Parece que lo de compartir el cielo no está tan claro y que los drones y los pájaros estén destinados a ser enemigos naturales. Sobre las águilas entrenadas como arma anti-dron ya hemos hablado, pero esta vez un águila salvaje conseguido derrocar a un dron con fuselaje de fibra de carbono y Kevlar valorado en 80.000 dólares.
Hace unos meses os mostrábamos cómo el ejército francés estaba trabajando en el entrenamiento de estas rapaces para que fuesen unas armas eficaces a la hora de abatir los drones que representen algún tipo de amenaza, eso sí, siempre y cuando el animal no sufra ningún daño. Pero en esta ocasión se han cargado al dron acorazado que se consideraba perfecto para un trabajo de mapeado de dos días.
Los matones del cielo (pero ellos llegaron antes)
Explica Daniel Parfitt al Wall Street Journal que pensaba que su dron era demasiado grande como para sufrir un daño provocado por un ave. Un dron valorado en 80.000 dólares con un ancho de unos 2 metros (de ala a ala) cuyo cuerpo de Kevlar y fibra de carbono se vio agujereado por las garras de un águila audaz, el nombre de la especie que es de hecho apropiadísimo para este incidente.
El águila audaz es una especie nativa de Australia, país donde Parfitt quiso probar su reforzado dron considerando que resistiría el envite de este rapaz, de unos 4 kilogramos de peso y algo más de 2 metros de ancho con alas desplegadas. De hecho en zonas donde habitan las águilas los poseedores de drones ya contemplan añadir métodos para evitar sus ataques como sonidos (parecido a lo que se usa en aeropuertos) o sprays de pimienta, aunque los camuflajes y otras opciones no parecen funcionar.
Repartiéndose el cielo
El uso de los drones ya iba mucho más allá del entretenimiento antes de que se pusiesen de moda con la oleada de drones con buenas cámaras como los de DJI o Parrot, de hecho ya vimos como Estados Unidos ya usó drones militares en la guerra de Vietnam y que éstos se habían estado usando para desactivar misiles y otros aspectos relativos a lo militar. No es de extrañar pues que los ejércitos y autoridades pongan en práctica sistemas para abatirlos, y como veíamos al principio las águilas han sido la elección en diversas ocasiones, como lo fue para la Policía holandesa.
Las águilas han sido la elección en diversas ocasiones para acabar con los drones
El por qué de la elección de estas aves queda un poco más claro viendo que incluso sin entrenarlas son capaces de acabar con los drones mejor preparados (en teoría) contra sus garras. La envergadura y la fuerza de éstas es mayor que la de otros rapaces de talla menor como halcones y milanos, habitualmente entrenados en cetrería, los cuales además son susceptibles de resultar dañados por las hélices al tener unas patas más pequeñas y menos fuertes que las de las águilas.
¿Cómo son de frecuentes estos incidentes? Según comentaba James Rennie de la Australian UAV al WSJ, en torno al 20% de vuelos en las áreas rurales del país son interceptados por águilas. De hecho, en noviembre del año pasado en Digital Trends ya hablaron de que estas aves lo estaban poniendo realmente difícil en Australia, concretamente a la compañía minera Gold Fields, que perdió nueve drones en las garras de águilas audaces.
Lo que está claro es que queda bastante por aclarar en los límites de vuelo de los drones. Aún hay muchos países sin una legislación clara en cuanto al vuelo de drones en áreas urbanas, y lo que queda de todo esto es que las águilas (audaces o no) no están dispuestas a ceder su terreno ante estos voladores artificiales. Ya vimos que incluso Amazon tenía en cuenta la "amenaza" de los pájaros, o como ellos los llamaron, "objetos voladores no colaboradores".
En Xataka | Los grandes enemigos de los drones repartidores de Amazon son... ¿Los pájaros?
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