos información interesante, como el giro hacia un balance de blancos neutro por parte de Apple en contraposición del estilo cálido que tenía hace unos años (y que podemos volver a tener con estos estilos). El modo de alto contraste apaga más las sombras, el brillante las levanta ligeramente más, y el modo frío apenas tiene diferencias con el normal.
Son una opción curiosa si tenemos una preferencia muy marcada a la hora de realizar fotografías. En mi caso, he disparado siempre en modo estándar, ya que es el que refleja el procesado que Apple considera más correcto para sus fotografías.
Por la noche, el iPhone 14 Pro Max mantiene bien el tipo. Notamos rápidamente que hay pérdida de detalle y que la fotografía se torna más artificial. No obstante, ese extra de luminosidad ayuda a obtener información incluso en zonas donde apenas hay luz, como la esquina superior izquierda de este ejemplo. Hemos notado que al modo noche le cuesta mucho más saltar, e incluso en imágenes con poca luminosidad no podemos activarlo siempre que queremos. Apple parece confiar por fin en la luz captada por su sensor, y el modo noche queda reservado para situaciones puntuales.
No hay grandes diferencias en el detalle si comparamos el modo noche con el disparo sin este modo. El balance de blancos se torna más cálido, la imagen gana un buen punch de luminosidad y los bordes quedan más marcados por la última vuelta de tuerca a la nitidez artificial que añade Apple. Es una buena opción cuando apenas hay luminosidad, pero el sensor hace un buen trabajo sin necesidad de activarlo.
Ultra gran angular
El ultra gran angular sigue siendo el sensor débil de Apple, aunque el trabajo de procesado le ayuda a ser consistente en exposición, colorimetría y balance de blancos con el resto de sensores. Es bastante angular incluso activando la corrección de lente.
La competencia empieza a apostar por sensores como el IMX766 (el mismo que montan en la cámara principal), mientras Apple sigue tratando al ultra gran angular como una cámara aún más secundaria, habiendo mejorado el sensor esta generación, pero sin grandes ambiciones. Los resultados diurnos son aceptables y dan mucho juego, pero aquí sí lo van a tener difícil contra la competencia.
Si cae la noche, el modo nocturno es prácticamente obligatorio. Este, en apenas tres segundos, recupera el color y luminosidad de una foto completamente apagadas y difícil de rescatar. Los resultados, como en todo modo noche, son artificiales, pero la diferencia es abismal.
Con la mejora del ultra gran angular llega la mejora en el macro, ya que Apple utiliza este sensor para poder enfocar a distancias mucho más cortas. Es una solución más eficaz que un sensor secundario de baja resolución, y un apoyo al propio sensor principal cuando este no puede alcanzar un punto de enfoque óptico en corta distancia (algo que sucede habitualmente en este tipo de sensores tan grandes). Es un sensor divertido aunque, en mi caso, ha sido una ayuda para poder enfocar a cualquier distancia más que una herramienta para hacer macros de forma deliberada.
El macro funciona de forma automática por defecto. Si queremos tener controles manuales (para decidir cuándo se activa y cuándo no), tendremos que configurarlo en los ajustes de la cámara. Recomendamos activar dicho ajustes, para que no se active cuando no queramos.
Teleobjetivo
Sobre el teleobjetivo del iPhone 14 Pro Max hay bastante que comentar, ya que tenemos tres escenarios posibles. Empezamos por el zoom 2x, una de las mejores formas de aprovechar el nuevo sensor, pese a ser una función no demasiado llamativa. Sin necesidad de una cuarta lente 2x, tenemos un zoom de dos aumentos sin pérdida de calidad, perfecta para retratos, zoom y cualquier situación en la que necesitemos versatilidad sin perder nitidez.
Al disparar en zoom 2x no se realiza el Pixel Binning, ya que la resolución de 12 megapíxeles no viene dada por la agrupación de los 48 megapíxeles en grupos 4-1, sino por el propio recorte de su zona central. Pese a no utilizar esta técnica, los cambios en luminosidad son mínimos respecto a tomar una fotografía en 1x y, frente al teleobjetivo, es mucho más luminoso (no deja de emplear la cámara principal frente a un teleobjetivo con una lente mucho menos luminosa y un sensor más pequeño).
El teleobjetivo 3x tiene truco, tal y como vimos en la generación pasada. Apple quiere que tengamos la mejor fotografía cuando disparamos en 3x, y no le importa "engañarnos" para conseguirla. ¿Que queremos decir con esto? Que, en condiciones de luz favorable, podemos estar seguros de que estamos utilizando el teleobjetivo 3x. Pero, si cae la luz, puede que lo que esté haciendo el teléfono es un recorte desde el 3x.
¿Por qué se hace esto? Para lograr mayor luminosidad y detalle en escenas en las que el teleobjetivo no puede dar más de sí. Es muy fácil de comprobar cuándo ha saltado el teleobjetivo y cuándo hemos hecho un recorte del sensor principal, ya que la app de Fotos nos indica qué cámara ha hecho la foto.
No es fácil adivinar el patrón, ya que a veces el teleobjetivo consigue fotografías espectaculares en detalle, respetando el grano natural. En cualquier caso, a un usuario medio no debería preocuparle en absoluto qué lente se utiliza. Apple analiza si será mejor usar el teleobjetivo o ampliar digitalmente.
Modo retrato
El retrato a personas de Apple sigue siendo espectacular. Ahora, con el regreso del 2x óptico, tenemos más margen que nunca, ya que el 3x nos obligaba a alejarnos mucho del sujeto. Por defecto se simula una apertura f/2.8 que, en ocasiones, puede ser excesiva. Siempre podremos corregir desde el editor la cantidad de bokeh digital. El trato de la piel, el recorte y el tratamiento general de la imagen es impecable. Hemos de calcular bien las distancias para que se active si disparamos a objetos, aunque con personas no suele haber mayor problema.
Esta generación, el 3x es más natural que nunca procesando, lo que ayuda especialmente en retrato. Me atrevo, sin miedo, a afirmar que (hasta el momento) no hay actualmente retratos con este grado de naturalidad, ya que la tendencia a aclarar la piel y procesarla en un estilo muy poco europeo es tendencia en la mayoría de sus rivales directos.
El retrato a objetos sigue siendo mejorable, y está bastante alejado de lo que consigue Apple cuando fotografiamos a personas. Tiene ciertos problemas con objetos transparentes (gafas, copas, vasos, etc.), y simplemente cumple (cuando quiere) si disparamos a otro tipo de objetos. Puede ser excelente o darnos una foto que de poco sirve, dependerá mucho objeto que fotografiemos.
El retrato nocturno suele ser un auténtico desastre incluso en móviles de la gama más alta, pero los nuevos sensores de Apple logran unos resultados impecables. Esas fotografías están tomadas a las 23:00 de la noche, en un paseo en el que la luz escasea, aunque en las fotos se intuya mayor luminosidad. Desde el 1x hasta el 3x hay información. El ruido aparece en el 3X si hay muy poca luz. Algo inherente a la naturaleza del sensor, y una decisión bastante más acertada respecto a lavar y romper la textura de la piel.
Señor, ¿ha oído hablar de ProRAW?
El año pasado, critiqué duramente ProRAW. Era el claro ejemplo de cómo no hacer bien las cosas, ya que obteníamos un archivo lavado y ultraprocesado. Con el nuevo sensor las cosas han cambiado. ProRAW es ahora la mejor (y única) forma de aprovechar todo el potencial del sensor, obteniendo un rango dinámico y cantidad de detalle bastante alejados del propio archivo HEIC que procesa el iPhone. Sí, en Android ya hay exponentes que disparan en RAW, pero no todos los RAW son iguales. ProRAW es el ejemplo de cómo debería comportarse este formato en un teléfono.
"¡Pero en Android ya había RAW!" Sí. Pero ni arrojaba esta información ni se llegaba a aprovechar el sensor al completo, ya que todos los gama alta Android, actualmente, usan el Pixel Binning en RAW, por lo que ofrecen archivos de 12 megapíxeles.
En el iPhone viene desactivado por defecto, y debemos irnos a los ajustes si queremos empezar a utilizarlo. Es importante activar ProRAW a 48 megapíxeles, si lo activamos en modo de 12 megapíxeles el procesado es el del año pasado y no sirve de mucho. Una vez activo, veremos el icono de "RAW" en la esquina superior derecha de la app de cámara. Sobre si es o no una opción para el día a día hablaremos un poco más adelante, vamos a los resultados.
Para ilustrar de forma sencilla de lo que es capaz ProRAW, ahora mismo estás viendo la misma fotografía en HEIC, junto a esa misma imagen tomada en ProRAW y convertida a un JPEG de 12 megapíxeles desde Atajos. Todo desde el iPhone, sin editar la foto en Lightroom ni realizar más proceso. El rango dinámico de ProRAW es completo, no se escapa una sola sombra.
ProRAW es la mejor muestra actual de lo mal que lo hacen todos los fabricantes procesando fotografías (desde el punto técnico, desde la preferencia subjetiva del usuario medio, otro gallo canta), Apple incluida. Es la muestra de las capacidades brutas del sensor, el rango dinámico que se puede llegar a captar y de la increíble naturalidad fotográfica que podrían tener nuestros teléfonos. Comentaba anteriormente que hay una pequeña carga de procesado incluso en este RAW. Si lo ponemos al límite en escenas de alto contraste, apreciamos ese ferviente empeño por reducir ruido, lavando así la imagen.
Las capacidades de edición que da ProRAW son un espectáculo. El archivo nos da toda la información sobre la escena, y podemos desde subir al máximo la información que había en las sombras hasta recuperar las altas luces. Es el margen de edición más cercano al de una cámara profesional. De hecho, he aplicado el mismo preset al DNG de ProRAW, y puedes observar cómo queda comparado con ese mismo preset aplicado al DNG de mi Canon 77D.
Estos archivos DNG son la mejor forma de preservar el color original que capta el sensor y es que, en ocasiones, el procesado de Apple puede ser tan agresivo que acabe modificándolos, sobre todo si hablamos de verdes. En los DNG sorprende la precisión exacta con el color de la piel, comparable a una cámara profesional.
ProRAW tiene, en mi opinión, dos problemáticas. La primera es que no se informa al usuario de lo fácil que es convertir un archivo ProRAW en un HEIC o JPEG de unos pocos megas. Podemos tener una foto mucho mejor que la que hace Apple sin tener ni la menor idea de editar, pero Apple entiende que su procesado es correcto y relega ProRAW a usuarios profesionales.
El segundo problema tiene que ver con el espacio que ocupan las fotos. Estos archivos pueden llegar a ocupar más de 100 megas. Sí, cuando hagamos una foto en ProRAW y la editemos (o convirtamos), borraremos el original, pero ya son pasos adicionales que hay que ir dando y que resultarán tediosos a los usuarios menos expertos.
Del mismo modo, como percepción personal, estoy convencido de que ProRAW es una gruesa línea para segmentar usuarios "Pro" de usuarios medios. Si ProRAW no es una novedad lo suficientemente llamativa para un usuario, cabe plantearse si realmente necesita un iPhone con el apellido Pro, en lugar de una versión estándar que comparte la inmensa mayoría del hardware.
Sea como fuere, ProRAW marca un antes y un después en la fotografía móvil. Requiere procesos, no es para todos los usuarios y el comprador habitual de un iPhone puede que ni se dé cuenta de que existe. Para los pocos que disfrutamos de la fotografía manual, es un deseo cumplido: fotos con el máximo rango dinámico y detalle, sin que Apple procese más de lo que debe.
_Archivos ProRAW en tamaño original_
Cámara frontal
Pasamos rápido por el selfie, comentando que ajusta el angular según la propia foto que estemos tomando y que, por suerte, el procesado es el mismo de la cámara trasera. Tenemos así imágenes con mucho detalle, una piel muy bien tratada tanto a nivel de colorimetría como de balance de blancos, y un modo retrato que funciona bien, aunque con zonas de pelo y oreja suele dejarse algo.
Si cae la noche, los resultados también parecen haber mejorado respecto a la generación anterior. Ya no notamos tanto ruido, no por lavado, si no por la ayuda de la apertura f/1.9. Tenemos también enfoque automático, algo que permitirá que los selfies no salgan fuera de foco en baja luz o cuando nos estamos moviendo.
Vídeo
En vídeo el listón ya estaba alto, ganando de forma absoluta el iPhone 13 Pro Max nuestra gran comparativa. Apple sigue sin dar el salto al 8K, y las principales novedades que vienen este año son la grabación en modo cine en resolución 4K, un nuevo modo acción para estabilizar mejor y poco más. Seguimos teniendo un formato ProRes, el cual ocupa aproximadamente 1,7 GB por minuto en HD y 6 GB por minuto si grabamos en 4K. Es tal el almacenamiento que requiere, que los modelos de 128 GB no pueden grabar en ProRes. También podemos grabar en HDR bajo el estándar Dolby Vision.
Tanto en 4K como en 1080 a 60 FPS, el iPhone sigue estando por encima de sus competidores. Genera menos artefactos, el archivo es bastante más limpio y el trabajo de estabilización es impecable, pareciera que estamos montando el teléfono sobre un gimbal. Si queremos un extra de estabilización, podemos activar el modo acción, que recorta parte del vídeo para estabilizar mejor.
En mi opinión, la estabilización de este modo es algo exagerada. Incluso en planos con fuerte movimiento la estabilización estándar sirve de sobra. Aunque si tenemos alguna escena en la que la trepidación va a ser más alta de la cuenta, siempre viene bien contar con una opción de este tipo. Su resolución máxima es de 2,8K (2.816 x 1.584 píxeles), notablemente menor al 4K que alcanzamos sin dicho modo.
El modo cine sigue siendo bastante bueno, siendo conveniente regular la calidad de bokeh si no queremos que quede muy artificial. El 4K le sienta bastante bien, ganando un extra de resolución.
La calidad del selfie es excelente, pero el HDR no parece funcionar por alguna razón. Esperamos que se solucione con futuras actualizaciones, ya que las altas luces quedan completamente quemadas.
En resumidas cuentas, un vídeo que lo sigue situando en el podio de la gama alta, un modo cine mejorado con alta resolución, un modo acción que no termina de brillar y tanto ProRes como Dolby Vision como extras para sumar a una calidad final que ya es alta.
iPhone 14 Pro Max, la opinión de Xataka
Este no es el móvil que le recomendaría a alguien que viene desde un iPhone 13 Pro Max. Si me apuras, incluso los propietarios de un 12 Pro Max sin demasiado interés en la fotografía RAW, no notarán un salto exponencial. Pero el iPhone va de mejoras acumulativas y de pulir lo que ya era bueno. Año tras año la sensación es similar: el iPhone no innova, pero sigue siendo brillante.
La pantalla de este 14 Pro Max es (al menos en el momento en el que realizamos este análisis) la más brillante del mercado, sigue siendo imbatible en rendimiento, la autonomía es de matrícula de honor (salvando que la carga rápida no es muy rápida) y el sistema fotográfico es una delicia, tanto si queremos disparar en HEIC como si queremos disparar en RAW. Es uno de los móviles más completos del mercado y sobresaliente en todos los apartados, pese a ser uno de los que menos innova.
El Always on Display o la Isla Dinámica no son, ni mucho menos, razones de peso para apostar por este terminal. La razón de ser de los modelos Pro es la de hacernos con un móvil que apenas tiene puntos débiles, con una vida útil (al menos, en ciclo oficial de actualizaciones) superior a su competencia, y con esa experiencia Apple en la que (casi) todo funciona como debe funcionar. Lástima que el mayor atractivo del teléfono, ProRAW, sea una función tediosa de usar, irrespetuosa con el almacenamiento interno (ojo si tenemos 128 GB) y, en definitiva, pensada para unos pocos.
Los 1.469 euros que cuesta la versión base de 128 GB (esperamos que sea la última vez que nos encontramos con esta base de memorias) son un importante hándicap, y un empuje hacia los modelos anteriores, a los cuales aún les queda bastante ciclo de vida. No es un precio para todos los bolsillos, y tampoco es un teléfono para todos los usuarios.
Apple iPhone 14 Pro MAX (128 GB) - Plata
El terminal ha sido cedido para la prueba por parte de Apple. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
9.4
A favor
- ProRAW marca un antes y un después en fotografía móvil.
- El rendimiento es excelente.
- La pantalla es, literalmente, brillante.
En contra
- Sin mejoras en autonomía (incluso dura menos con AOD encendido)
- ProRAW es tan excelente como tedioso para el usuario medio.
- El precio empieza a ser prohibitivo.
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