La escasez de chips es un problema muy real y muy global. Es causa importante de que sea difícil conseguir una de las nuevas gráficas de NVIDIA o AMD o una de las nuevas PS5 o Xbox Series X, pero también está provocando problemas graves en la industria automovilística, que depende de esos chips para poder seguir sacando coches de la línea de montaje.
Intel quiere ahora ayudar a aliviar esa situación. Su nuevo CEO, Pat Gelsinger, afirmaba en una entrevista reciente en Reuters cómo están en negociaciones con varios protagonistas de la industria de la automoción. Su idea: fabricar chips para coches en los próximos seis a nueve meses.
Intel quiere diversificar
Para Gelsinger la idea es actuar rápido: no se necesita construir una nueva fábrica —algo que llevaría entre tres y cuatro años, afirmaba— sino que llevaría "quizás seis meses de certificación de los nuevos productos en algunos de nuestros procesos existentes".
La idea desde luego parece interesante, y hace que esa visión de Intel como fabricante de chips de "marca blanca" sea cada vez más llamativa. La empresa ya ha indicado que invertirá 20.000 millones de dólares en dos nuevas fábricas que pondrá a disposición de futuros clientes. Intel no solo fabricará para ella: lo hará para otros, como hacen TSMC o Global Foundries.
Esta nueva división de negocio, llamada Intel Foundry Services, estará preparada para producir chips x86, ARM o RISC-V, y adaptarlos a la industria de la automoción parece también perfectamente posible.
De hecho las declaraciones de Intel revelan que simplemente pueden adaptar algunos delos productos actuales y no necesitarán esperar a que esas nuevas fábricas de semiconductores entren en acción. Aunque Gelsinger no mencionó detalles, sí que indicó que sus plantas de EE.UU., Israel e Irlanda están preparadas para ponerse manos a la obra.
Vía | Reuters
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