El mundo lleva nueve meses esperando La Niña. Pues bien, la espera se ha acabado: ya está aquí

Ahora la gran pregunta es cuánto tiempo va a durar (y eso hace que las incertidumbres sigan encima de la mesa)

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"La espera se ha acabado y La Niña está oficialmente aquí". Con estas palabras, la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de EEUU (NOAA) anunciaba la llegada del fenómeno climático más importante (y esperado) de los últimos meses.

La buena noticia es que por fin el mundo sale del impás climático en el que ha estado desde la primavera de 2024. La mala es que parece que va a durar poco.

Esperando a La Niña. Recordemos que, con la salvedad de las estaciones, el ENSO (del que La Niña es una fase) constituye la fuente más importante de variabilidad climática anual de todo el planeta. Es verdad que la fase fría suele tener menor impacto que la cálida, pero las teleconexiones de La Niña son aún así enormes.

De ahí que las agencias meteorológicas de todo el mundo llevan meses en pausa; sin saber muy bien qué hacer ni a qué atenerse.

Y todo porque la temperatura de la superficie de una zona muy concreta del Pacífico ("Niño 3.4") no bajaba por debajo del medio grado -- bajo de la media histórica -- que marca el inicio el La Niña. De hecho, la noticia es esa: que según los mejores datos disponibles, esas aguas del Pacífico se situaron a -o,6º bajo la media.

¿Y ahora qué? Ahora poco, la verdad. En condiciones normales, multitud de países se estarían preparando para las consecuencias de La Niña. Sobre todo, porque, en condiciones normales, son muchas: por ejemplo, en el sudeste del continente americano las temperaturas se vuelven más cálidas de lo normal.

De la misma forma, se hacen más frías en el Noreste. En Ecuador y Perú se esperan menos precipitaciones de lo normal y el Noreste de Brasil, lluvias torrenciales. En México, es habitual que La Niña provoque (o haga más intensa) la sequía en el norte y centro del país, mientras que incrementa las precipitaciones en el Pacífico, el sur del Golfo de México y la Península de Yucatán.

En España también suele ser sinónimo de menos lluvias. O sea, La Niña puede traer muchos problemas.

"En condiciones normales". La precisión es posible porque, en fin, no estamos en condiciones normales. La misma NOAA lo deja claro: "hay un 59% de probabilidad de que La Niña persista durante febrero-abril", pero hay "un 60% de probabilidad de condiciones neutrales en marzo-mayo". 

Es decir, parece que va a durar un suspiro y eso quiere decir que (aún con La Niña aquí) el impás continúa. 

Imagen | Climate Reanalyzer

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