La segunda generación de cámaras bajo la pantalla de ZTE aterriza en un móvil que tiene mucho más que ofrecer aparte de esa innovación: el ZTE Axon 30 es un teléfono de generosa pantalla, gran potencia y precio ajustado que ofrece una grata experiencia Android. Lo analizamos para comprobarlo.
Destacar en el océano de móviles y marcas con Android no es precisamente sencillo; de ahí que cada fabricante haga sus apuestas en torno a una estrategia concreta. Que si gama media económica, la máxima potencia o innovaciones poco habituales en un smartphone. Justo en ese punto quiere destacar ZTE con su familia Axon: la primera generación de cámara bajo la pantalla, el ZTE Axon 20, dejó sus más y sus menos. ¿Habrá evolucionado lo suficiente el ZTE Axon 30?
Ficha técnica del ZTE Axon 30 5G
ZTE AXON 30 5G |
|
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PANTALLA |
OLED de 6,92 pulgadas |
PROCESADOR |
Snapdragon 870G |
MEMORIA RAM |
6/8/12 GB |
ALMACENAMIENTO INTERNO |
128/256 GB |
CÁMARA TRASERA |
64 megapíxeles principal |
CÁMARA DELANTERA |
Bajo la pantalla |
BATERÍA |
4.200 mAh |
SISTEMA OPERATIVO |
Android 11 con MyOS 11 |
CONECTIVIDAD |
5G |
OTROS |
Cámara bajo la pantalla |
DIMENSIONES Y PESO |
170,2 x 77,8 7,8 mm |
PRECIO |
499 euros |
ZTE Axon 30
Diseño: grande, atractivo y dominado por el plástico
El aspecto exterior de nuestro protagonista ofrece máxima limpieza, bordes traseros suavizados, los marcos alrededor de la pantalla se aprecian a simple vista y su elemento más carismático, la cámara delantera, logra el efecto contrario, el de no apreciarse.
El ZTE Axon 30 es un móvil de generosas dimensiones, en mano puede hacerse algo incómodo debido al tamaño y, pese a este inconveniente, no resulta muy pesado. A esto contribuye el plástico de la construcción: de estilo elegante, tanto el marco como la cara trasera están fabricados en policarbonato.
El negro de nuestra unidad ofrece brillos metálicos dependiendo de la perspectiva de la luz y un problema notable: las huellas permanecen el el teléfono como si formasen parte del diseño. Se agradece que ZTE regale una funda transparente con el teléfono.
Los botones laterales (en el lado derecho) quedan algo altos para la pulsación con una mano, en especial los de volumen; el canto superior y el lado izquierdo están desnudos; por debajo el ZTE Axon 30 ofrece USB C, salida del altavoz externo (único), bandeja para la doble SIM y tarjeta SD (dicha bandeja no es triple, hay que elegir).
Altura (milímetros) | Anchura (milímetros) | Grosor (milímetros) | Peso (gramos) | Pantalla (pulgadas) | Batería | Superficie (cm²) | Volumen (cc) | |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
ZTE Axon 30 | 170,2 | 77,8 | 7,8 | 189 | 6,92 | 4.200 | 132,41 | 103,28 |
Vivo X51 5G | 158,57 | 73,24 | 7,6 | 178 | 6,56 | 4.200 | 116,18 | 88,26 |
Xiaomi Mi 11 Ultra | 164,3 | 74,6 | 8,38 | 234 | 6,81 | 5.000 | 122,57 | 102,71 | Samsung Galaxy S21 Ultra | 165,1 | 75,6 | 8,9 | 228 | 6,8 | 5.000 | 124,82 | 111,09 |
Sony Xperia 1 II | 165,1 | 71,1 | 7,6 | 181,4 | 6,5 | 4.000 | 117,39 | 89,21 |
Huawei P40 Pro | 158,2 | 72,6 | 8,95 | 209 | 6,58 | 4.200 | 114,85 | 102,79 |
OnePlus 9 Pro | 163,2 | 73,6 | 8,7 | 197 | 6,7 | 4.500 | 120,12 | 104,5 |
Por detrás el móvil atesora la parte de carisma que no roba la cámara bajo la pantalla: el módulo fotográfico rectangular con la cámara primaria en el círculo superior y la triple en el inferior. El módulo sobresale bastante del cuerpo, en torno a dos milímetros. Por contra, el resto del es suficientemente fino.
El teléfono nos ha parecido muy manejable pese a que las dimensiones no son lo más cómodas del mundo. Agradable en mano, presenta cierta dificultad a la hora de llegar a la zona superior de la pantalla y la experiencia de tener un frontal completamente limpio mejora de manera notable el uso del teléfono.
Pantalla: la más destacada es la que no se ve
El ZTE Axon 30 es el segundo móvil de la marca que incorpora la cámara frontal bajo la pantalla. Esta innovación implica un segundo panel justo sobre el objetivo del sensor; panel que se enciende o se apaga dependiendo de si se utiliza la aplicación de cámara.
El móvil consta de ese diminuto panel cuadrado que sólo se aprecia cuando se observa el teléfono en ángulo. Comparado con el ZTE Axon 20, el modelo anterior, el Axon 30 disimula mucho mejor la cámara, ofrece mayor resolución en el panel secundario y no se aprecia ruptura con la pantalla principal incluso aunque lo que se reproduzca ofrezca profundidad en el detalle.
La diagonal de la pantalla principal es generosa, ya lo comentábamos en el apartado de diseño: 6,92 pulgadas. En términos de tecnología, el ZTE Axon 30 equipa un panel AMOLED de gran calidad que ofrece 120 Hz de tasa de refresco, resolución Full HD+, frecuencia de muestreo de 360 Hz, ofrece un alto contraste y mantiene alto el detalle. Los ángulos de visión son muy buenos.
El brillo máximo del teléfono no entraña problema en exteriores, sí cierta pérdida de visibilidad cuando la luz del sol le incide directamente. El panel viene bien calibrado de serie en términos de saturación y de temperatura de color. Y ofrece un brillo mínimo que debería mejorar: en completa penumbra la pantalla del ZTE Axon 30 resulta algo molesta (puede minimizarse el problema reduciendo el punto blanco desde las opciones de "Luz nocturna).
Los 120 Hz le sientan de fábula al teléfono: unidos a la potencia del procesador, la sensación que arroja la pantalla es de una tremenda fluidez. Con el lógico gasto extra de consumo, siempre sin que nos haya parecido exagerado: el gasto extra de los 120 Hz se ha situado en torno al 15-20 %. Según nuestro uso habitual.
ZTE le ha colocado una gran pantalla al teléfono y la ha calibrado de mejor manera que a su predecesor. Y siempre manteniendo la opción de personalizar la experiencia: desde variar la tonalidad a activar el modo nocturno, el de lectura o el de filtro azul. Todos quedan accesibles en los ajustes.
Potencia: para ser un gama alta no se necesita el procesador más potente
Con el lanzamiento del Snapdragon 870 Qualcomm dio más opciones a las marcas para distribuir móviles potentes a un coste más reducido. Este SoC, evolucionado a partir del Snapdragon 865, ofrece altas prestaciones, un rendimiento de gran calidad y gráficos a la altura de los mejores juegos. Incluso mantiene la conectividad 5G, que el ZTE Axon 30 no prescinde casi de nada.
Con el Snapdragon 870, y la pantalla a 120 Hz que ya comentamos en su respectivo apartado, el teléfono regala una experiencia Android súper fluida: la sensación es la de tener un "telefonazo" en las manos. Hemos probado el móvil con la multitarea, ejecutando juegos como Genshin Impact a la máxima calidad, hemos mantenido largas sesiones de juego y en ningún momento el ZTE Axon 30 se ha mostrado lento. Tampoco se calienta de manera exagerada pese a que sí puede subir la temperatura (jugando o con la carga rápida, por ejemplo).
Como es habitual, le hemos pasado a nuestro protagonista las pertinentes pruebas de benchmark. Los números son representativos de su potencial.
ZTE Axon 30 | Vivo X60 Pro | Realme GT | ASUS Zenfone 8 | Xiaomi Mi 11 Ultra | Samsung Galaxy S21 Ultra | Huawei P40 Pro | |
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PROCESADOR |
Snapdragon 870 |
Snapdragon 870 |
Snapdragon 888 |
Snapdragon 888 |
Snapdragon 888 |
Exynos 2100 |
Kirin 990 |
RAM |
8 GB |
12 GB |
8 GB |
16 GB |
12 GB |
12 GB |
8 GB |
GEEKBENCH 5 (SINGLE/MULTI) |
987/ 3.189 |
1.033 / 3.385 |
1.143 / 3.511 |
1.031 / 3.538 |
1.127 / 3.663 |
991 / 3.272 |
943 / 2.527 |
3D MARK (SLING SHOT) |
(Maxed out) |
(Maxed out) |
(Maxed out) |
(Maxed out) |
(Maxed out) |
9.226 |
8.726 |
PCMARK WORK |
15.177 |
11.163 |
14.673 |
11.113 |
11.691 |
14.043 |
9.476 |
Pese a ser un móvil que parte de los 500 euros el ZTE Axon 30 se nota un gama premium en potencia, prestaciones básicas, conectividad y fluidez. Tiene espacio de sobra gracias a los 128 GB, permite ampliar dicho espacio con tarjetas SD (hay que sacrificar una SIM), incluye USB C 3.0 y hasta dispone de WiFi 6, también incluye NFC. Poco que objetar hasta aquí.
Sonido: alta calidad de audio penalizada por malas decisiones
ZTE acostumbra a recargar los móviles de la familia Axon con un equipo auditivo de generosa calidad, tanto por prestaciones como por las opciones de configuración incluidas. Lástima que el ZTE Axon 30 prescinda del conector de auriculares, en su gama de precio resulta aún más discutible. Aunque eso sí, el móvil incluye un adaptador de audio USB C en el paquete. Y hasta auriculares, algo cada vez más extraño.
El audio es de muy buena calidad, al menos con auriculares. Todo lo contrario de lo que ocurre con el sonido exterior: el altavoz externo, situado en la parte baja del teléfono (junto al USB C), aporta bastante potencia, pero añade notable distorsión a partir del 70 % del volumen (cerca del máximo el audio es bastante molesto). Otro inconveniente es el de carecer de doble altavoz, un elemento que ya está presente hasta en móviles de la mitad de precio.
Toca enchufarle el cable de auriculares. Gracias al adaptador que trae incluido resulta posible usar con el ZTE Axon 30 un conector de 3,5 mm. El sonido con ellos es de alta calidad: detallado, con el refuerzo de bajos justo, nítido, equilibrado en graves y agudos y compatible con audio en alta resolución. Escuchar música con este móvil es una delicia.
El Bluetooth ofrece también alta calidad de audio. Tras emparejar nuestros auriculares nos topamos con una reproducción fiel y brillante, con características similares a la escucha con cable. Además, el ZTE Axon 30 incorpora una gran cantidad de códecs Bluetooth: SBC, AAC, LDAC y aptX/aptX HD/aptX Adaptive/aptX TWS+.
Batería: holgada, incluso con 120 Hz
Los 4.200 mAh no es una capacidad exagerada para un teléfono, en especial para uno de las dimensiones del ZTE Axon 30. Aun así, el móvil se muestra competente en términos de autonomía: la jornada queda salvada con holgura, incluso con un uso intenso. De media nos ha durado un día y medio con mucha red social, algunos juegos, gran parte en WiFi y navegación web.
La pantalla a 120 Hz aumenta de manera notable la sensación de fluidez a costa de mermar la autonomía. Esto es un hecho, pero no resulta tan flagrante como esperábamos: el consumo extra de la mayor tasa de refresco se sitúa en torno a un 15-20 %. La mayor parte de las cargas hemos tenido el teléfono en 120 Hz sin sufrir problemas de batería al acabar la jornada.
Por ponerle un pero, es una lástima que ZTE no se haya decidido por añadirle a su móvil carga inalámbrica (por gama no es lo habitual, esto es cierto). Sí complementa su buena autónoma con una carga muy veloz: el ZTE Axon 30 incluye un cargador de 55 W en la caja que revive el teléfono por completo en algo más de media hora.
A continuación tienes los tiempos de carga del 0 al 100 % de batería:
- 5 minutos de carga: 22 % de batería.
- 10 minutos de carga: 43 % de batería.
- 15 minutos de carga: 56 % de batería.
- 20 minutos de carga: 68 % de batería.
- 25 minutos de carga: 78 % de batería.
- 30 minutos de carga: 90 % de batería.
- Total: 38 minutos de carga.
Software: muy personalizado, aunque sin alejarse en exceso de Android stock
Los móviles de ZTE incluyen la capa del fabricante, la denominada como MyOS. El teléfono parte actualizado con la versión once de dicha capa y también con Android 11. ZTE ha confirmado que el Axon 30 Ultra actualizará a Android 12, pero no sabemos nada del móvil que nos ocupa, el ZTE Axon 30. Esta falta de compromiso con las actualizaciones se nota especialmente en el parche de seguridad: a fecha de escribir este análisis, nuestro protagonista posee la actualización de seguridad de julio de 2021.
Dejando de lado las actualizaciones, el teléfono ofrece un aspecto limpio, el software no resulta muy pesado, ZTE mantiene cierto aire "Android stock" a toda la interfaz y no incluye aplicaciones de más aparte de las habituales de Google y las propias. No adolece de "bloatware", es un punto positivo. Incluso incluye Google Discover en el escritorio.
Interfaz personalizable, accesos directos en el lateral de la pantalla (Z-POP), gran colección de gestos, el sonido y la pantalla permiten la personalización en gran medida, el ZTE Axon 30 incluye mejoras por software de la conectividad 5G (dentro de SyncMind y en los ajustes de red).
El consumo del sistema con la pantalla apagada es muy reducido y, en general, MyOS es una interfaz que aporta suficiente valor sin mostrarse demasiado pesada. Encaja bien con el teléfono.
Cámara: más números que resultados
El módulo fotográfico del ZTE Axon 30, con su doble aro para alojar cuatro cámaras diferentes, marca el diseño del teléfono y también la orientación en el campo de la captura multimedia: la marca apabulla con la presentación del hardware, pero los resultados no terminan siendo tan buenos como los números aparentan. Aun así, y en líneas generales, el Axon 30 no hace malas fotos; por más que sí quede por debajo del nivel que debería mantener por el precio.
Como suele ocurrir, el sensor principal es el que realiza un mejor trabajo en cualquier situación: con abundante luz la cámara de 64 megapíxeles no entraña demasiado problema. Suficiente nitidez en el primer plano y colores naturales, aunque con cierta tendencia a la subexposición.
El rango dinámico de las fotos no suele ser acertado cuando existe demasiado contraste de luz en la escena: las zonas oscuras pierden gran parte del detalle y sin que el HDR automático sea capaz de salvar el defecto. Además, las acuarelas pueden aparecer en situaciones con iluminación descendente, como durante los atardeceres o en interiores suficientemente iluminados. El procesado adolece de cierta tendencia por la saturación de los colores oscuros.
En la cámara gran angular los defectos del procesado se acentúan; con el agravante de que se acumulan acuarelas hasta en el primer plano (y con buena iluminación). Peor rango dinámico que el sensor principal, el ZTE Axon 30 corrige adecuadamente las distorsiones ópticas de los bordes de la imagen y, en general, resulta desaconsejable a no ser que exista muy poca distancia con lo que se retrata.
La aplicación de cámara incluida es suficientemente completa. Modo retrato (perfilado y bokeh no demasiado naturales), modo súper nocturno (rescata luz de escenas oscuras a fuerza de tomas irreales), modo macro (prescindible), el ZTE Axon 30 incluye modo de captura manual, permite la fotografía a los 64 megapíxeles del sensor principal (por defecto procesa con "pixel binning" a 16 megapíxeles) e incluye reconocimiento inteligente de escena (mejor desconectarlo).
En exteriores y de día el nivel de detalle es muy bueno, hay nitidez hasta en segundo plano y el rango dinámico se porta adecuadamente. Por desgracia, la tendencia a la subexposición del modo automático es notoria.
El modo nocturno puede iluminar escenas oscuras (nunca con total deficiencia de luz), pero los resultados distan de ser realistas. Trepidación, contrastes exagerados e iluminación apta para un Silent Hill.
Una de las claves del teléfono es su cámara delantera bajo la pantalla. Con el salto de generación ZTE ha conseguido que el segundo panel sea invisible casi por completo, un hecho que mejora la visibilidad del contenido. Lamentablemente, no ha mejorado en absoluto la fotografía con el sensor delantero.
El veredicto está claro: el ZTE Axon 30 es el último móvil que debería comprarse alguien acostumbrado a hacerse autorretratos. Éstos salen borrosos, como si el objetivo estuviera permanentemente emborronado. Las personas y objetos aparecen con el característico halo que otorga la pantalla bajo el panel: para hacer videollamadas la cámara es válida, pero nada más.
A continuación tienes una muestra de fotografías tomadas con el ZTE Axon 30 en una variada selección de situaciones. Si quieres verlas en su tamaño y calidad originales puedes acceder a este enlace de Google Drive.
En vídeo el ZTE Axon 30 mantiene el tipo durante el día y en buenas condiciones de luz al tiempo que naufraga cuando la iluminación desciende en la escena. Mantiene bastante estabilidad pese a no incorporar OIS, graba a un máximo de 4K y 60 fps, incluye un modo de cine para tomas con cierta apariencia profesional, los vídeos son suaves (sobre todo a 60 fps) y, en general, aguanta sin destacar.
ZTE Axon 30, la opinión de Xataka
No es un teléfono de masas y tampoco aspira a convertirse en un superventas. Posee todo lo que cualquiera necesita en un gran teléfono, ofrece potencia a raudales y la experiencia multimedia es de notable alto. Además, incluye elementos distintivos que se encuentran en muy pocos móviles: la cámara frontal oculta bajo la pantalla es un elemento que le aporta exclusividad, no tanto utilidad. Teniendo en cuenta que la marca no lo ha puesto excesivamente caro, el ZTE Axon 30 no es una mala compra.
Las dudas en torno a las actualizaciones son elevadas, no en vano el ZTE Axon 30 lleva sin recibir parches de seguridad desde julio (a saber qué ocurrirá con Android 12). También la fotografía enturbia las buenas sensaciones que deja el teléfono: las tomas nocturnas dejan mucho que desear; con evidente desastre para los selfies, no es el teléfono más indicado para quienes se hagan autorretratos.
Más allá de las penalizaciones puntuales, el ZTE Axon 30 es muy buen teléfono a nivel general. Un móvil de 499 euros con características únicas que no es para todos los públicos; por más que esté listo para contentar a la mayoría.
8,2
A favor
- Muy fluido, el sistema vuela.
- El rendimiento está a la altura de un gama alta.
- No tener obstáculos en la pantalla es un lujo.
En contra
- La cámara frontal sigue siendo mala.
- En fotografía necesita mejorar.
- Las actualizaciones pueden ser un problema.
ZTE Axon 30
El terminal ha sido cedido para el análisis por parte de ZTE. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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