Uno de los terminales que más ha dado que hablar en nuestros análisis, el Xiaomi Mi5, ya ha pasado por el filtro de Xataka que llamamos review tras un mes de uso.
Si ya estábamos bastante contentos con cómo se enfrenta este último teléfono de Xiaomi a la gama alta, la experiencia continuada con él nos ha dejado algunos detalles que queríamos compartir con vosotros. Vamos sin más dilación con el vídeo y nuestra experiencia con el Xiaomi Mi5 tras un mes de uso.
Enamorados de su comodidad y pantalla
De los smartphones en 5 pulgadas que hemos probado este año, el Xiaomi se ha colocado por méritos propios como uno de los más cómodos, ligeros y manejables. Tan solo el Galaxy S7 puede hacerle sombra a la hora de pensar que no llevamos terminal encima. El tacto suave y agradable ayuda mucho a valorar el diseño del Xiaomi Mi5 pero ojo porque es muy resbaladizo y en este mes de uso nos hemos llevado más de una desagradable sorpresa, aunque sin lamentar "bajas.
El día a día con el Xiaomi Mi5 nos ha corroborado que el material usado para la carcasa trasera, pese a ser cristal, tiene mucho margen de mejora. Lo tiene en primer lugar por lo que transmite, y no es solo sensación mía. En todo este tiempo, nadie de los que han tocado, visto o conocido el Xiaomi Mi5 han sido capaces de identificar la carcasa trasera como de cristal. Darle algo de textura, ya sea con otro acabado o unos bordes con mejor marco, podría ayudar a que el agarre fuera más consistente.
Por último os tengo que hablar de la ranura para tarjetas microSD. Como sabéis por nuestro análisis, no lleva, y nos ha resultado extraño en un terminal de la compañía china. En todo caso, los 32 GB del modelo base nos parecen suficientes por el precio que estamos pagando, pero no por ello vamos a dejar de echar de menos la posibilidad de ampliación que Xiaomi no ha valorado introducir en su terminal.
El otro pilar de nuestra experiencia más que satisfactoria con el Xiaomi Mi5 en este mes de uso está en la pantalla. Es cierto que se queda en una resolución de 1080p, pero en ningún momento hemos echado de menos que no fuera 2K, y menos si pensamos en el precio que tiene el teléfono. Esa grata experiencia se debe a que es un panel visualmente muy espectacular, con brillo alto y buena visibilidad en exteriores. En este mes de uso ha tenido que soportar bastantes usos con días soleados y nos ha parecido una experiencia muy correcta.
El Xiaomi Mi5 aprovecha muy bien las dimensiones frontales para abarcar mucho espacio con el panel, y el pequeño truco de simular que llega prácticamente hasta los bordes aunque en realidad esa zona no forme parte de la propia pantalla, ha acabado formando parte de nuestro día a día. Al final hemos acabado acostumbrándonos y sería muy extraño que alguien dejara de optar por este terminal con esta pantalla, precio y prestaciones por ese detalle. Donde menos de aprecia es cuando estamos consumiendo contenido multimedia, ayudándonos a una mayor inmersión con esa ·simulación" de llegar de lado a lado de su cuerpo.
Potencia y cámara para no quejarse
Uno de los aspectos que hacen que el Xiaomi Mi5 compita de tú a tú con la mejor gama alta del mercado está en el rendimiento. Su Snapdragon 820 y los 3 GB de RAM nos han dejado una experiencia completamente satisfactoria a nivel de fluidez. No hay tarea en todo este tiempo usándolo como terminal principal en que hayamos sentido que necesitábamos más RAM y potencia del procesador.
Cargando muchas webs en el navegador, jugando o editando fotos no he notado calentamiento, salvo en momentos en que se realizaba la carga o mucha transferencia de datos, por ejemplo cuando se actualizaban bastantes aplicaciones al mismo tiempo.
Hablando de batería, se notan y mucho los 3.000 mAh de su inmensa batería. Le hemos dado bastante uso y ha habido jornadas en que hemos podido encadenar dos días de autonomía sin excesivo problema. Y si no ha podido ser, nos ha bastado una carga rápida de apenas 15 minutos para darle el empuje necesario para resistir hasta el resto del día.
Como ya os contamos, es conveniente hacerse con un par de cables USB-C, o al menos, algún adaptador desde microUSB, algo que no venía en la caja, como tampoco auriculares.
Un detalle al que le hemos cogido mucho cariño en este mes de uso ha sido la nanoSIM doble. Aunque solo nos permite tener una de las líneas para datos, esta funcionalidad cada día me parece más atractiva en un terminal, y deberían tomar notas muchas otras compañías porque nos da flexibilidad a quienes llevamos a veces dos líneas y no queremos cargar con otros tantos terminales.
A nivel de especificaciones el lector de huellas nos ha resultado imprescindible. Es muy cómodo de usar en un smartphone y en el caso del que integra el Xiaomi Mi5, aunque está ligeramente por detrás de las soluciones de Apple o Samsung, nos gusta que esté en el frontal y que con una sola pulsación (no vale posarlo simplemente), podamos identificarnos de forma segura incluso con la pantalla bloqueada.
Otro apartado del Xiaomi Mi5 que hemos aprovechado al máximo en este mes de uso ha sido la cámara. Para apuntar y disparar y tener muy buenas fotos es más que suficiente, con rapidez en disparo y enfoque. La sensación que nos ha dejado es la de que pocas veces creo que necesitemos más para muchos de los usuarios. Sin llegar a igualar a los mejores terminales fotográficos, sí que supera a las equivalentes por precio.
La única pega es la misma que en nuestra review, pero corroborada más veces de las que hubiéramos deseado: aunque no te des cuenta cuando haces la foto, al revisarlas en la galería o intentar publicarlas, hay dedos que se cuelan muy fácilmente por la proximidad de la lente al borde. Al final acabábamos recortando la foto ligeramente para retirar ese añadido no deseado.
Miui no es para todo el mundo (si no estás en China)
El punto clave de nuestra experiencia con el Xiaomi Mi5 está en el software. Miui es cierto que deja mucho control al usuario y es muy personalizable y potente, pero no es para todo el mundo.
El sistema está repleto de aplicaciones y servicios por defecto que encima están centradas en el mercado global y en algunos casos son muy insistentes los avisos para usarlos. Por si fuera poco, la ROM con la que se consigue no incluye la tienda Google y ya no es tan sencillo como antes poder instalarla y empezar a funcionar con los servicios de un Android de occidente a los que estamos acostumbrados.
Para alguien que quiera abrir su caja y empezar a usar el teléfono metiéndole solo la SIM no es el teléfono más idóneo por muy buena relación calidad-precio que tenga. Hay que invertir un tiempo para poder dejar todo como vendría en un terminal no Xiaomi.
Pero llevando como siempre cuidado con dónde lo compramos y qué garantías obtenemos, el Xiaomi Mi5 resulta muy complicado no recomendarlo a usuarios que no quieren gastar más de lo debido y a los que no les importa tener que trastear bastante con el sistema operativo.
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