Hace no demasiado tiempo, Netflix consideraba que los realities eran un contenido no especialmente valioso. La última crisis del formato tuvo lugar alrededor de 2015, cuando Amazon (en su servicio de contenidos por subscripción por aquel entonces, Instant Video) decidió no prolongar sus contratos con Viacom para este tipo de programas. Productos de la productora y distribuidora muy populares por entonces, como 'Teen Mom' de MTV despertaban cada vez menos interés.
Esto sucedió incluso después de que Netflix también dejara de adquirir programas de Viacom en 2013. Tras esta decisión le sucedió Amazon como cliente principal de la compañía, pero no duró demasiado, apenas un par de años. En ese mismo 2015, Ted Sarandos, jefe de contenidos de la plataforma, comentaba en una reunión de inversores acerca de esta tendencia que "la naturaleza desechable de los realities no tiene demasiado recorrido". Y concluía: "no ha sido una categoría especialmente beneficiosa para nosotros".
Pero ese propósito ha cambiado. Entre otras cosas porque desde 2015, en solo seis años, el panorama se ha transformado por completo. Para empezar, la competencia se ha multiplicado (han aparecido nuevos competidores como Disney+, y muchos otros se han reconvertido, a menudo potenciando su alcance y ambición, como es el caso de HBO Max, Amazon Prime Video, CBS All Access y muchos otros). Para seguir, las intenciones de Netflix, y su asfixiante ritmo de estrenos exclusivos (o casi) es clara señal de que la plataforma quiere convertirse en el único servicio (de nuevo, o casi) al que recurran la mayoría de los espectadores.
Y para ello no tiene más remedio que ampliar la variedad de sus propuestas. Producir solo nuevas series -por mucho que 'The Witcher' o 'Stranger Things' sean auténticos abanderados del canal como en su día lo fueron 'House of Cards' o 'Orange Is the New Black'- no es suficiente. Hace unos meses hablábamos de cómo el anime se ha convertido en una nueva bandera de contenido para Netflix, y no es lo único: ahora hay más variedad de concursos, documentales, especiales de comedia... y realities.
Nuevo año, nuevos realities
Esa política ha cambiado en el último año: la segunda mitad de 2020 y lo que llevamos de 2021 ha visto el estreno de un puñado de realities que han funcionado muy bien en términos de audiencia (Netflix no la hace pública, pero sus renovaciones e impacto en redes sociales hace pensar que el cambio de política les está siendo rentable). Por ejemplo, calificaron el reality de parejas subido de tono 'Jugando con fuego' como "uno de los mayores éxitos de nuestra historia", reconociendo que había tenido un tremendo impacto en Japón. Y habrá versión brasileña del programa próximamente.
Y este año han llegado otros dos programas también de éxito muy notable: 'The Circle', una especie de Gran Hermano con excusa tecnológica, que en tiempo récord ha grabado dos temporadas en Estados Unidos, una en Francia y otra en Brasil; y 'Love is Blind', un reality de citas camuflado de experimento social sobre el amor que ya está preparando su segunda temporada y su versión brasileña. No son los únicos: hay otros realities de menor impacto, la mayoría licenciados desde otras plataformas, como 'De cita en cita', 'Casarse o morir', o 'El gran día: La industria de las bodas en la India', todos de temática nupcial.
La apertura de Netflix, intentando atraer a todo tipo de públicos y no solo consumidores de ficción ha llevado a Sarandos, en sus últimas declaraciones a los accionistas, a decir que "la mayor motivación para invertir en realities y productos no guionizados no es que sean más baratos de producir", sino el impacto que tiene en la vida de la gente. Y concluyó: "si estamos tratando de convertirnos en un destino clave para el entretenimiento, ignorar una forma de programación que domina las plataformas sería una tontería por nuestra parte".
Si lo consiguen o no está por ver, pero de momento la maquinaria de Netflix ha dado un paso en dirección a España. Esta misma semana ha anunciado el lanzamiento de 'Insiders', el primer reality español de la plataforma. Presentado por Nawja Nimri, aún no están muy claras las reglas, pero Netflix ha decidido empezar a hablar sobre él en un momento muy preciso: cuando Amazon Prime Video está pisando el acelerador del mismo formato.
Realities españoles, también en streaming
Amazon Prime Video lleva un par de semanas anunciando sin descanso dos potentes cañonazos en este formato. No son exactamente realities tal y como entendemos programas como 'The Circle', sino que tienen mecánica de concurso. Pero los concursantes son famosos, así que nos acercamos a un término medio dentro de las pantanosas aguas de la telerrealidad.
Uno de ellos es 'LOL. Si te ríes, pierdes', una actualización de la mecánica de 'No te rías que es peor' en el que los concursantes son cómicos como Yolanda Ramos, Silvia Abril, Edu Soto, David Fernández y muchos otros, conducidos por Santiago Segura, y en un formato que parece salido directamente de la programación lineal en abierto, estilo Mediaset. El otro, 'Celebrity Bake Off España', la versión con famosos de un Master Chef de postres que ya tuvo encarnación en abierto, que estará presentado por Paula Vázquez y Brays Efe y donde ya se han confirmado nombres como Esty Quesada y nada menos que Esperanza Aguirre.
Más en términos de reality clásico se mueve el mencionado 'Insiders' de Netflix, primero español de la plataforma y cuyo funcionamiento aún permanece en el más absoluto de los secretos. De él se sabe que sus anónimos participantes proceden de un casting masivo que organizó la productora iZen, y que sigue abierto hasta una última fase que se celebrará este mes de mayo en Madrid.
Con un despliegue de 60 cámaras para grabar el experimento y 100.000 euros de premio, no hay más detalles sobre 'Insiders', pero sí que es perfecta prueba de la revitalización del formato. Mientras los grandes nombres de la televisión en España, como Mediaset, tienen muy claro que los realities son una baza imprescindible para sus programaciones -literalmente: sin ellos la programación no existiría-, las plataformas de streaming ensayan nuevas formas de reciclar viejos formatos... quizás con la esperanza de que acaben adelantando a las grandes épicas de ficción, decenas de veces más caras, en los intereses de los espectadores.
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