Los ThinkPad han sido durante casi tres décadas unos ordenadores portátiles con un carácter muy marcado. Lo eran cuando la marca pertenecía a IBM, y lo siguen siendo ahora que está en las manos de Lenovo. Y, sin duda, es una buena noticia. Es muy probable que su diseño sobrio no guste a todo el mundo, pero defiende una continuidad a lo largo del tiempo en sintonía con su vocación profesional, y, sobre todo, con su intención de mantenerse al margen de tendencias pasajeras.
El ThinkPad X1 Carbon al que dedicamos este análisis pertenece a la sexta, y, por el momento, última generación de este modelo. Todas las señas de identidad de la familia ThinkPad, como el característico puntero de color rojo alojado en el centro del teclado, están presentes en este equipo, que, como cabe esperar, ha sido actualizado con componentes a la última. Pero su auténtica característica diferencial, más allá de su diseño, es su construcción en fibra de carbono y aleación de magnesio. Y es que no solo está hecho para durar; también para no dejar a nadie indiferente.
Lenovo ThinkPad X1 Carbon: especificaciones técnicas
La versión de este ordenador portátil que nos ha cedido Lenovo para este análisis está gobernada por un microprocesador Intel Core i7-8550U de octava generación equipado con cuatro núcleos y capaz de procesar simultáneamente hasta 8 hilos de ejecución (threads). Este es el modelo intermedio de la familia ThinkPad X1 Carbon debido a que hay una versión de este mismo portátil equipada con un procesador Intel Core i5 un poco más lento, y también otra con un chip Core i7 ligeramente más rápido. En cualquier caso, lo importante es que todos ellos son microprocesadores Intel Core de octava generación.
La unidad que hemos analizado incorpora 16 GB de memoria principal de tipo LPDDR3 a 2.133 MHz efectivos, aunque la versión más económica de este portátil tiene 8 GB del mismo tipo. Los chips de memoria DDR (Double Data Rate) se activan dos veces durante cada ciclo de la señal de reloj (por flanco o por nivel), de ahí que la frecuencia real de la señal que marca el ritmo de trabajo sea justo la mitad del número que nos indican los módulos de memoria. Esta es la razón por la que es importante distinguir la frecuencia de reloj efectiva de la frecuencia real. La primera en los módulos de memoria de tipo DDR es siempre el doble de la segunda gracias a la doble activación de los chips en cada ciclo de reloj.
Este ordenador portátil no tiene un procesador gráfico dedicado, por lo que la lógica gráfica que se encarga de generar la señal de vídeo que va a recibir la pantalla está dentro de la CPU. Los gráficos que incorpora el chip Core i7 de este equipo son los Intel UHD Graphics 620, una solución que hemos probado en otros ordenadores portátiles con procesador Intel de octava generación y que encaja bien con el rendimiento gráfico que podemos esperar de un portátil con vocación profesional.
Los chips de memoria DDR se activan dos veces durante cada uno de los ciclos de la señal de reloj, bien por flanco de subida o bajada, bien por nivel alto o bajo, de ahí que tenga sentido hablar de frecuencia de reloj efectiva
Lenovo vende este equipo con cuatro pantallas diferentes, aunque todas ellas tienen 14 pulgadas. Dos tienen resolución WQHD (2.560 x 1.440 puntos) y las otras dos son Full HD (1.920 x 1.080 píxeles). El modelo WQHD más ambicioso tiene una capacidad máxima de entrega de brillo de 500 nits y es compatible con contenidos Dolby Vision, pero esta no es la pantalla que incorpora el portátil que hemos tenido la oportunidad de analizar. El ThinkPad que hemos probado tiene una pantalla LCD IPS Full HD con una capacidad de entrega de brillo de 300 nits y sin prestaciones táctiles (también hay una versión táctil con las mismas características).
De resolver el almacenamiento secundario de este portátil se responsabiliza una unidad SSD fabricada por Samsung con una capacidad de 512 GB e interfaz NVMe M.2. La versión más económica de este ThinkPad tiene una unidad SSD de 256 GB, y la más ambiciosa incorpora una de 1 TB, pero todas ellas nos proponen unas prestaciones equiparables. Eso sí, la capacidad de estas unidades tiene un impacto importante en el precio del equipo, por lo que la versión de 512 GB es sobre el papel la más interesante si nuestro presupuesto no nos permite decantarnos por la unidad de 1 TB.
En lo que concierne a la conectividad merece la pena que nos fijemos en los dos puertos Thunderbolt 3 vía USB de tipo C con los que cuenta este equipo, y que se suman a otros dos de tipo USB 3.0. La controladora que permite el acceso a las redes inalámbricas es compatible con la norma WiFi 802.11ac e implementa MIMO 2x2 (tiene dos antenas que pueden ser utilizadas simultáneamente para enviar y recibir datos).
LENOVO THINKPAD X1 CARBON | Características |
---|---|
PANTALLA | LCD IPS Full HD de 14 pulgadas y 300 nits |
RESOLUCIÓN | 1.920 x 1.080 puntos |
PROCESADOR | Intel Core i7-8550U de octava generación (4 núcleos, 8 hilos de ejecución, 14 nm, frecuencia base de 1,80 GHz, frecuencia máxima de 4 GHz y caché L3 de 8 MB) |
RAM | 16 GB LPDDR3 a 2.133 MHz |
GRÁFICOS | Intel UHD Graphics 620 |
ALMACENAMIENTO | SSD Samsung 512 GB NVMe M.2 |
SONIDO | Dolby Atmos con auriculares Micrófonos de matriz dual de largo alcance con cancelación del ruido 360° |
SISTEMA OPERATIVO | Windows 10 Pro |
CONECTIVIDAD | 2 x Thunderbolt 3, 2 x USB 3.0, 1 x HDMI, 1 x combo salida para auriculares/entrada micrófono y 1 x conector Ethernet propietario 1 x ranura para tarjeta SD/SIM WiFi 802.11ac MIMO 2x2 y Bluetooth 4.2 |
CÁMARA | HD 720p con ThinkShutter |
SEGURIDAD | Lector de huellas dactilares táctil con tecnología Match on Chip y protección contra falsificación
Autenticación FIDO (Fast Identity Online) integrada Windows Hello con software de reconocimiento facial (necesita cámara IR) o lector de huellas dactilares |
BATERÍA | Polímero de litio / 57 Wh con carga rápida |
DIMENSIONES | 323,5 x 217,1 x 15,95 mm |
PESO | 1,13 kg |
PRECIO | 2.387,17 euros |
Acabado y materiales: en la primera división por méritos propios
Como os he adelantado en los primeros párrafos del análisis, una de las bazas más contundentes de este ThinkPad es su construcción. Y es que incorpora una estructura interior de cuatro capas de fibra de carbono que es tan dura y rígida como el acero, y, a la vez, tan ligera como el plástico. Este soporte es el esqueleto del portátil, y, por tanto, la estructura a la que va fijada la placa base principal y los demás componentes del equipo. Precisamente la ligereza de la fibra de carbono es en gran medida la responsable del reducido peso de este ordenador portátil (pesa solo 1,13 kg a pesar de contar con una pantalla de 14 pulgadas).
Lo interesante es que Lenovo no se ha decantado por un material con unas propiedades mecánicas atractivas solo a la hora de poner a punto el chasis del equipo. La caja exterior del portátil es de aleación de magnesio, un material ligero, rígido y resistente que garantiza una protección frente a los impactos y la deformación muy notable. El coste tanto de la fibra de carbono como de la aleación de magnesio es alto, y es evidente que tiene un impacto claro en el precio del equipo, pero una apuesta como esta tiene sentido en un ordenador portátil profesional concebido para acompañarnos allí donde necesitemos llevarlo y sin exigirnos que seamos especialmente cuidadosos con él.
En lo que concierne al acabado de este ThinkPad las fotografías que ilustran este artículo hablan por sí mismas. El mecanizado de la caja exterior es impecable y recurre a un diseño de tipo unibody para reducir en la medida de lo posible el número de juntas y las zonas que podrían lastrar la capacidad de absorción de impactos del equipo. Además, la caja de aleación de magnesio tiene un tacto muy agradable y una ligera rugosidad que nos permite agarrarlo con firmeza utilizando una sola mano y sin que nos dé la sensación de que puede deslizarse hacia el suelo en cualquier momento.
Si nos ceñimos a su diseño tengo poco que añadir a lo que os anticipé en los primeros párrafos del análisis. Lenovo ha apostado por preservar esa estética sobria, minimalista y sin florituras tan característica de los ThinkPad desde que el diseñador industrial Richard Sapper propuso su diseño original en el ya lejano 1992. Me consta que es un diseño que no gusta a todo el mundo, pero también que cuenta con adeptos seducidos por esta estética tan atemporal. En cualquier caso, este diseño es una de las señas de identidad de la familia ThinkPad y parece poco probable que Lenovo vaya a modificarlo de forma sustancial en el futuro.
Experiencia de uso: un portátil convencido de su vocación profesional
En la siguiente imagen podéis ver que los marcos de la pantalla son bastante finos (el superior mide 10 mm y los laterales 5 mm), lo que nos recuerda que la sobriedad y la modernidad pueden ir de la mano sin mayor problema. De hecho, a pesar de su discreción este ThinkPad no parece en absoluto un equipo antiguo. Para poner a prueba la calidad del panel IPS Full HD de este portátil recurrí a mis herramientas de test habituales: White Screen Page y DisplayMate. Muchos paneles IPS adolecen de fugas de luz, sobre todo en las esquinas, pero durante las pruebas no percibí ninguna fuga que pueda afectar a nuestra experiencia, así que esta primera prueba la superó con buena nota.
En lo que concierne a la reproducción del color y los ángulos de visualización, que son los dos puntos fuertes de los paneles IPS, esta pantalla se porta como esperaba. No es el mejor panel IPS que he probado en absoluto, pero restituye los colores con precisión, con una luminosidad homogénea en toda la superficie del panel y con un contraste convincente. Además, tiene un acabado mate que minimiza con eficacia los reflejos propiciados por la luz ambiental. Aunque, eso sí, la resolución Full HD (1.920 x 1.080 puntos) en mi opinión se queda un poco corta para un panel de 14 pulgadas. El espacio disponible en el escritorio para trabajar es suficiente, pero habría agradecido contar con uno de los paneles con resolución WQHD (2.560 x 1.440 píxeles) que también equipan estos ThinkPad X1 Carbon. Aunque, como cabe esperar, son más caros que esta versión.
Curiosamente, las bisagras que se responsabilizan de fijar la pantalla a la caja principal del equipo me sorprendieron gratamente. Son sorprendentemente pequeñas, y por esta razón esperaba que adoleciesen de cierta fragilidad. Pero no. Son pequeñas, pero no son frágiles. Y no delatan ningún tipo de holgura al plegar y desplegar la pantalla, por lo que no hay ningún indicio que parezca indicarnos que este podría ser un posible punto de fallo derivado de un uso intensivo a largo plazo.
El teclado de este ThinkPad me ha dejado un sabor de boca muy agradable. Me gustan el tacto y el recorrido de las teclas, que es sensiblemente mayor que el de los teclados chiclet tradicionales, y esto lo hace muy apetecible para afrontar largas sesiones de escritura. Sin embargo, las teclas adolecen de una ligera oscilación transversal, posiblemente derivada de su relativamente largo recorrido. En cualquier caso, no es nada dramático en absoluto y queda en cierta medida compensado por ese recorrido que, honestamente, a mí me parece muy placentero. Otro punto a su favor: el tamaño de todas las teclas es generoso, por lo que es más difícil cometer errores que en el teclado de otros ordenadores portátiles con teclas más pequeñas.
El touchpad, por su parte, no va sobrado de tamaño debido a que justo encima de él residen los botones que utilizarán aquellos usuarios que prefieren usar el puntero rojo tradicional de los ThinkPad para actuar sobre la posición del ratón. Es el precio a pagar por incorporar esta doble opción de control del puntero, pero una vez que te acostumbras al tamaño del touchpad, que tampoco es excesivamente pequeño, no hay mayor problema. Y, eso sí, el «pinganillo» rojo tiene cierto encanto porque no deja lugar a dudas de que este equipo es un ThinkPad de pura cepa.
A la derecha del touchpad reside el lector de huellas dactilares, un elemento muy importante en un equipo que tiene una vocación profesional tan marcada como la de este ordenador portátil. Lenovo asegura que este componente está asociado a un chip que implementa una tecnología diseñada para prevenir los accesos no deseados, una característica que posiblemente gustará a los administradores de sistemas responsables de velar, entre otras cosas, por la privacidad de los datos que contienen los equipos de la empresa para la que trabajan.
La conectividad de este equipo está razonablemente bien resuelta, especialmente si tenemos presente que la caja del portátil tiene un grosor de solo 10 mm. Incorpora dos puertos Thunderbolt 3 encapsulados en dos conectores USB de tipo C, otros tantos USB 3.0, una ranura para una tarjeta SD o SIM, la pertinente salida HDMI y un cierre de tipo Kensington. Lo que no tiene es un conector RJ-45 que nos permita conectarlo a una red de área local usando un cable Ethernet, pero Lenovo nos ofrece de serie junto al equipo un adaptador que va conectado en el puerto propietario que podéis ver en la siguiente fotografía, y que añade el puerto RJ-45 al que posiblemente algunos usuarios sacarán partido. Es de agradecer que este accesorio venga de serie y que en un equipo de gama alta como este, que tiene un precio elevado, no haya que comprarlo aparte.
Una característica que sin duda interesará a los usuarios que son más celosos en lo que se refiere a su privacidad es la pequeña tapa que nos permite ocultar la cámara web alojada en el marco superior de la pantalla. Para impedir que la webcam pueda grabarnos sin nuestro consentimiento solo tenemos que desplazar una pestaña que la bloquea de forma mecánica, por lo que este mecanismo solo puede ser «neutralizado» accediendo físicamente al equipo. Es una solución sencilla, sí, pero, a la par, es efectiva.
Nuestro banco de pruebas
El rendimiento de este ThinkPad X1 Carbon en Cinebench R15 está alineado con el que han arrojado en esta prueba las otras máquinas que también apuestan por un microprocesador Intel Core i7-8550U que hemos analizado. Como cabía esperar, otros procesadores Core i7 más antiguos pero capaces de procesar el mismo número de hilos de ejecución y con una frecuencia de reloj mayor, lo han superado. Aun así, el resultado que ha obtenido este equipo en esta prueba es suficiente para el escenario de uso eminentemente profesional en el que se siente más cómodo.
En PCMark10, una prueba que refleja cómo rinde este equipo en un escenario de uso que combina herramientas ofimáticas y de creación de contenidos, queda colocado entre el estupendo Mi Laptop Air de Xiaomi, que incorpora un procesador Intel Core i5-8250U, y el Yoga 730 de la propia Lenovo, que recurre al mismo procesador de este ThinkPad. La experiencia que nos ofrecen los equipos que superan los 3.000 puntos en esta prueba suele ser satifactoria, por lo que, aunque hay máquinas claramente más rápidas, como podemos ver en la gráfica, el rendimiento en este test de este equipo es suficiente.
El resultado que ha arrojado en el escenario Home Conventional 3.0 de PCMark 8 es similar al que este equipo ha alcanzado en la prueba anterior. Sin embargo, en este test ha superado ligeramente a dos máquinas que incorporan la misma CPU que este ThinkPad, como son el Yoga 730 de Lenovo y el Spectre x360 de HP. La diferencia de rendimiento en esta prueba entre estas tres máquinas es pequeña y está propiciada por el impacto que tienen en la productividad otros componentes, pero cualquiera de ellas puede enfrentarse con garantías a un escenario ofimático y de reproducción de contenidos.
En la prueba Creative Conventional 3.0 de PCMark 8, que evalúa el rendimiento del equipo en un escenario de creación de contenidos, le ha ido igual que en las dos anteriores: no despunta, pero nos ofrece una productividad alineada con lo que podemos exigir a un portátil profesional diseñado para rendir bien en un escenario eminentemente ofimático, de reproducción y creación de contenidos. Se desenvuelve razonablemente bien en un entorno multitarea de cierta intensidad, así que no tengo nada que objetar en este contexto.
Como podéis ver en la siguiente captura, la unidad SSD con interfaz NVMe M.2 fabricada por Samsung con la que cuenta este ordenador portátil rinde de maravilla. En CrystalDiskMark 6.0.2 ha arrojado algo más de 3.300 MB/s en las operaciones de lectura secuencial, y casi 2.000 MB/s en las de escritura secuencial. Estas dos cifras son buenísimas. De hecho, superan los números arrojados por otras unidades SSD de la misma capacidad y con la misma interfaz, lo que deja en muy buen lugar a esta solución de almacenamiento de Samsung.
Por último, llegamos a una de las pruebas críticas a las que hemos sometido a este equipo. En condiciones reales de uso y en un escenario que combina herramientas ofimáticas, navegación en Internet, creación y reproducción de contenidos su autonomía oscila entre 6,5 y 7,5 horas, en función del estrés al que lo sometamos. Estas cifras quedan muy lejos de las 15 horas máximas que anuncia Lenovo, pero reflejan que en condiciones reales de uso se acerca a la duración de una jornada laboral estándar completa, por lo que en este ámbito no brilla, pero tampoco sale malparado.
Durante nuestras pruebas la temperatura máxima que alcanzó el encapsulado de la CPU de Intel fue 63 grados Celsius, un valor muy comedido que queda claramente por debajo del umbral máximo de temperatura de este microprocesador. Es evidente que la refrigeración no es un problema para este portátil. Y su nivel de emisión de ruido tampoco. Para medirlo utilicé mi habitual sonómetro Velleman DVM805, y el ruido máximo nunca excedió los 36 dB, que es un valor bajísimo y prácticamente inaudible.
Lenovo ThinkPad X1 Carbon: la opinión y nota de Xataka
Después de probarlo a fondo durante dos semanas y someterlo a un estrés considerable, no me queda ninguna duda de que este es un ThinkPad de pura cepa. Su baza más atractiva, en mi opinión, es su cuidadísima construcción en fibra de carbono y aleación de magnesio. También me gusta lo bien resuelta que está su conectividad (los dos puertos USB de tipo C compatibles con Thunderbolt 3 son una garantía de polivalencia de cara al futuro), y lo ligero que es. De hecho, su peso de poco más de 1,10 kg provoca que no dé pereza llevarlo a ninguna parte. Y también me han dejado buen sabor de boca lo poco que se calienta y su bajísimo nivel de emisión de ruido.
¿Es perfecto? No, no lo es. La «pega» más importante que pongo a este equipo es la resolución de su panel. No se trabaja mal con una pantalla Full HD de 14 pulgadas, pero yo apostaría sin dudarlo por una de las versiones de este equipo que cuentan con un panel con resolución WQHD. El escritorio gana en amplitud, y también podemos ver más información de un solo vistazo cuando utilizamos, por ejemplo, una hoja de cálculo o una base de datos. En mi opinión el desembolso adicional que nos exige la versión con pantalla WQHD merece la pena, si podemos asumirlo (pasar del panel Full HD al WQHD cuesta 107,69 euros).
Las otras dos pequeñas «pegas» que le pongo están provocadas por la ligera oscilación transversal de las teclas, y también por un touchpad que, en mi opinión, debería ser algo mayor. Aun así, reconozco que podría convivir con ellas sin mayor problema, sobre todo valorando que la experiencia que nos propone este ordenador portátil es muy satisfactoria si, ante todo, valoramos su calidad constructiva y su portabilidad. Esta es la prueba evidente de que Lenovo sigue apostando para su gama ThinkPad por los mismos valores que defendió IBM durante las décadas en las que le perteneció esta marca.
8,5
A favor
- Su construcción en fibra de carbono y aleación de magnesio es sobresaliente
- Tiene una conectividad muy bien resuelta a pesar de su reducido grosor
- Su ligereza (apenas pesa 1,13 kg) lo posiciona como un auténtico ultraligero
- Apenas se calienta y emite un nivel de ruido bajísimo
En contra
- La resolución Full HD de la pantalla de 14" se queda algo corta. Es preferible apostar por la versión con panel WQHD
- Las teclas adolecen de una ligera oscilación transversal
- El touchpad es más pequeño que el que incorporan otros portátiles con un tamaño similar
Este ordenador ha sido cedido para la prueba por parte de Lenovo. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
Lenovo ThinkPad X1 Carbon - Ordenador portátil de 14'' (Intel Core i7-8550U, 16 GB LPDDR3 2133 MHz, 4G LTE, 512 GB SSD, Windows 10 Pro)
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