Apple acaba de estrenar un nuevo microprocesador de la familia M1. Y, según los de Cupertino, es el más potente de todos. Sus cifras prometen. Mucho. Y es que incorpora 20 núcleos de CPU, 64 núcleos para los gráficos, y tiene una potencia de 21 TFLOPS. No obstante, estas cifras solo nos cuentan una parte de la historia.
Durante la presentación de este chip los portavoces de esta compañía han asegurado que el incremento de la potencia de este microprocesador no condiciona lo más mínimo su eficiencia. Tiene sentido si tenemos presente que su microarquitectura es la misma utilizada por los demás procesadores de esta familia.
Además, los otros chips M1 nos han demostrado en nuestras pruebas que su eficiencia es muy competitiva, por lo que es razonable que esta nueva versión hipervitaminada de esta CPU mantenga intacta esta característica (algo que comprobaremos tan pronto como el primer ordenador equipado con este chip caiga en nuestras manos).
Más potencia que nunca, pero la misma eficiencia de siempre (según Apple)
Una de las primeras diapositivas utilizadas por los portavoces de esta marca para dar a conocer el nuevo chip M1 Ultra reflejaba con claridad que este procesador multiplica por dos la superficie del M1 Max. Lejos de ser anecdótico, este dato nos invita a intuir que la cantidad de transistores integrada por Apple en el procesador M1 Ultra es sensiblemente superior (lo están fabricando utilizando fotolitografía de 5 nm e incorpora 114 000 millones de transistores).
16 de los 20 núcleos de propósito general integrados en la CPU son de alto rendimiento, mientras que los 4 núcleos restantes priorizan la eficiencia, por lo que serán los responsables de procesar aquellos hilos de ejecución (threads) que no son críticos desde el punto de vista del rendimiento.
Los núcleos de alto rendimiento se apoyan en una caché de instrucciones de 192 KB, una caché de datos de 128 KB, y comparten una caché de nivel 2 de 48 MB. Por otro lado, los núcleos de alta eficiencia tienen a su disposición una caché de instrucciones de 128 KB, una caché de datos de 64 KB, y, por último, comparten una caché de nivel 2 de 8 MB.
Estas cifras sobre el papel pintan realmente bien, aunque hasta que no probemos un equipo con el chip M1 Ultra no sabremos con certeza en qué medida aventaja al procesador M1 Max.
Vamos ahora con la lógica gráfica. En la siguiente diapositiva podemos ver que el chip M1 Ultra incorpora 64 núcleos dedicados al procesamiento de los gráficos. Ahí van algunas cifras que pretenden ilustrar el rendimiento que nos promete esta lógica: incorpora 8192 unidades de ejecución, puede procesar de forma concurrente nada menos que 196 608 hilos de ejecución, tiene una potencia de cálculo de 21 TFLOPS, una tasa de relleno de texturas de 660 Gtexeles/s, y, para concluir, una tasa de píxeles de 330 Gpíxeles/s.
Estas cifras son absolutamente espectaculares. De hecho, rivalizan sin el más mínimo complejo con las que nos proponen los procesadores gráficos para equipos de sobremesa más potentes disponibles actualmente. Será muy interesante comprobar cómo rinde esta lógica gráfica en un escenario de uso real, pero no cabe duda de que promete. Mucho.
Una de las cualidades que los usuarios más apreciamos de los procesadores de la familia M1 es su estupenda relación rendimiento/vatio. Y, según Apple, el nuevo chip M1 Ultra mantiene intacto el pedigrí de las otras CPU de esta familia. La siguiente diapositiva persigue poner en contexto el rendimiento y el consumo del procesador M1 Ultra comparando sus cifras con las que arroja un PC equipado con un procesador Intel Core i9-12900K y memoria DDR5.
Es evidente que Apple es parte interesada, y no conocemos con detalle en qué condiciones y con qué software ha elaborado esta gráfica, pero no cabe duda de que estas cifras contribuyen a generar unas expectativas muy altas alrededor del chip M1 Ultra. Posiblemente no tardaremos mucho en poder confirmar si estos números reflejan fielmente la realidad, pero, de nuevo, son muy prometedores.
Apple ha disparado las expectativas alrededor del procesador M1 Ultra
Las características en las que acabamos de indagar no son las únicas que esta marca ha dado a conocer para describir el potencial del chip M1 Ultra. Apple también ha desvelado que el bus que actúa como interfaz de comunicación entre las distintas unidades funcionales de este microprocesador es capaz de alcanzar una velocidad de transferencia de 2,5 TB/s, una cifra extraordinariamente competitiva si la comparamos con las que nos proponen otras CPU actuales.
Más datos interesantes. El ancho de banda máximo del bus de memoria asciende a 800 GB/s, y la lógica que se responsabiliza de ejecutar los algoritmos de inteligencia artificial (que tiene 32 núcleos) es capaz de llevar a cabo 22 billones de operaciones por segundo (son billones de los nuestros, no de los anglosajones). Por último, el procesador M1 Ultra puede direccionar un máximo de 128 GB de memoria principal.
Las cifras que ha dado a conocer Apple hoy para 'vendernos' su microprocesador más potente impresionan. Lo más prudente es que no nos dejemos llevar por el entusiasmo hasta que tengamos la oportunidad de probar el primer equipo con este chip, pero tanto el rendimiento global como la relación rendimiento/vatio de los otros procesadores de la familia M1 nos invitan a prever que, efectivamente, el chip M1 Ultra debería ser una CPU muy competitiva. Crucemos los dedos y confiemos en poder averiguarlo muy pronto.
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